𝘉𝘦𝘢𝘶𝘵𝘪𝘧𝘶𝘭 𝘞𝘩𝘦𝘯 𝘠𝘰𝘶 𝘚𝘮𝘪𝘭𝘦

- Pretty When You Cry -

UNA SEMANA DESPUÉS:

-¡Déjame!, ¡eres un grosero, e injusto!

-Espera JiSung, no digas eso, no fue mi culpa que a mi celular se le acabara la batería, yo no tenía la culpa de que en aquel lugar no hubiera un maldito toma corriente.

-Deja de maldecir, odio cuando te pones así, no me gusta Hyung – dijiste cruzándote de brazos y haciendo puchero –

-Está bien, perdóname, es solo que no me gusta verte triste y además no me gusta que te enfades conmigo, solo porque mi celular se descargó.

Me acerque un poco hacia ti y note que te comenzaste a alejar lentamente, así que te tome de las caderas rápidamente y te pegue a mí.

-¡¡Que no!!, ¡¡suéltame!!, ¡¡no quiero que me toques!!

Amenazaste con empezar a llorar, cosa que no me gustaba, ya que me hacía sentir como la peor persona del mundo, tu realmente sí que eras un manipulador.

-No, espera, no llores, no peleemos por bobadas, mi cielo, no llores, sabes que no me gusta verte triste – acune tu cara entre mis manos –

Te mire fijamente, viendo que en tus ojos también soltaban aquel brillo cuando llorabas, porque si, estabas llorando, lo lograste, ahora me hacías sentir como el peor novio del mundo, al no poder logar que mi hermoso cielo sonriera.

-No me mires, no me gusta que me veas así – pusiste tus manos encima de las mías para quitarlas, pero me negué –

-Sabias que también te ves muy hermoso cuando estas triste, eres perfecto hasta en la más mínima expresión de tristeza.

-No digas bobadas, las personas no se ven bonitas cuando lloran, así que deja de decir cosas que no tienen sentido – me diste una leve palmada en el hombro –

-Está bien, entonces si quieres que deje de decir tantas estupideces, dame un beso, que desde que llegue no has querido besarme.

Vi como tus mejillas se tornaron de un rojo carmesí al instante, además de ser manipulador, también eras muy tímido. Así que quité mis manos de sus mejillas y comencé a bajarlas hacia tus caderas, tu solo soltaste un jadeo en respuesta, tomaste mi cara entre tus manos y comenzaste a besarme de manera lenta, sintiendo como tus pequeños labios se movían al mismo compás que los míos, te separaste un instante, dejándome con ganas de más.

-¿Qué paso?, no me cortes así cielo, estábamos en la mejor parte – mordí mi labio inferior –

-Por eso no quise que me besaras más, porque una cosa puede llegar a la otra.

-Y qué pasa con eso, si escasamente me dejas tocarte, además también tengo mi derecho de querer llevar las cosas más lejos, pero por otra parte tampoco puedo hacerlo sin tu consentimiento.

-Es solo que me da mucha pena y siento muchas cosas que no puedo explicar cuando me tocas allá abajo – dijiste mirando hacia el suelo, mientras jugabas con tus manitos –

-Entonces no te preocupes, cuando te sientas listo podremos llevar las cosas más lejos – bese tu mejilla –

-Está bien, yo te diré cuando esté listo – me devolviste el beso –

🌆💞

Después de aquella charla, no volviste a tocar el tema, no lo tome a mal, sabía que necesitabas tu tiempo y esperaría el tiempo que fuera necesario para poder tocar aquella perfecta piel, poder besarla y morderla....

-¿En qué piensas tanto? – mire a mi lado, viendo a Do Young -

-En nada, ¿Por qué la pregunta?, ¿tengo cara de tonto?

-No, es solo que estuviste todo el día muy distraído y de paso preocupado, ¿paso algo con JiSung? – dijo acomodándose en aquel sillón –

-No hay ningún problema, todo está bien entre él y yo, solo lo típico que se le acabo la batería a mi celular y no lo pude llamar, se puso bravo por eso, pero ya todo está bien – lo miré y le sonreí –

-Tu eres el único que puede calmarlo, hace unos días se puso a llorar porque había hecho algo mal en la coreografía y aun me acuerdo que Tae Il tuvo que llamarte para que le hablaras y lo calamaras – dijo riendo un poco –

-Sí, aun me acuerdo, aunque no fue nada complicado calmarlo.

-El siempre será un encanto.... - apuntó Do Young -

Nos quedamos hablando un largo rato, hasta que fue momento de dormir, tú te acercaste a mí, tomaste mi mano y te despediste de Do Young.

Al llegar a el cuarto, comenzaste a pasarme mi pijama, ya que tu tenías la tuya.

-¿Pasa algo? ¿Por qué tan cortes? -pregunte mientras me ponía el pijama –

-Es solo que quiero dormir contigo – dijiste de forma tímida –

-Pues no tienes que actuar así, tú ya sabes la respuesta.... y deja la timidez, tu sabes que puedes pedirme lo que quieras.

Tome tu mano con delicadeza, te acomode a mi lado, bese tus labios levemente, tu pusiste tus pequeñas manitos en mi pecho, te tome de las caderas y te pegue más hacia mí, deje que el calor de nuestros cuerpos y la oscuridad nos dejara caer en los brazos de Morfeo.