Capitulo Cuatro

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-Mierda...- me sacudí los pantalones y lo miré, el también estaba cansado -No lo haces nada mal niño..- le dije jadeando del cansancio.

-Tu tampoco lo haces nada mal.- me acerqué a el y le extendí mi mano para que se levantara. Me miró estupefacto lo cual me extrañó -Que? Acaso no te puedo ayudar a levantarte?.- le dije fastidiado.

-No es eso..- agarró mi mano y se levantó -Creí que no te agradaba.- me dijo intentando recuperarse del cansancio

-Y razón tienes, no me agradas, pero es preferible estar aquí a que estar solo en mi casa aburrido.-

-Ah, ósea que conmigo te diviertes?.- se rió de mi

-Oye! No es lo que piensas, yo vengo acá todos los días a estar en el río, tu ni importas.- le saque la lengua y desvíe mi mirada simulando molestia, a lo cual acto seguido el se empezó a reír más fuerte

-De que coño te ríes?!.- le escupí molesto

-Te la tiras de mucho cuando en realidad eres un princeso y niño mimado.- agregó con superioridad

-Que yo que?! Mira quien habla niño "soy tan frío y serio" - recalque haciendo comillas con mis manos y con un tono burlón.

-Tsk, por lo menos yo no golpeo ranas.-

-Me tienes harto ya niño!!.- cruji los dientes y nos miramos con molestia.

En esos tiempos, aunque no pareciera por dentro estaba feliz, pues tenía a alguien con quien molestarme, reír.. Lo que no hacía nunca encerrado en el castillo.

-Te voy a aplastar! Me entiendes?!.- apreté mi puño, le iba a dar uno en la cara. Lo esquivó, lo cual me hizo caerme de boca al agua.

-Oh vaya, disculpa, que decías?- recalcó con ironía mirándome desde arriba. La sangre me hirvió, me levanté como si nada hubiera pasado. -¿Es que te crees que yo iba en serio?! Quería probar que tan hábil eres-.

Nos pusimos de nuevo en posición de batalla, está vez el correo hacia a mi, me iba a dar una patada en la cara, lo cual yo eché mi cuerpo hacia atrás esquivandola y dando una voltereta para ponerme de nuevo en pie. -Que lento.- sonreí con superioridad, corrí hacia a el con la intención de pegarle de nuevo en la cara. Cuando me acerqué y le intente dar, otra vez la esquivó moviendo el cuerpo hacia un lado. -No cometo un error dos veces!- grité mientras que mi cuerpo se iba hacia adelante coloque mi mano como soporte para elevarme y propiciarle una patada.

-Toma! Te di por cabr... Ahh.- caí al dandome en la cabeza, pues al momento que le di, arrastro su pie haciendo que mi mano como soporte de mi peso se resbalara.

Y allí yacíamos los dos tirados en el suelo.. Me paré con una mueca de dolor en mi mano y en mi cara -Te di! Cabron!.- el se levantó rápidamente -Mirate en un espejo, andas de llorica por un raspón en el brazo!.- me dijo con desagrado.

-Que dijiste?!- el se tocó levemente su mejilla, pues la tenía roja por mi patada -Ahora mira quien es el llorica!.- le saque la lengua.

Nos miramos con molestia y con ganas de volver a pelear hasta que..

Los dos nos empezamos a reír de la nada, fuertemente

-Venga, que eso fue divertido.- me dijo riéndose y poniendo el puño para que lo chocara.

-Hay que volver a hacer algo así.- le dije sonriendo y chocando nuestros puños. -Mierda, se está haciendo de noche mi papá me regañara si no me ve allá, nos vemos!.- salí corriendo del río, alcance a escuchar un "hasta luego" de parte de él mientras corría

Seguía corriendo por el extenso bosque maldiciendolo mentalmente por ser tan grande -Mierda, mierda, mi papá me va a matar- pensé con un leve escalofrío.

Después de un rato de correr, por fin llegué a casa, entre cansado y sudando lo cual no pasó por desapercibido de Erza -Donde estaba Joven Dragneel?.- se acercó dandome un vaso de agua para que me calmara -Su padre lo estuvo buscando por todos  lados, me informó que a lo que llegara pasará a su alcoba.- lo cual me preocupe -Otro regaño más eh?.- pensé asustado por la riña que me metería. Mire a Erza y cuando termine mi vaso de agua se lo devolví le agradecí por darme agua y me fui a la alcoba de mi padre.

-Este niño nunca cambiará.- pensó Erza sonriendo con nostalgia.

Estaba al frente del cuarto de mi padre, pensé si a lo que entrara saldría de allí con vida, la verdad pensé mucho si en tocar o simplemente irme pero algo me sacó de mis pensamientos y fue..
-Papii! Hermanito ya llegó a cashaa!.- dijo Natsu tocando varias veces la puerta de la alcoba de nuestros padres.

-Natsu que haces?!!.- lo cargue y lo lleve a metros de la alcoba de nuestros padres -Natsu! No hagas eso! Ahora por ti a tu hermano lo mataran..- agregué dramatizando.

-Ehh? Hermano te matarán?.- se le humedecieron los ojos. Mierda, mierda. -Ehh.. No! Es una broma Natsu Ja.. ja.. Sólo vete a jugar por ahí si?.-

-Zeref?.- sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo, volteo lentamente y.. -Ho-Hola Padre..- sonreí falsamente y sudando frío.

-¿Se puede saber por qué llegas a estas horas?.- se acercó a mí haciéndome señas que entrara en la alcoba.

-Puess..- iba caminando mientras le contaba. -Me quede dormido!.- Mi padre hizo una mueca de que si lo que dije era verdad o no.

A lo que entre mi madre también estaba ahí, y me asuste más.

-Zeref, ¿Que te he dicho de llegar a estas horas? ¿No sabes lo peligroso que es el bosque en la noche? Allí salen monstruos peligrosos que no dudarían en comerte ni un segundo hijo!.- se paró y me abrazó. -No sabes que haría si te perdiera mi amor.. A ti y a tu hermano, son los amores de mi vida, me moriría si algo les llegase a  pasar. Mi padre hizo un gesto para llamar la atención de mi madre. -Tu tambien Igneel, yo te amo también querido.- le dijo mi mamá riendo a lo cual mi padre tambien sonrió.

-Perdón, Padre, Madre, se que esta mal llegar a estas horas.. También se que me regañan porque me quieren y no quieren que me pase algo malo .. Llegaré más temprano.. Perdonen.- dije con la cabeza gacha.

Mi madre me agarró el mentón y lo subió mirándome a los ojos con esa sonrisa sincera. -No te preocupes mi vida, tu Padre y yp te amamos demasiado, nunca lo olvides Ehh?.- me dijo acariciando mi pelo a lo cual mi padre también se le unió haciéndome sonreir.. -Me encantaba estos momentos donde yo sonreía con ellos, la felicidad que sentía, siempre será así!.- pensé sonriendo.

O eso era lo que yo creía..

Entre Dos Guerras -Nalu-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora