Capitulo Veinticinco

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Con Mavis..

-¡Mamá! ¡No quiero usar esta bufanda!- dijo August mientras se quitaba la bufanda de su cuello enfadado.

-Ya te dije que no.- Mavis se lo colocó de nuevo.- hace mucho frío, tienes que abrigarte bien muy pronto nevará y no quiero que te enfermes.- lo enrolló hasta la comisura de sus labios.

-¡Pero mamá...!

-Ya te dije que no, obedece y quedate quieto.- le exigió a su hijo enfadada a lo cual éste rechistó y obedeció a su madre.

-Vaya.. Esa faceta tuya como madre jamás la había visto.- bromeó Mirajane caminando alado de ella.

Mavis suspiró.- es que definitivamente este niño salió terco como su padre.- lo último lo dijo en susurro a su amiga.

Mirajane rió levemente.- ha pasado rápido el tiempo.. Ya nos dirigimos a Fiore ¿no estas contenta?

-Para nada.

-Que aburrida!- le dijo con un puchero.- venga te ayudo con las maletas, se ven pesadas para que las cargues tu sola.

-Gracias Mira.- le entregó las maletas.- vaya, por fin un descanso para mis brazos.

-No es nada, sólo no estes con cara de perro amargado ¿das miedo sabes?- le bajó una gota de su sien.

-¿Y que quieres que haga? Sabes que no quería regresar a Fiore Mirajane y pasa este trabajo super importante para mí colocándome como nueva fundadora sin siquiera mover un dedo.- frotó sus dedos en su sien.- definitivamente esto es una cruel broma del destino.

-Tal vez y más bien no sea cruel sino hasta mejor.

-¿Que estas tratando de decir Mirajane?

-Nada nada, olvidado.- rió.

-¡Oye! No seas tan cruel.- Mavis rió a carcajadas mientras le dió un codazo leve en su cadera.- Es verdad que extraño mi hogar pero a la vez tengo miedo.

-Lo se y disculpa, si estuviera en tu lugar realmente sería difícil pero ¿sabes que? A veces es mejor afrontar las cosas que intentar dejarlas en el pasado.

-Mamá, tía, ¿de que tanto están hablado?- interrumpió August a lo que Mavis se estremeció.

-Nada hijo, cosas de adultos.- le revolvió su cabello.- ¿Quieres un helado mi vida?

-¡Si, helado!- exclamo alegre saltando a los alrededores.

-¡Si, que rico comeremos helado!- dijo Mirajane con estrellitas en sus ojos.

-Para ti no.- sonrió Mavis con malicia.

-Maldita.

-¡¿Joder pero es que el tren no va a llegar nunca?!

-¡Mavis! No digas groserias en frente de tu hijo.- le reprochó Mirajane mientras abrazaba al pequeño August lo cual éste hacía pucheros.

-¡Es que llevamos aquí parada 3 malditas horas!

-Mavis/Mamá!

-Agh! Lo se, lo siento, es que me estreso.

La gente alrededor de ella se empezaron a burlar por el temperamento de la chica peli-rubia lo cual al percatarse se avergonzó hasta más no poder obteniendo la risa burlona de Mirajane.

-¿¡Tu tambien te vas a burlar?!- bufo.

-¿Yo? No no para nada..- simuló mirar a otro lado confundida.

-Perra.. Y eso que te brindé el helado.- lo dijo con susurro lo cual Mirajane lo escucho perfectamente y le sacó la lengua a Mavis.

El sonido del tren nos sacó del momento. Mavis se alegró tanto que fue la primera en entrar reclamándole a uno de los del tren el porque había llegado tan tarde. Mirajane al ver tal escena la jaló del cuello de su camisa arrastrándola hasta el asiento y disculpándose con el chofer del tren.

Entre Dos Guerras -Nalu-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora