Capitulo Diez

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En otro lugar...

Se encontraba corriendo una chica con una canasta de pan en su mano, pasando la aldea para dirigirse al reino de los Dragneel, llegó atrasada, y eso podría ser perjudicial para ella, pues todos en su trabajo suelen ser puntuales a la hora de entregar un encargo y si uno llegaba tarde lo despidiria ¿Que como sabían que llegaría tarde? Simple, si la persona que recibe el encargo después de la hora acordada, personalmente la persona a quien se le entregó el encargo va al trabajo a reclamar. Esta era la preocupación de esta chica pues sólo tenía ese trabajo para poder sobrevivir.

Llegó al castillo jadeando del cansancio, a lo que iba a entrar la mejor guardia de los Dragneel, Erza Scarlett no le permitió el paso, pero ésta le explicó las razones del por qué su venida y Erza asintió dejándola pasar.

Entró admirando el gran castillo, pues era muy grande hasta para su imaginación, cualquier persona que entrara ahí sin conocer fácilmente se perdería. Miró detalladamente el castillo y suspiró.

-Excelente, llegó atrasada y para más tengo que buscar al Dragneel en este laberinto.- pensó fastiada.

Caminó hacia la entrada, unas grandes escaleras subió por ellas encontrándose un pasillo inmensamente largo y con muchas habitaciones.

-Genial, lo que faltaba me tomara horas buscar a Zeref.-  camine y no tuve más opcion que abrir de puerta en puerta.

-Joven Dragneel?.- abrí una puerta. -No está...-

-Joven Dragneel??.. Tampoco.

-Príncipe Zeref!!... Tampoco.

Traje el encargo del pan!!...- después de entrar como en 20 habitaciones y está era la última del pasillo... No estaba.

Suspire resignada y me recargue en la puerta deslizándome lentamente hasta llegar al sueño y sentarme de rodillas... Admiraba unos cuadros, parecían dibujos abstractos pero le daban el toque al castillo, pensaba que como podrían tener tantas habitaciones si solo eran 4 personas que son Dragneel.

-Me pregunto si Zeref seguirá igual físicamente desde hace 4 años..- coloque mi cara entre mis rodillas sonriendo nostálgica.

-¿Puedes quitar tu brazo?.- pregunté irritada

-¿Y si no quiero preciosa?.-

-Oye! No porque seas el príncipe quiere decir que me hables con tanta formalidad!.-

-Han pasado ya 4 años.. Como pasa el tiempo...- sonreí lascivamente.. -E-Espera Mavis, tu no tienes porque recordar eso, eso es cosa del pasado.. El.. No me atrae ni nada!.- me levanté del suelo y salí corriendo para buscar en otras habitaciones, mientras corría tenía el pensamiento de ¿Por qué el?.

Porque no te lo haz sacado de tu mente desde hace 4 años.

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-Apura Juvia estas muy lenta!!.- decía Levy corriendo mientras  agarraba la mano de Juvia.

-Juvia ya está cansada!!.

-Chicas ya llegamos!.- me detuve y vi el gran árbol en donde Natsu me rescató.

Las dos se detuvieron admirando el árbol, Levy se sorprendió de tal altura y ¿Juvia? Pues, Juvia en cuanto llegó se tiró boca abajo al suelo de lo cansada que estaba.

-Lu-chan no me imagino por lo que tuvo que pasar Natsu al bajarte.

-Si.. Es mi héroe.- me sonroje por mi comentario pues desde que conocí a Natsu el es una persona especial para mí, en todos los sentidos, pues hace 4 años que nos conocemos el siempre está a mi lado, nos vemos todos los días en el bosque, siempre me hace reír de sus estupideces, siempre miro detenidamente sus ojos color jade que hipnotizaría a cualquiera que los vea.. Simplemente era él.

Entre Dos Guerras -Nalu-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora