Tenías que ser tú. [YoonKi]

12

—Y-Yoongi—

Sus ojos no podían estar más abiertos, aún se encontraban cristalizados por el llanto pero brillaban gracias a la pequeña luz que lograba colarse por alguna parte de aquel cuarto. Sumamente adorable a los ojos del ahora pelinegro. Yoongi logró sentarse a orillas de la cama y miró con media sonrisa al menor, le acarició los cabellos grises, como si esa acción fuera suficiente para tranquilizar al contrario, cuando sintió la cabeza de Kihyun frotarse a su palma pidiendo por más contacto, supo que había echo lo correcto y se sentía satisfecho.

—Me has despertado— Kihyun ignoró la pregunta y se apresuró a hacer las propias.

—¿Qué haces aquí?— 

—Sabes que no me gusta que me despierten—

—Responde ¿Qué haces aquí?—

—Ahora me pondré de muy mal humor porque no pude conciliar el sueño, escucharte llorar suele ser algo...— El más bajo volvió a interrumpir.

—¡Yoongi! Deja de evadirme y responde— Ya había dejado de llorar y su ceño se mostró fruncido levemente por no obtener respuesta a su pregunta.

—No te estoy evadiendo— Le mira confundido y deja las caricias para apoyar sus codos sobre las rodillas ya que se encontraba sentado —Creí que tú sabrías—

—¿De que hablas? Yo no sé nada—

—¿No me has traído aquí?—

Kihyun niega enseguida y Yoongi chasquea la lengua en respuesta.

—Maldición—

—¿Que ocurre?—

—No lo sé, bueno, no hasta cierto punto— Yoongi se había levantado para ir hacía la puerta de aquel cuarto y abrirla no sin antes encender las luces. La intensidad de la luz les cegó ya que se habían acostumbrado minutos atrás a la oscuridad. Cuando sus vistas volvieron a la normalidad no tardaron en mirarse de manera mutua. Se sorprendieron al notar que vestían las mismas ropas pero solo que en distinto color, en Yoongi predominaba el negro y que bien se veía porque su piel blanca como la nieve se hacía notar, como un destello entre la penumbra.

—La puerta está abierta ¿Vienes?—

Sin pronunciar palabra, Kihyun sale de aquella cama pero se estremece al sentir el frío suelo bajo sus pies.

—¿Así será? ¿Sin zapatos?— Se quejó.

—Yo también estoy sin zapatos y no me quejo, solo vamos que quiero saber que carajos sucede aquí—

El peli gris seguía bufando, pero más para sí ahora. Ya habían salido de ahí, uno detrás del otro, caminaban por el pasillo pero no lograban reconocer el lugar y eso les estaba preocupando porque por más que gritaran por ayuda, tal vez no les escucharían o les ignorarían, la segunda opción era por más, seguro.

—¿Porqué estamos aquí? No entiendo nada—

—Calla Kihyun, puede haber alguien y estaremos en problemas por tratar de escapar— Yoongi estaba más que alerta mientras seguían caminando.

—No me calles, con que derecho te crees para hacerlo—

El pelinegro se quedó callado en seco y tragó saliva para quitar solo un pequeño nudo que se había echo en su garganta.

—Ninguno, no tengo ningún derecho—

—No, Yoongi yo no...—

—Mira, hay escaleras para la primera planta— Señala la dirección que daban las escaleras y camina hacía ellas comenzando a bajar, pero se detiene a mitad de las gradas —Mantente alerta y si algo llega a suceder, no dudes en correr primero— Sus susurros apenas y se escuchaban.

—¿Te piensas que lo haré?—

—No pero, no perdía nada con decirte— Kihyun niega, Yoongi se encogió de hombros y continuaron bajando las escaleras de uno en uno con cuidado. No se escuchaba ningún tipo de ruido en la planta de abajo. Al llegar a la sala de estar del lugar Kihyun en automático fue hacía la puerta principal para salir pero esta se encontraba cerrada y con seguro.

—No abre Yoongi, estamos encerrados, vamos a morir— Su voz se quebró un poco al mencionar lo último.

—Tranquilízate Kihyun que eso no va a ocurrir— Yoongi ya caminaba por la cocina mirando por ahí hasta que se encontró una pequeña nota, la cual leyó y al momento de terminar la hizo pedazos con una sonrisa que disimulaba su molestia.

—¡¿Cómo puedes estar tan sonriente?! ¿¡Sabes que este puede ser el último día de nuestras vidas?!— El menor ya había encontrado al pálido y le irritaba la calma que mostraba el contrario ante tal situación.

—¿Tienes hambre?— Dice Yoongi como si nada mientras apoyaba las manos en la gran barra que decoraba aquella cocina.

—¿Qué?— La expresión de Kihyun se había distorsionado un poco por lo asombrado que estaba ¿Era enserio? 

—¿Q U E  S I  T I E N E S  H A M B R...?—

—No soy idiota Yoongi—

El aludido soltó una gran carcajada y se encaminó hacía el menor para tomarle de la muñeca y llevarle hacía el sitio donde se encontraba antes. Revisó el refrigerador que estaba justo a su lado y sonrió al verlo totalmente lleno. Volvió a cerrarlo.

—Si este va a ser el último día de nuestras vidas como dices, mejor estar con el estómago lleno que vacío ¿No crees?—

—Yoongi, no estoy para bromas, tenemos que averiguar el como...— Su cuerpo moverse de un lado a otro por la aplicación de fuerza de unas manos pálidas postradas sobre sus hombros le interrumpieron.

—Anda~— Si, Min Yoongi había activado su aegyo mode porque era necesario, en verdad que lo era. Kihyun le miró con ojos grandes y el color carmín no tardó en invadir sus mejillas.

—¿Q-Qué haces?—

—Kiki~— ¡Dios! Que se sentía vomitar arco iris y flores por aquel apodo. Ya había olvidado aquella cosquilleante sensación en su interior cuando el pelinegro le llamaba de forma cariñosa ¿Qué estaba pasando aquí? —Tengo mucha hambre~ ¿Porqué no me preparas algo delicioso para comer? De esos platillos que solo tu sabes hacer ¿si?—

Kihyun tenía un enredo de ideas en la cabeza al igual que emociones, cursis eso sí, encontradas. Le diría que no obviamente, no estaban para tener una cena en mitad de santo dilema.

—No— Un fuerte rugido se hizo escuchar en el pequeño cuarto. Yoongi terminó con su espectáculo y sonrió de lado.

—¿No?—

—N-No...— Otro rugido de estómago se hizo escuchar, un poco más fuerte y prolongado. Kihyun por reacción llevó ambas manos sobre su barriga, demasiado avergonzado. 

—¿Seguro?—

—Supongo que tienes razón—

—¡Si!— El pálido había alzado los brazos hacía arriba victorioso pero se reincorporó por la seriedad del contrario —Digo, está bien—

—Pero en cuanto terminemos de cenar, continuaremos con lo que estábamos...—

—Si,si...—

Que ésto me huele a cena romántica~ XD un capítulo más para ustedes mis amores, gracias por todo su apoyo y amor. Los adoro a todos 😘❤

Cambio y fuera~