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Narra Yoongi.

Ya hacía una semana que no recibía mensaje alguno de Kihyun, y los días iban acumulándose a tal grado de tenerme preocupado, las llamadas tampoco las respondía y ya no tenía al alcance otro medio para comunicarme con él. Lo dejé pasar y darle su tiempo, tendría sus razones y yo las respetaba, ya no le molestaría más.

La habitación se encontraba tranquila y así era mejor, podía pasar unos archivos a la computadora sin que los menores estuviesen de entrometidos detrás mío tratando de husmear. Los guardé en una carpeta con el nombre 'K' y enseguida apagué el ordenador.

Mi soledad duró tan poco cuando sentí la presencia de alguien en el cuarto. Giré la silla hacía la ubicación de aquella persona, su cabello rubio caía sobre sus ojos, pequeñas gotas de agua en el suelo. Genial, ahora sí, Jin me va a matar.

—¿Qué sucede Jiminnie?—

—Nada hyung ¿Porqué tan solo?—

—¿Dónde están los chicos?— Mientras el contrario hacía el amago de responder, fui hacía mi cama recostándome boca arriba sacando mí móvil, nada aún, fruncí el ceño y Jimin pareció notarlo. 

—Todos salieron... nos dejaron solos, que malos—

—Está bien para mí, así podré dormir un poco más— Me posicione a espaldas del rubio dispuesto a caer en sueño de nuevo, no me sentía con ánimos de conversar con nadie pero al parecer a mi acompañante no pareció importarle —Jimin... ¿Qué es lo que haces?—

—¿Puedo dormir contigo?— Su brazo ahora rodeaba mi estómago.

—Ve a dormir a tu cama—

—Pero no quiero estar solo, además, yo soy el único aquí que no ha compartido cama contigo— Su agarre se afianzó más, por dentro yo estaba hecho un descontrol por la terquedad del menor —Es mi oportunidad ¿no crees?— Me estaba cansando para nada, casi siempre Jimin se salía con la suya y esta no sería la excepción.

—Haz lo que quieras— Dije con voz neutra, dándole no mucha importancia al asunto.

Pasados unos minutos, el silencio reinó la habitación, no podía conciliar el sueño por la cercanía que se encontraba entre el de cabellos dorados y yo, no estaba muy acostumbrado, sí, había compartido cama con los demás miembros pero sabían que necesitaba espacio y aunque quisieran agarrarme como su peluche personal, se contenían. Muy en su subconsciente recordaban que se trataba de Min Yoongi y de alguna forma, me siento agradecido por eso pero ahora, Park Jimin ha irrumpido con esa regla y ha echo contacto conmigo más de lo debido. Tanto así que su mano bajó un poco más hacía abajo, quedando quieta en mi abdomen y sintiendo su respiración ahora en mi nuca.

—Yoongi... ¿Estás dormido?— Me quedé quieto para hacerle creer al menor lo que suponía. Tal vez ya se iría y lo que menos quería era despertarme, que mal estaba —Yoongi yo... — Su mano se movió de nuevo, bajando un poco más hasta que la punta de sus dedos chocaron con la pretina de mi pantalón ¿Qué planeaba hacer? Y lo peor de todo es que no hacía nada para detenerlo —lo siento tanto, pero es que... — Un beso se hizo llegar a mi nuca al momento que desabotona mi pantalón y acaricia mi entrepierna sobre la tela del bóxer. Mi respiración comenzaba a irregularse y mi miembro a despertar. Dios, se sentía bien pero debía parar, se suponía que todas estas sensaciones estaban guardadas para alguien especial —hyung, me gustas mucho— y esa última frase fue la gota que colmó el vaso para hacer lo correcto. La velocidad de la mano del menor aumentaba y consigo mi ropa interior sentirse mojada.

—J-Jimin...— Me dí media vuelta quedando justo cara a cara con el rubio, sus mejillas estaban sonrosadas y me miraba fijamente, ya hubiera muerto si las miradas mataran —No vuelvas a hacer esto conmigo— Sus cejas se fruncieron de inmediato y alejó su mano finalmente de mí, no sabía que decir, lo único que sabía era que no podía corresponderle.

—¿N-no te gustó? Yoongi, me gustas demasiado... —

—Pero tu a mí no Jimin— Dije sin rodeos con el punto de dejarle en claro que no sería posible algún tipo de relación entre nosotros y dejara de hacerse ilusiones. No tenía ni idea del como los sentimientos del rubio hacía mí surgieron pero no podía ser, y al parecer el menor captó el mensaje porque se quedó callado. Mi móvil por fin se digno a señalar una llamada entrante, respondí.

—¿Si?—

Yoongi, tenemos que hablar, es urgente

—Kihyun...— Mis ojos se iluminaron al escuchar su voz, lo sentía y mis comisuras no tardaron en curvarse hacía arriba en una pequeña sonrisa —Espera por mí, ya te veo— Me levante enseguida de la cama, abotonando mi pantalón e ignorando por completo al rubio.

Estoy fuera de tu casa, solo ábreme ya, ya pedí permiso

—¿Qué? Bueno, no importa ya te abro— Salí de la habitación y me encarreré hacía la puerta, abrí esta y al toparme de nuevo con aquel hermoso rostro con finas facciones, ojos marrones, cabellos grisáceos y labios rosados, no pude contenerme y lo abracé —¿Dónde has estado Ki? Me tenías preocupado— Terminé de decir al separarme y hacerlo pasar al apartamento, indicándole que se sentara y se sintiera cómodo.

Se encontraba muy silencioso y tenso el ambiente, se me hacia bastante extraño.

—¿Qué es lo que querías decirme con tanta urgencia?— Me quedé de pie a unos centímetros frente a él, una distancia considerable.

—Yo... supongo que... ya no debemos ser amigos Yoongi, solo aléjate y no vuelvas a buscarme—

Y mi mundo se derrumbó en cuestión de segundos.











Siento que este capítulo quedó más de relleno que otra cosa pero igual era necesaria, según yo no dejaría notas pero si recuerdan el 'creo' en la primera, si que lo recuerdan jajaja espero que siga siendo  de su agrado. Me despido con muchos besitos virtuales ^^

Cambio y fuera~ ❤

Tenías que ser tú. [YoonKi] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora