Pasion de hielo y fuego (PAW Patrol fanfic)

La pareja ideal

Saludos a todos, veo que muchos no se esperaban lo que sucedería, quise salir de lo rutinario y manejar un escenario distinto a los que abundan en este fandom, pero aun hay mas sorpresas, esto no se ha acabado aún, hasta que aulle la cachorra gorda.

Un abrazo a MarowakDark, ZETA700GAMER, ToonNickWilde, David_Sought-100-01, QUINROXD, Magic1758, Chasedash_125-wp, KramelL01, jesusdavidshipping, Borre2222, y todos aquellos que me siguen, les agradezco su tiempo para leer mis obras. Continuamos!

Paw Patrol es propiedad de Spin Master Entertainment, fanfic y adaptación, su servidor.

Capítulo 4: La pareja ideal.

Pasó una semana desde que Everest rechazó a Marshall. El cachorro estuvo melancólico un par de días, pero con el paso del tiempo logró superarlo y retomó su rutina normal. Las misiones lo ayudaban a mantener su mente despejada, así como pasar el día con sus amigos. Sin embargo, a la segunda semana algo sucedió. El equipo fue a resolver una emergencia en el Ayuntamiento. Al regresar al cuartel, encontraron en la puerta a la husky, quien los estaba esperando. Los cachorros se extrañaron al verla de ese modo, incluso pensaron que había reconsiderado su respuesta y estaba ahí para disculparse y aceptar la proposición del dálmata. Skye la miraba con cierto recelo, pues a pesar de lo que dijo Marshall, la cockapoo seguía guardando resentimiento hacia ella por rechazar a su amigo, incluso esa semana había hecho lo posible por evitar involucrarse en algún rescate donde ella estuviera presente, o lo hacía hablando lo estrictamente necesario.

-Hola cachorros -dijo Everest mientras se levantaba y se dirigía a sus amigos-, disculpen, pero puedo hablar con Rubble un momento.....a solas?.

Los cachorros la miraron extrañados, pero accedieron a su petición. Rubble estaba totalmente confundido pero decidió acompañar a la husky y ambos fueron al árbol más alejado del patio, el que tenía un columpio. Ahí se detuvieron y comenzaron a platicar. Ninguno podía imaginar de qué hablarían, pero Marshall ya lo sabía de antemano. Tras unos minutos de plática, los dos cachorros regresaron y el bulldog les compartió la noticia.

-Oigan! Everest me pidió que fuera su novio, pueden creerlo? -dijo emocionado. Sin embargo, los cachorros se mostraron confundidos y extrañados por esa respuesta. Incluso Skye lo miró con severidad y le hizo una seña con su cabeza, dándole a entender que Marshall estaba presente. Rubble entendió la señal un poco tarde y se puso nervioso.

-Ohhhhh, bueno, creo que.....creo que...no sé si sea buena idea...yo.....-comenzó a tartamudear al ver la situación. Sin embargo, y para sorpresa de todos, Marshall se adelantó para aproximarse al bulldog y le dio un fuerte abrazo.

-Estoy muy feliz por ti, Rubble, serán una linda pareja, felicidades-. Sin decir más, el dálmata se retiró y se dirigió a su casita. En el trayecto, se topó cara a cara con Everest.

-Hola Marshall -dijo la husky animada, aunque con algo de nerviosismo en su voz.

-Hola -dijo el dálmata de forma monótona y sin emoción. Siguió de frente, sin siquiera voltear a verla, lo único que quería era meterse en su casa y olvidarse de lo que había pasado. Mientras tanto, la husky y el bulldog se dirigieron a los cachorros.

-Amigos, ahora que Rubble y yo somos oficialmente novios ¿no les molesta si vamos un rato al parque? -dijo Everest mientras abrazaba al bulldog, quien sonreía con entusiasmo.

-Sí, podremos andar en patineta y correr un buen rato! -dijo Rubble alegremente.

-Está bien -dijo Chase con seriedad-, solo no se alejen demasiado por si Ryder requiere que tengamos que atender alguna emergencia.

-No tienes tareas que atender también, Everest? -dijo Skye con cierta ironía.

-De momento no, es la temporada baja y Jake cerró el resort. Además, dijo que tenía que visitar a unos parientes, así que me permitió quedarme con ustedes por dos semanas, será muy divertido! -dijo Everest alzando sus patas delanteras como si fuera a galopar.

-Si.....muy divertido...espero que disfrutes tu estancia -dijo Skye de forma tan evidentemente mordaz que incluso Chase, Rocky y Zuma voltearon a ver a su amiga.

-Eh....si....bueno...tenemos que irnos, los veremos luego! -dijo Everest con prisa. Los dos cachorros tomaron sus vehículos y se fueron en dirección al parque. Una vez que se fueron, Chase se dirigió a la cachorra voladora.

-Skye, que fue todo eso? -pregunto el pastor alemán, mientras Rocky y Zuma los veían.

-Lo siento Chase, pero eso fue muy descarado por parte de Everest! No ha pasado ni un mes de que rompiera el corazón de Marshall y ahora resulta que viene a presumirle a su nuevo novio, al menos hubiera esperado más, o venir cuando no estuviera Marshall aquí para que no tuviera que ver todo eso.....

-Lo entiendo, pero recuerda que Everest es muy distinta a nosotros, realmente ella hace las cosas a su propio modo, y tendremos que respetar eso, además, ahora su novio es Rubble, no es cualquier desconocido, hay que darles la oportunidad.

-Está bien -dijo Skye resignada y suspirando-, pero en lo que a mí me concierne, eso fue muy descortés de su parte, ni siquiera pensó en los sentimientos de Marshall, o en como tomaría una noticia así, no es fácil para el ver que....

De pronto, los cuatro cachorros recordaron que su amigo estaba en su casita, y corrieron para ver cómo se encontraba. La puerta estaba cerrada, pero no se oía sonido alguno.

-MARSHALL, ESTAS BIEN? -gritó el cachorro policía, golpeando la puerta-, HABLAME!

No había respuesta que les indicara cómo se encontraba su amigo, lo que hizo que los cachorros comenzaran a preocuparse y pensar en el peor escenario.

-NO RESPONDE! Qué tal si Mawshall esta tan deprimido que ..... -dijo Zuma asustado.

-ROCKY, DERRIBA ESA PUERTA, RÁPIDO! -gritó Chase con desesperación.

-RUFF RUFF, SOPLETE! -ladró el cachorro mestizo, activando un soplete de gas, listo para tirar la puerta de metal, cuando ésta se abrió y el dálmata salió de su casa.

-QUE ES LO QUE QUIEREN? NO PUEDO ESTAR A SOLAS UN MOMENTO? -dijo furioso. Los cachorros respiraron aliviados de verlo bien y corrieron a abrazar a su amigo.

-Pensábamos que tú.....tú...estabas....-dijo Zuma, casi a punto de llorar.

-Nos asustaste mucho, creímos que.....te habías hecho daño -dijo Rocky asustado.

-No vuelvas a encerrarte así! -gritó Chase furioso, aunque no dejaba de abrazar al dálmata.

-Marshall, no queremos verte sufrir, ni que hagas una tontería -dijo Skye, sollozando.

-Tranquilos, solo quería estar un rato a solas, me puse mis audífonos y por eso no los escuchaba. Además, ya sabía lo de Rubble desde.....aquel día, solo que...me negaba a aceptarlo, aunque sabía que se lo diría tarde o temprano, ahora, si me lo permiten, quiero seguir escuchando mí música, les prometo que no haré nada peligroso.

-Está bien. Pero si necesitas algo, solo pídelo y nosotros te ayudaremos -dijo Skye.

-Lo haré, no se preocupen, ahora, solo denme un poco de espacio, por favor.

Los cachorros obedecieron a su amigo y se apartaron, sin dejar de mirarlo y prometiendo que se turnarían entre ellos para mantenerlo vigilado, solo en caso de que volviera a deprimirse. Por su parte, el dálmata regresó a su casa, se puso sus audífonos, activó su reproductor de música, y volvió a reproducir un álbum de canciones que hizo desde el día de la fallida cita, y con la cual trataba de desahogarse y evitar pensar en Everest, dejando que la canción de "Say something" sonara y ahogara su desesperación por saber que la cachorra que amaba oficialmente estaba fuera de su alcance. Algunas lágrimas corrían por su mejilla, ayudando a cauterizar la herida que volvía a abrirse en su corazón por su amor no correspondido.