Pasion de hielo y fuego (PAW Patrol fanfic)

Si pudiera retroceder el tiempo

Saludos a todos, lamento el retraso en las actualizaciones, pero las musas han estado algo necias y no ayudan con la suficiente inspiración, pero por suerte eso se esta acabando y ya estamos aqui nuevamente para continuar estas interesantes historias.

Agradeciendo nuevamente a todos mis fieles lectores por su paciencia, comprensión y tiempo para ver mis creaciones, son el motor me mantiene activo e inspirado en estos menesteres y no quieor defraudarlos.

Basta de charlas! Basta de rodeos! Continuamos con este tren que aun sigue en marcha!

Capítulo 10: Si pudiera retroceder el tiempo

Transcurrieron casi dos semanas desde que Marshall le declaró su amor a Daisy, y ahora ambos cachorros eran la nueva y radiante pareja de novios caninos más popular en la ciudad. Todos se veían contentos por esa nueva relación, todos con excepción de cierta cachorra ártica. Durante ese tiempo, Everest tenía sentimientos confusos en su interior. Le alegraba que su amigo hubiera encontrado a alguien con quien compartir su vida, pero al mismo tiempo, algo le decía que eso no estaba bien, e incluso no soportaba ver a la golden retriever cerca del cachorro bombero, lo que le provocaba una furia irrefrenable, incluso su mente se llenaba de oscuros deseos de atentar contra la integridad de Daisy. Además, también sentía una peculiar atracción hacia el dálmata, quien era el que lograba tranquilizarla cuando esa extraña molestia volvía a invadirla. Sabía que debía hablar con alguien para externar sus sentimientos, así que pensó que la única que podría escucharla era otra cachorra, así que decidió acudir con Skye para tener una charla entre hembras.

Everest citó a la cockapoo en el restaurante del señor Porter a las diez de la mañana, pero debido a la ansiedad, llego una hora antes, por lo que la husky se estaba impacientando. Sus patas tamborileaban por el nerviosismo y un sentimiento de desesperación la invadía. Finalmente, vio a lo lejos a Skye, quien llegó con una extraña expresión de seriedad en su rostro, pero no le tomó importancia. Ambas cachorras se sentaron a la mesa y esperaron a que el señor Porter se acercara para tomarles su orden.

-Buen día cachorras, puedo ofrecerles algo? –preguntó amablemente el restaurantero.

-Si señor Porter, tráiganos un par de malteadas de hígado, por favor –dijo Skye.

-Van en camino –dijo el humano adulto, tomando la orden y regresó al interior de su restaurante. Por unos minutos, ambas cachorras solo se limitaron a intercambiar miradas en medio de un pesado e incómodo silencio. Tras unos minutos que parecían eternos, el señor Porter trajo las peculiares malteadas, puso los vasos sobre la mesa, colocándoles dos popotes y se retiró. Cada cachorra tomó su vaso, le dieron un sorbo y disfrutaron el sabor de las extravagantes bebidas.

-Mmhhhh, estas malteadas son deliciosas, nada mejor para comenzar el día– dijo Skye. Everest asintió en silencio y probó otro sorbo. Un momento después, la husky se atrevió a "romper el hielo" y decidió hablar, mientras Skye la miraba con cierta indiferencia.

-Gracias por aceptar mi invitación para platicar conmigo Skye –dijo Everest-, la verdad es que.......me siento muy confundida por todo este asunto de Marshall y su novia.

-Qué extraño, pensaba que eras feliz con Rubble –dijo la cockapoo con ironía.

-Bueno.......la verdad......yo pensaba lo mismo, hemos podido convivir muy bien, pero.......no se..........hay cosas a las que aún no puedo acostumbrarme.

-Cómo cuáles? –dijo Skye, mirando fríamente a la husky mientras sorbía su malteada.

-Pues.......por ejemplo......a veces creo que Rubble es algo.......inmaduro. Quería que fuera mi novio porque me gusta mucho practicar deportes extremos y hacer ejercicio con él y debo admitirlo, es bastante atento conmigo, pero la verdad........es algo torpe para lo romántico, se asustó la primera vez que le enseñé a besar apropiadamente, y tampoco tiene experiencia para......ya sabes..........cosas más íntimas –dijo Everest ciertamente apenada. Skye miraba a la husky, quien aprovechó ese momento para desahogarse y contar ciertas cosas que tenía guardadas, todo bajo la estricta mirada de la cockapoo.