Pasion de hielo y fuego (PAW Patrol fanfic)

Amor ardiente

Saludos a todos, estamos cerca de las fiestas decembrinas, asi que quiero darles este regalo anticipado, y por eso les doy este nuevo capitulo, algo extenso pero muy adecuado para poder continuar con esta magnifica obra, la cual ha tenido una aceptación enorme.

Nuevamente, les agradezco a todos ustedes, mis fieles lectores, por sus comentarios, todasd y cada una de sus palabras hacen que valga la pena los esfuerzos y desvelos por traerles material de calidad, muchas gracias.

Tambien anticipio que tomaré un par de semanas de vacaciones, a fin de poner en orden mis ideas y reposar para continuar las obras que aun estan inconclusas, y preparar las que estrenare el proximo año, las cuales espero sean del total agrado de todos ustedes.

Sigamos con esta romantica e intrigante historia, que pasara ahora con Everest? Como reaccionará a este nuevo romance? Averiguemos que pasará, ste viaje aun no termina, asi que.....continuamos!

Paw Patrol es propiedad de Spin Master Entertainment, fanfic, adaptación y Daisy, propiedad de su servidor.

Capítulo 9: Amor ardiente

Al día siguiente, los cachorros despertaron y encontraron a la nueva pareja durmiendo plácidamente bajo un árbol, abrazados el uno junto al otro. Chase y los demás se acercaron discretamente, contemplando en silencio la tierna escena.

-Se ven taaaaaaaaan lindos –dijo Skye conmovida al ver a la flamante pareja dormida.

-No podemos dejarlos dormir un rato más? –pregunto Rocky enternecido.

-Sí, déjalos ahí –dijo Zuma, secundando lo dicho por el mestizo.

-Lo siento chicos, pero debemos hacer nuestros ejercicios, pero seré discreto para levantarlos –dijo Chase. Se acercó y con su pata, comenzó a tocar el hombro de dálmata.

-Despierta hermanito, ya es de día –dio el pastor alemán. El dálmata comenzó a abrir sus ojos y dio un enorme bostezó, estirando sus piernas.

-*bostezo* Yaaaaammmmmhhh! Buenos días Chase -dijo Marshall tallando sus ojos. Daisy aún abrazaba al dálmata, pero al moverse también comenzó a despertar.

-Lamento despertarlos, pero tenemos que hacer nuestra rutina de ejercicio diario.

-Mmhhh, está bien –dijo el dálmata estirándose-, Daisy, quieres acompañarnos?

-Mmmhh? Ahh, sí, claro... quiero estirar mis patas un rato –dijo la golden retriever.

-Bien, los veremos en cinco minutos, no falten -dijo Chase amablemente y regreso con el resto de los cachorros, verificando que todos estaban reunidos, con excepción de Everest, quien aún continuaba en su casita, así que el pastor alemán se dirigió a Rubble.

-Rubble, ver por tu novia, creo que aún sigue dormida –ordenó Chase. El bulldog se dirigió a la casita de Everest, y tocó la puerta de su casa, la que aún permanecía cerrada.

-Oye Evy, te estamos esperando! Vamos a correr! –decía Rubble, tocando la puerta, la cual se abrió de golpe y el bulldog vio salir a la husky, quien se veía desvelada, con unas enormes ojeras y una expresión poco amistosa en su rostro; parecía que la cachorra ártica no había dormido bien y tampoco estaba de buen humor.

-Eeehhhh, estas bien Evy?

-Qué es lo que quieres? -dijo Everest molesta y algo somnolienta.

-Vamos a correr, quieres......quieres venir con nosotros? –preguntó Rubble nervioso.

-Sí, seguro, voy en un momento -dijo la husky desganada.

-En serio? No te ves muy bien...

-DIJE QUE SI VOY! -contestó molesta, casi gritando.