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Narrador Omnisciente

La noche había pasado y el sol se encontraba saliendo en el horizonte entres los árboles del Bosque Prohibido. Amelia no había salido de su habitación desde lo que había ocurrido con Blaise y cuando el moreno intentó localizarla en la cena no la encontró. Hermione se encargó de llevarle algo de comer a la habitación y contarle sobre la insistente mirada del moreno sobre la mesa roja lo cual puso a la chica con los nervios de punta; cosa que divertida sobre manera a Hermione la cual disfrutaba verla así.

Ya era un nuevo día y no podía quedarse en la habitación encerrada todo el día y no porque ella no quisiera. Tenía clase de DCLAO y la asistencia era parte de la calificación semestral; odia al profesor por eso, y por colocarle a Blaise de compañero lo cual significará que tenía que verlo si no también que debía entablar algo con él porque eran compañeros. Ademas tampoco quería hacerle pensar a Blaise que le estaba huyendo, aunque fuera completamente cierto. Le estaba huyendo a Blaise Zabini.

— No estes así él estará como si nada. — le dijo Hermione en un vano intento de calmarla. El día anterior decía que estaba loca y que no le interesaba Blaise, que besaba bien y que le gustaban sus besos pero que no le interesaba para nada. Pero en esos momentos parecía todo lo contrario la pequeña Tonks estaba como si el mundo se fuera acabar en el momento en que lo viera.

— ¡Cálmate! — chillo Hermione la cual estaba a punto de pegarle a ver si entraba en razón y Amelia paro de hablar sus incoherencias. — Eres una Gryffindor ¿No? ¿Donde está tú valentía?

— Se quedó durmiendo en la cama. — le contestó.

— Merlín ayúdame a soportar este día tan largo. — Hermione salió de la habitación y Amelia soltó resoplido antes de seguirla.

Cuando llegaron a la sala común Harry junto a Ron las esperaban sentados en el sofá que se encontraba junto a la chimenea; Harry las esperaba ya Ron había alcanzado nuevamente el emocionante sueño en donde era el buscador de su equipo de Quidditch favorito.

— ¿El duerme bien? — le pregunto Amelia divertida a Harry quien sonrió viendo a su amigo pelirrojo babearse mientras dormía.

— Duerme más que suficiente.

— Ron, despierta. — hablo Hermione mientras palmeaba su hombro. — Ron llegaremos tarde a la clase de DCLAO. — eso no inmuto para nada al pelirrojo.

— Se acabará la comida del desayuno. — palabras mágicas dijo Amelia porque Ron abrió los ojos de golpe, Harry rio y se colocó de pie.

— ¿Se acabó la comida?

— Si seguimos aquí perdiendo el tiempo si. ¡Así que andando!

***

Los cuatro llegaron al Gran Comedor y lo primero que hizo Amelia fue pegarse lo más que pudo a Ron como si eso la fuera a tapar de la vista de las serpientes, para ser más específica de la vista de Blaise.

— ¿Te sientes bien? — le pregunto una vez se sentaron en la mesa. Amelia junto a Ron dándole la espalda a la casa verde; Hermione y Harry frente a ellos.

— Problemas de chicas que nunca entenderías Ron. — le dijo Hermione abriendo un libro y tomando una tostada cubierta de jalea.

— Y espero poder nunca entenderlos. — ambas chicas rodaron los ojos y comenzaron a comer, Harry entrecerró los ojos. — ¿Que? ¿Que dije?

Amelia negó y tomó un poco de jugo mientras se removía incómoda en su asiento sintiendo una mirada clavada en la espalda. Hermione miro por encima de su hombro y miro como el moreno no dejaba de ver fijamente hacia ella.

— Deberíamos irnos.

— Acabamos de llegar Meliá.

— Puedes llevarte el desayuno para el camino Ron. — la chica se colocó de pie y Harry junto a Hermione también.

— ¡Ash! Está bien.

Blaise miro como ellos salían de comedor y con cierta molestia porque Amelia no lo miro siguió con su camino. No entendiendo porque le importaba tanto y Draco esa mañana tampoco se encontraba de un buen humor como para poder hablar con alguien.

— Ya me voy.

Le dijo al rubio y tan siquiera le hizo caso cuando  le hablo, así que sin decir nada más se fue también del Gran Comedor.

Draco lo miro alejarse y un pergamino apareció frente a el junto a una pluma mágica la cual no necesitaba tinta para poder escribir.

Tengo que hablar contigo. Nos veremos luego de la clase de Defensas.

Draco

Envío la nota y siguió con su desayuno tranquilamente. Él sabía que todo lo que estaba pasando, terminara pasando tarde o temprano, no le sorprendía en lo absoluto.

Protegida | Blaise ZabiniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora