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─ Muchas gracias Pomfrey. ─ eran las nueve de la noche y hasta ahora me había dejo salir de la enfermería. Mi tobillo ya se había mejorado por completo pero me dijo que tuviera cuidado y Hermione me había traído la cena hace una hora, mas o menos. La comida de la enfermería era asquerosa. También me dijo que tenia todos los apuntes de las clases esperando por mi en la habitación. Eso no es el tipo de cosas que esperas que te esperé.

─ Ten cuidado, tu misma eres tu propio peligro Amelía. ─ Sonreí con inocencia y me reí mientras caminaba hacia la salida de la enfermería mirando fijamente el suelo para no caerme, otra vez. Por fin podría respirar un aire limpio y no con ese extraño olor que había en la enfermería causado por las pociones curativas en proceso de hacerse.

Una vez fuera de la enfermería tome rumbo hacia mi querida y calientita torre. No me importaba si la tarea me esperaba ya la haría después, mi cama me esperaba en estos momentos, eso era mucho mas importante. No hay nada mejor que dormir en la cama de uno mismo.

Lo único bueno de estar en la enfermería el día de hoy fue qué no tome mas clase por el resto del día y tampoco tuve que ver a Blaise para nada. Después de la conversación con mi primo Draco lo menos que quería era hablar o encontrarme con ese moreno en ninguna circustancía.

– Amelía. – Merlín me odia, estoy completamente segura de que me odia.

No me gire al oír mi nombre y simplemente seguí con mi andar un poco mas rápido. Mirando hacía el suelo rogando no caerme otra vez.

– ¡Amelia! ─ volvio a decir y me gire verlo de golpe, el se detuvo y negué para comenzar a caminar otra vez. Mis pies se tambaleaban y no me quería caer en estos momentos. ─ ¡Oye!

─ Sea lo que sea que me tengas que decir te lo puedes reservar. Me tengo que ir.

— Tú no te vas sin que hablemos.

— Mira como lo hago. — me giré dispuesta irme y alejarme de él.

Pero su idea era otra y lo demostró muy bien en el momento que me tomó de la muñeca. Me hizo girar y en un solo jalón me hizo acercarme a él, muy cerca. ¡Demasiado cerca! Estaba rebasando mis niveles de espacio personal. Invade mi burbuja.

Blake.

— ¿Cómo estás?

¿Eso es lo que quería hablar? ¿Para eso todo esto? ¿Es enserio?

— Estoy bien y estaría mejor si me soltaras. ─ exclame intentando zafarme de su agarre, aunque no lo hice con tanta insistencia porque no vendría bien que mi torpeza nos tirara al suelo. Aunque él tenía la perfecta agilidad para mantenerme en pie y no permitir que nos fuéramos de bruces al suelo.

–– Sabes que no es así. –– murmuró y sonrió. ¿Por qué sonríe? ¿Que quiere lograr con todo esto? ¿Por qué no me habla claro?

— Podríamos volver a ser lo que eramos antes y me sueltas. — su agarré aflojó así que me aleje unos pasos. — Tú mismo dijiste que esto era solo un juego.

— Luego de ese beso lo dudo mucho.

— No entiendo que cambió, solo fue un beso. — le dije suave, el quiere hablar pues vamos a hablar.

— ¿Solo uno? — pregunto divertido y coloque los ojos en blanco.

— Bueno fueron unos cuantos pero eso no es nada. ─ volví a decir.

─ Es mucho. ─ suspire con mucha, mucha fuerza y mire hacía ambos lados del pasillo, no había nadie en el pasillo. Lo mire fijamente por un momento, sus ojos eran de un color tan oscuro y en estos momentos me provocaban tantas cosas. Solo fueron besos en un solo día, algo que ambos aceptamos por joder y ahora de un momento a otro sentía de todo. ─ Vamos Amelia.

─ Lo único que quieres es joderme. ─ su cercanía ya me estaba mareando, quería besarle, quería que me besara.

─ Vamos a jodernos juntos.

Protegida | Blaise ZabiniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora