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La cena acabo y todos comenzaron a desalojar el Gran Comedor. Miré a Blaise entre la multitud y negué levemente, el asintió y yo seguí a Hermione para ir hacia la sala común. Las veces que estuve por caerme en las escaleras fueron más de las normales, si Hermione no hubiera estado cerca me hubiera ido por el vacío. Estaría muerta.

Entramos en la sala común y pude ver a Ron sentado en uno de los sillones que habían dentro de la sala. Me miró mal y yo fruncí el ceño mientras le correspondía la mirada. Seguí de largo hacia la habitación. No estaba dispuesta a escuchar reclamos cuando yo no había hecho nada malo. ¡Solo estaba saliendo con quien me gustaba! Si a él no le gustaba que yo saliera con quien me diera la gana era su problema.

Me hizo sentir mal. No quiero estar enojado con él.

– Blaise Zabini. - coloqué los ojos en Blanco. Lavander siempre tenía que decir algo. - No tienes tan malos gustos después de todo.

Ella y Parvati rieron.

- ¿Desde hace cuanto están saliendo? - Lavander se sentó sobre mi cama y la miré fijamente, ¿y esta que? Dios mío perdóname pero estoy mala de los nervios  y estás dos no son de mucha ayuda.

- Meses.

- ¡Que bien guardado se lo tenían! - Hermione aparece o me comeré a estos dos seres vivos, no es que quiera practicar el canibalismo pero no me estaban dejando otra opción. - ¿Por que lo mantuvieron en secreto?

Paciencia, paciencia, necesito paciencia.

- Cuando mantienes algo en secreto es porque no quieres que lo sepa nadie. - mencionó Parvati como si acabara de decir la oración mas inteligente. - Debía ser emocionante encontrarse a escondidas ¿no? La adrenalina... ufff, increíble. - tome mi pijama.

- ¡Vamos Amelia! ¡Cuéntanos!

- No. - solté y ambas fruncieron el ceño, respire profundamente. - Estoy cansada, ¿vale? Solo quiero darme un baño y dormir, no me apetece hablar ahora y mucho menos con ustedes dos.

- Debes tomarte un té querida. - Lavander se cruzó de brazos, una sonrisa burlesca en sus labios apareció. - A ver si te calmas.

- Si, así podríamos ver si realmente estás feliz.

- Como si les importara. - les cerré la puerta en la cara y antes de que pudiera caerme por culpa de su propio desorden me deslicé hacia el suelo.

Cerré los ojos, escuchando el latido frenético de mi corazón, podía sentirlo en mis oídos con fuerza. Algo parecido a la felicidad, los nervios, la frustración se mezclaron dentro de mi. Realmente quise sentirme feliz porque era algo que yo quería pero no podía evitar pensar en Ronald y su reacción.

¿Perdería mi amigo por esto? ¿Sería capaz de dejar mi amigo por hacer algo con lo que no estaba de acuerdo?

Relación. Una relación con Blaise Zabini.

Reí nerviosa, si le contaran esto a mi yo de hace un año estaba segura que pegaría una carcajada hasta morir y dirían que la persona que pensara que ella podría tener una relación con Blaise estaba drogada.

Una nota apareció frente a mi.

"Sonríe, todo estará bien."

Y mientras una lágrima bajaba por mi mejilla sonreí por primera vez con sinceridad desde que salí del gran comedor.

•••

Hermione fingía leer el profeta, Harry miraba disimuladamente hacia Ronald y Ronald encontraba muy interesante el plato de comida.

Podía estar muy molesto pero él hambre no se le quitaba en lo absoluto.

— ¿Que harán hoy?

— Estudiar para los TIMOS, lo cual deberíamos estar haciendo todos. — moví mi copa, Harry se encogió de hombros.

— Tengo entrenamiento. — habló el niño que vivió y volvió a mirar a su amigo.

— ¿Y tu, Ron? — Hermione le insistía para que hablara y él la miró con cara de pocos amigos.

— No te importa.

— Grosero. — le dije de vuelta y me fulmino con la mirada.

— No estoy hablando contigo.

— Ya deja de ser un maldito infantil. — exclamé exasperada, estaba harta y solo había pasado dos días desde que todo el colegio se enteró, dos días donde mi amor idílico y secreto había dejado de ser tan secreto. Todos parecían haber vuelto a la normalidad, excepto nosotros por culpa de comportamiento de Ronald.

- ¿Así que soy un maldito infantil?

- ¿Y como quieres que llame a alguien que no acepta lo que su amiga quiere? Ah si, ¡mal amigo!

- Amelia.

- ¿Mal amigo? - golpeó la mesa llamando la atención de los más cercanos. - ¿Mal amigo por preocuparme por ti? - estaba tan rojo como su cabello. - ¿Y como le decimos a alguien que toma partido por quien nos ha hecho la vida imposible? ¡traidora!

- ¡Ron!

- ¡Yo no tome partido de nadie!

- ¡Lo hiciste desde que decidiste juntarte con uno de ellos!

- ¡Basta! - Hermione prácticamente gritó. - Este no es lugar para sus escándalos.

- No lo seré este, ni otro... - Ron tomó sus cosas antes de salir molesto del comedor, Harry me observo fijamente por unos momentos antes de ir corriendo detrás de él.

Apreté tanto las manos en ese momento que podía sentir las uñas cortar mi piel, Hermione me observaba llena de preocupación.

- Lo siento. - murmure, ella hizo una mueca antes de negar.

- No te disculpes. - intento sonreí. - El es... tu sabes cómo es.

•••

- Meliá... -

- Hola, Blake. - había sido una mañana de mierda. La discusión con Ron, me había caído en el invernadero y me había dormido en medio de una clase. Las tres cosas eran normales en mi diario vivir pero precisamente hoy las tres me habían hecho sentir horrible. - Estoy tan cansada. - mencione mientras tomaba asiento junto a él en uno de los pasillos, besó mis labios y sonreí suavemente antes de acurrucarme hacia el. El frío aún habitaba en los pasillos.

- ¿Que pasó con Weasley?

- Problemas que nunca falta.

- Si te hizo sentir mal...

- Yo me sé defender muy bien sola. - le corte él rollo, el sonrió de medio lado y suspiré como tonta antes de sus labios tocaran los míos otra vez. Fue suave, corto pero justo lo que necesitaba. Lo abracé con fuerza y aspiré su aroma, cerrando los ojos y dejando que por un momento los problemas, las preocupaciones y todo lo que pudiera perturbarme se desapareciera.

Protegida | Blaise ZabiniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora