¿Cómo decirte lo tanto que me importas si no hay suficientes palabras para hacerlo?
Tampoco las hay para expresar lo que me haces sentir con solo una mirada de esos brillantes ojos que me hacen viajar hasta otra dimensión en la que solo estamos tú y yo.
¿Cómo explicarte que tus labios me pierden, si hasta el desierto más solitario se queda corto ante ellos? Y es que me perdería una y otra vez en ellos hasta quedarme sin aliento.
¿Cómo demostrarte lo mucho que te quiero, si incluso el mismo universo se queda pequeño cuando se trata de mis sentimientos? Porque es tan inmenso que todo se ve diminuto a tu lado.
¿Cómo puedo hacerte ver lo que eres capaz de hacer sentir en mi interior, si ni siquiera la avalancha más poderosa puede comporarse con todo lo que causas en mi corazón? Tantas mariposas revoloteando, llamas encendiendo como en el mismo infierno, haciéndome palpitar cada vez más rápido mi corazón y una voz en mi mente que solo sabe pronunciar tu nombre y las palabras más hermosas aunque ni ellas mismas se acerquen a lo que siento.
¿Cómo mostrarte la manera en la que solo te miro a ti, si ni si quiera el modelo más perfecto podría verla? Mis ojos te pertenecen solo a ti y son capaces de decirte mucho más que cualquier palabra.
¿Cómo enseñarte todo lo que lucharía por ti, si ni en las mejores películas pueden verse? Podría enfrentarme a cualquier cosa o persona por tenerte siempre a mi lado. Por qué es donde siempre te quiero tener.
¿Cómo te expongo este amor sincero, si ni en las grandes novelas aparecen? Por qué es tan grande que a ningún escritor se le podría pasar por la mente.
Y es que me haces sentir tantas cosas en tan poquito tiempo que todo sobra. Solo me bastan unos minutos mirándote para saber que eres todo lo que quiero en mi vida.
Porque es tan perfecto, que parece un precioso sueño del que jamás despertaría.
Esto solo es el comienzo de una gran historia sin final.
Te quiero.
