(Presente...)
Hoy es mi primer día de trabajo, estoy feliz de haberlo encontrado tan rápido porque se me estaban agotando los recursos, el motivo es que me he tenido que mudar y cambiar de ciudad por motivos muy personales que a la vez me da vergüenza contar y pavor. No es mucho lo que voy a ganar, lo sabía más que de sobra y es que trabajo de lo mismo que trabaje en mi anterior trabajo, camarero, solo me cambia el uniforme.
Ya habiendo llegado me presento ante todos, tres chicas y dos chicos, que llevan trabajando ahí mucho más tiempo que yo. La verdad es que todos aparentan ser muy simpáticos y espero no tener problemas con ninguno. Entablo conversación y nos ponemos en marcha para iniciar con el trabajo y abrir el local.
Todo va a las mil maravillas en cuanto a funcionamiento y trato de los clientes, el tener conocimiento y práctica en esto hace que todo me sea fácil. Cuando se acerca la hora de cerrar yo me encargo de limpiar las mesas y subir las sillas para que mi compañero pueda barrer y fregar con facilidad. Pactamos para el turno de mañana, me despido y me voy.
Llego a casa reventado, tengo jornada completa y solo tengo el descanso para comer, con las mínimas ganas me preparo algo de cenar que sea ligero, también a mi gata, que seguramente la pobre esté hambrienta, ella me lo agradece restregándose por mi pierna. Hace poco que he encontrado este apartamento que me vino de lujo ya que no me podía seguir permitiendo dormir en un hotel y al menos la fianza que tuve que soltar al principio no era de mucho, para este mes llego sin problemas.
Cuando termina de ablandarse los fideos vierto la sopa en un cuenco y me voy hacia mi cuarto ya que es lo único que tengo decente, aún no he terminado de amueblar y colocar lo demás de la casa. Coloco el tazón encima de la mesita y enciendo mi ordenador para ver algo interesante mientras ceno, siendo así que de un capítulo inicio otro, otro y otro así dándome las dos de la mañana, aún no tengo sueño la verdad pero como no cierre ya los ojos y me duerma mañana me costara la vida levantarme.
No son más de las cinco de la mañana cuando escucho un ruido que me sobresalta, tras ello enciendo rápidamente la lamparita que tengo y me cercioro de que mi gata no ha sido ya que está como una rosquilla a los pies de mi cama, eso no hace que me quede más tranquilo y rápidamente me levanto y me meto en el armario, si vuelvo a escuchar el mismo ruido o algo similar llamaré a la policía. Quizás haya sido un crujido de las ventanas por el viento o de los muebles, lo dejo estar y vuelvo a la cama a intentar conciliar el sueño.
Miento si digo que me dormí rápidamente porque eran pasadas las seis y no encontraba la postura correcta y fue aún más doloroso cuando la alarma sonó obligándome a despertar.
- Quiero dormir.- murmuré, la gata solo me maulló en respuesta.
Después de una ducha reconfortante, desayuno, lavo mis dientes y me visto con el uniforme. No me desagrada trabajar, sea lo que sea, si el trato es bueno y tengo amistades con las que hablar es incluso muchísimo mejor porque no me gusta para nada estar parado dejando mi vida pasar. Aunque últimamente no he podido llamarle, agradezco que mi amiga Petra haya estado allí para mí, desde que me mude aquí no he sabido nada de ella, quizás este más ocupada, luego intentaré ponerme en contacto con ella.
Repaso por décima vez si llevo todo y me marcho cerrando la puerta con llave. No tardo mucho en llegar, solo esta a veinte minutos de casa, estoy acostumbrado a más, conforme entro veo que mis compañeros están poniendo todo en orden para abrir.
- Buenos días Levi, creía que no llegabas. - Me dijo una sonriente Hange.
- Me costó muchísimo levantarme pero he llegado a tiempo. - Sonreí no muy seguro. De repente noto una palmada que me hace sobresaltar.
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Cicatrices. (Ereri)
FanfictionLa forma en la que me decía que me quería, bien sea con la mano abierta o el puño cerrado, sus formas de demostrar que soy suyo, palabras que duelen más que puñales. Todo tiene su límite. *AU Ereri*