El Placer de La Lujuria (+21) [En Emisión]

Cap. I (Pt. 2/2)

Luego de una clase bastante poética y profunda de lenguaje, suena el timbre para salir al recreo. Por lo general, me gusta caminar por el colegio con mi amigo Dylan o escuchando música, mientras que en el lugar hay diversos grupos de chicos y chicas que caminan de aquí para allá y de allá para acá, o aquellos que hacen deporte, o ese pequeño grupo que no se despega del celular, o a los profesores que van corriendo con los exámenes y con una taza de café en la mano.

Para mí mala suerte, hoy Dylan no vino, así es que mi otra opción es sentarme en una banca a comer algo, y tomar un poquito de sol. Lo bueno es que en esta ocasión el recreo pasó bastante rápido, lo malo es que hay que volver a clases (y tengo mucho sueño).

Suena el timbre y me toca química, el profesor es un hombre de unos 60, o tal vez 70 años, muy alto, que parece tener un rostro de viejo amargado, pero en realidad es muy simpático, siempre anda diciendo chistes sobre su materia, algunos son bastante graciosos, otros no tanto, pero igualmente todos se rien (yo creo que lo hacen para no reprobar su clase, o para que se sienta bien consigo mismo, pero como sea, me cae bien).

- Buenos Dias Alumnos.

- Buenos dias profesor.

- Hoy haremos un proyecto en parejas para las vacaciones de invierno, el cual se premiará el primer, segundo y tercer lugar.

Y como es de costumbre, nunca falta la típica compañera que pregunta:

- ¿Las parejas las escogeremos nosotros o usted?.

Le contesta:

- Yo las escogeré.

Comienza a elegir las parejas para el dicho proyecto, cuando finalmente dice mi nombre y el de mi compañero.

- (...) y (...), ustedes investigarán acerca de los diferentes tipos de venenos, sus composiciones químicas, además deben incluir los efectos que genera en los seres humanos, y cuáles son las posibles curas o soluciones para los diversos tipos de venenos.

Yo estoy sumamente nerviosa, no por el tema del proyecto (de hecho, eso me vale madres), lo que me pone nerviosa es la pareja que me había correspondido. Mi compañera de banco de toca el brazo y me dice:

- Uuuuuy, ¿cómo te sientes al saber que (...) va a ser tu pareja 7u7?

- No... Pos... Bien, no hay problema.

(Eso se lo dije intentando hacerle creer que me valía tres hectáreas de verga, pero en realidad estaba súper feliz uwu)

- Siiiii, claaaro, soplame el ojo.

Yo le iba a soplar los ojos, pero al verle el rostro, ella tenía ambos ojos cerrados, con una gran sonrisa en la cara. Yo por venganza le golpeo en el hombro (se lo merecía no? 7-7).

- Ouch! Maldita

- ¿Qué? Eso te pasa por cerrar los ojos, jejeje.

Mientras tanto, el profesor seguía escogiendo a los demás grupos con sus respectivos temas, y mientras hacía eso la clase se pasó volando.

Suena el timbre para salir al segundo recreo y otra vez voy a mi banca en donde no sucede nada interesante, excepto que en este recreo, un chico se tropezó y se cayó, no le pasó nada, pero fue muy gracioso, yo no pude evitar reírme como una loca, mientras que algunos de sus amigos y amigas me miraron enojados por lo que le pasó a él, yo sólo los mire y les dije:

- ¿Qué? ¿Algún problema? Es que fue muy gracioso, admitanlo, ustedes también se rieron un poco.

La chica más pequeña del grupo me dice:

- En eso tienes razón, hermana.

- ¿Ven? Ella si me entiende.

Él chico que se había caído y su grupo se fueron caminando, y no les di más importancia.

Suena otra vez el timbre para entrar a clases, ahora me toca historia, la profesora es una mujer de pequeña estatura, de unos 50 años, con el cabello de rulos con tonos entre café y gris, en su rostro siempre hay una hermosa sonrisa que de tan solo verla te llena de alegría, y te llena el de felicidad el alma (no saben la cantidad de veces que ha cambiado el ánimo de muchos con solo saludar y mostrar su sonrisa).

- Hola mis niños, qué tal? Hoy continuaremos con la materia de la segunda guerra mundial ¿En qué habíamos quedado la clase pasada?

- En que comenzaba en 1944, comenzó en Alemania y se expandió hacia el resto del mundo.

- Perfecto, hoy veremos las principales causas que llevaron a este suceso que marcó un antes y un después en la historia universal.

Luego de una clase bastante interesante y entretenida, suena el timbre final para irse a casita. Durante la clase llovió un poco, así es que se sentía el clima un tanto pesado, pero se sentía ese hermoso aroma a tierra mojada (no sé si a ustedes les gusta, pero a mí me encanta).

Voy saliendo del colegio muy calmada y relajada, y sin esperarlo, (...) A lo lejos me dice:

- Oye, espera, tengo que hablar contigo!

Con la cara sonrojada y con el corazón a mil por hora, me pongo a correr y sin darme cuenta tropiezo,y caigo, pero mis ojos involuntariamente se comienzan a cerrar...