Volviendo al trabajo

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Ryoko despertó temprano como solía hacer siempre, la energía la desbordaba demasiado como para seguir en la cama perdiendo horas de nuevas actividades. Tomó una ducha y se vistió tan rápido como pudo, el día de hoy haría las visitas en las alas donde más le gustaba trabajar. Pero primero pasaría por la oficina de la alcaidesa Hyakushiki, ya que no habían tenido tiempo de charlar como era debido, y sabía de sobra que Momoko tendría mucho por contarle

-Bien, es hora de empezar el día- se dijo a sí misma acomodando su gorra

Tomó el metro y se encontró con muchos guardias adjuntos de diferentes secciones, de inmediato se acercó y comenzó a charlar con ellos. A pesar de ser su superior se comportaba como si fuera una novata que no sabe de las reglas de la prisión. Por eso se le hacía muy fácil hacer buenas relaciones con todos, no podía evitarlo, ella se había criado de esa manera.

El parlante anunció la próxima estación y Ryoko se puso en marcha.

Golpeó la puerta y luego se asomó con una enorme sonrisa

-¡Tarán! he venido Momo-chan- saludó con alegría

-¡Oh! Ryoko - exclamó la alcaidesa- al fin vienes a verme

-Lo dices como si hubiera llegado hace meses, y solo han pasado dos días...pero no se preocupe mi alcaidesa, yo la entiendo perfectamente, cuando se trata de amor el corazón no entiende de espera- le dijo con tono burlón mientras se acercaba y se sentaba a su lado

-N-no te burles de mí, realmente necesito hablar contigo- dijo con cierto nerviosismo- necesito de tu ayuda para...

-Para hablar con Sugoroku Hajime, lo sé, lo sé Momo-chan pero ya te he dicho muchas veces que solo tienes hacerlo. No tienes que tener miedo, date la oportunidad

-No es tan fácil hacerlo, está el trabajo de por medio. Yo soy la alcaidesa y él es un supervisor ¿cómo tomarían los demás algo así? 

Ryoko se quedó pensativa unos segundos

-Bueno, entiendo lo que quieres decir pero yo pienso que mientras dos personas se quieran, nadie debería pensar mal de eso. Además, aunque Hajime y tú tuvieran una relación, créeme que eso no afectaría su desempeño, ese Hajime es todo un adicto al trabajo...tiene serios problemitas - comentó recordando las tantas veces que había visto su desempeño en el ala 13

-¡Kyaaa! si, si, Sugoroku Hajime es tan serio y dedicado, me gusta esa parte de él.- la alcaidesa se tapó el rostro avergonzada- Es tan severo como guardia y tan decidido en sus acciones. Siempre que me trae sus informes sobre los reclusos mi corazón se pone tan nervioso, su presencia hace que no pueda controlarme

-Hahaha eres tan mona cuando te pones así Momo-chan, deberías dejar que Hajime conozca ese lado tuyo. ¿Qué te parece si organizamos una fiesta y hago que los dos se queden solos?

-¡N-no! ¡ni se te ocurra Ryoko!- dijo asustada- no hagas nada de eso

-Pero pediste mi ayuda...

-E-esto es mucho mas complicado, no es como hacer amigos. Tú no lo entiendes porque no te has enamorado aún

Esas palabras hicieron enmudecer a la joven loba, era cierto que nunca se había enamorado pero para ella no lucía tan problemático como su amiga se lo hacía parecer. Si alguien te gusta lo mas lógico es ir a por él...¿no?

-Bueno, debo irme Momo-chan. Cuando traiga los informes seguiremos hablando sobre tu apasionado Romeo- le dedicó un guiño y se fue a sus labores

En el ala 3

-¡Kiji-san! tanto tiempo sin verte- Ryoko saludó enérgicamente al supervisor del ala 3, que al verla no dudó en corresponder a su saludo

-Oh Ryoko-chan, te extrañé mucho. En todo este tiempo no he tenido con quien hablar de mis productos de belleza- unas lagrimas se escaparon de sus maquillados ojos- También extraño ir de shopping contigo y... ¡¡Gyaaa!!

¡¿Un romance en la prisión Nanba?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora