Luego de un año de licencia por problemas de salud, un nuevo personaje retoma sus actividades en la gran prisión de Nanba. ¿Esto traerá problemas? ¿traerá diversión? ¿traerá romance? No lo sabemos, puede suceder esto y mucho más, después de todo hab...
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Una vez realizado el discurso, la alcaidesa dio comienzo al torneo de año nuevo, todos fueron acomodandose en las gradas, los cuatro reclusos del ala 13 celda 13 ya sabían que participarían, y que si ganaban podrían pedir lo que quisieran. Ahora solo restaba organizar quienes participarían en los distintos eventos programados. Mientras que todo iba siendo preparado, ellos junto a Hajime, Seitarou y Yamato se dirigieron a la sección que les correspondía sentarse.
Ryoko, quien se encontraba precisamente allí, estaba con una emoción que podía notarse en sus brillantes ojos, no quería perderse de ningún detalle, estos eventos la emocionaban tanto que parecía una niña con juguete nuevo.
-¡Es Ryoko-chan!- gritó Nico al verla
-¡Oh! muchachos-los saludó alegremente mientras ellos se sentaban junto a ella- ¿cómo han estado?
-Ryoko-chan hoy te ves radiante- le halagó Uno
-Gracias Uno-kun- ella sonrió- ¿están ansiosos por ver el torneo?
-No tanto...-Jyugo miró con pereza hacia el campo- si tengo que participar junto a Hajime será de lo peor
-Cierra la boca número 15- la voz de Hajime se hizo oír
-Lo sé, lo sé...ese supervisor no sabe trabajar en equipo- prosiguió Ryoko contestando a Jyugo, haciendo que Hajime la fulminara por ese comentario, ella no le dio importancia-pero ¿sabes que puedes pedir algo si ganas?- le dijo tratando de generarle entusiasmo- lo que tú quieras
-Lo que yo...quiera- pensó cabizbajo, totalmente metido en sus pensamientos
A la joven lobo le llamó la atención aquel gesto.
-Ryoko-chan- Nico llamó su atención- ayer vi una pelicula japonesa donde aparecía una chica junto con lobos...¿acaso tu eres la princesa Mo**noke?
-No estoy segura de lo que hablas- dijo sin entender a que se refería- así que optaré por decir que no.
De uno en uno fueron apareciendo los guardias, el primero fue Samon, quien comenzó a pelear con Hajime por quién ganaría el torneo; el segundo fue Kiji, quien los regañó por su poca elegancia; y finalmente Kenshiro, que declaró que ni el faisán ni el mono eran sus enemigos y lanzó una mirada retadora a Sugoroku Hajime.
-Un mono, un faisán y un perro...-dijo Rock
-La historia de Momotaro- Nico sonrió
-¿Eh?- Jyugo los miró sin importancia- son simples esbirros
