|Capítulo 4|

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[FlashBack]

POV'S Skippy.

     Otro estúpido día en España, otro estúpido día donde veré a la chica que invade mi mente a cada momento.

     Desde que llego, no había nadie que no cayera ante sus encantos, los encantos de Andrea, una hermosa bailarina de ballet, que encantaban a todos con sus ojos color café que tenían un brillo especial, y esa sonrisa, dios, esa bella sonrisa, era tan hermosa, era tan inocente.

     Pero esto tenía que terminar, en mi casa padre me gritaba por mis malas calificaciones, todos las teníamos, todo era su culpa, porque nadie pone atención en clase, no podíamos desviar la mirada de sus ojos.

     Todos fantaseaban con ella, le traían regalos, la invitaban a salir, pero sabíamos que eso no era normal.

     Se comenzó a decir que ella era una bruja, muy linda, por supuesto, y había hechizado a cualquier hombre del instituto, pero claro que esto tenía que estar comprobado, así que decidí hacerlo yo mismo.

     Ese viernes, ese grandioso viernes, lo había planeado desde hacía tanto tiempo, nada podía fallarme, será la última vez que la vea, que todos la veamos.

     Ya estábamos hartos su brujería, no quería reprobar el año por culpa de una bruja, porque eso es lo que ella era, ¿no?, una asquerosa bruja, merecía morir.

     La seguí con mucho sigilo, ella no se percató, dudé sobre qué callejón utilizar. Cada vez que decía "éste es", otra parte de mí atacaba diciendo "aún no, hay que esperar otro", daba igual, todos estaban vacíos, pero supongo que el miedo me ganaba a pesar de que ya estaba todo practicado.

     Hasta que llegó el callejón indicado.

     La aventé contra una pared, mientras la golpeaba con una piedra que había estado tirada por un lado de ahí, ella luchaba por safarse de mi agarre, pero claro, yo era más fuerte, los golpes fueron aumentando de fuerza, la sangre salía de su cuerpo y me manchaba, hasta que logre noquearla.

     Ese callejón estaba sucio, pero ella lo era aún más, una bruja es impura, sucia.

     Para finalizar, le rocié gasolina, ya casi terminaba, intenté que todo su cuerpo quedara impregnado de este líquido, y me aseguré de que nadie estuviera cerca.

     Llegó la hora de prender el encendedor, mi mano aún temblaba un poco, pero lo hice.

     Fue increíble ver como una pequeña llama de fuego que emitía el encendedor se esparció tan rápido que casi llega a consumirme a mi también.

     Se movía como un gusano y gritaba por el dolor que le causaba, yo solo me encontraba sonriendo.

     Cuando pareció no estar más con vida le eche agua, ahí fue cuando observé que el hechizo estaba roto, esos ojos café eran solo dos globos oculares derretidos.

     Ya no me gustaba, se veía horrible sin piel.

     Al parecer sus gritos llegaron a oídos de algún imbécil que llamo a la policía. Llegaron bastante rápido, ni siquiera me dio tiempo de buscar un lugar donde esconderme, solo correr hasta el final del callejón hasta encontrar una rendija con un pequeño espacio.

     Afortunadamente logré escapar antes de que ellos tomaran mi pie.

     Estaba tan lleno de odio, que no había lugar en mi para el amor, la pena, la ternura.

     No fue oscuro y obsceno como dicen, me divertí bastante, matar a alguien es realmente una experiencia entretenida.

[Fin Flashback

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