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Omegaverse; Namjoon Top, JeongGuk bottom; fluff; romance; poquito drama
Que disfruten del primer capítulo.

[➫ Jueves/목요일] INTRO
omegaverse!

La navidad se acercaba, y YeonWoo no veía la hora de ir pidiendo sus regalos. Después de todo, había sido un buen niño. Siempre cumplía con sus deberes y ayudaba a su hermano mayor siempre que se lo pedía.

YeonWoo, era un pequeño de tan sólo 7 años. Tenía el cabello lacio y castaño oscuro. Sus ojitos, eran marrones, y su piel era de un pálido rosa muy bonito.
Todos sus rasgos los había heredado de su hermano mayor, JeongGuk. Sólo que la única diferencia entre él y su hermano mayor, era que él era un Alfa y su hermano un omega.
Ambos hermanos vivían sólos, ya que todos sus familiares simplemente no existían en sus vidas, y sus padres habían fallecido hacía unos años en Tailandia, ambos desaparecieron en la selva y jamás se supo nada de ellos, pero todos sus familiares cercanos habían asumido que ya no los acompañaban en vida.

Para ese momento, JeongGuk ya era mayor de edad, y por suerte le permitieron tomar la custodia de su hermano, aunque debió lidiar con muchas responsabilidades porque YeonWoo era pequeño y no podía dejarlo solito.

El pequeño YeonWoo, caminó con emoción a la habitación de su hermano y se adentró en ella. El dulce y suave perfume que emanaba su hermano, invadió sus fosas nasales. Nunca se cansaba de ese olor. Olía como a lavanda y caramelo.

Su hermano, aún estaba descansando. Pero eso no evitó que se trepara a su cama para poder despertarlo.

—¡Hyung! ¡Despierta! —gritó YeonWoo con su voz infantil y chillona, sacudiendo a su hermano de un lado para otro.

JeongGuk balbuceó incoherencias y se dio la vuelta, ignorando a su pobre hermano que todavía no se rendía.

—Hyung ,—llamó su hermano, insistiendo mientras lo sacudía suavemente—. No te duermas.

El niño se encaprichó al ver que sus intentos fallaban, y se fue de la habitación dando un portazo.

JeongGuk, rindiéndose por no poder dormir, se puso a bostezar revolviéndose el cabello. Miró con pereza el despertador, que indicaba las 12:37 del mediodía. Abrió los ojos desmesuradamente y saltó de la cama para salir corriendo.
Qué suerte que trabajaba de noche, si se hubiera levantado a esa hora lo hubieran despedido.

Buscó entre la pequeña heladera algo de comida, pero no halló nada.
Al parecer era hora de salir a comprar.

—¡YeonWoo! —llamó con impaciencia.

No hubo respuesta. Vamos, no tenía todo el día.

—¡YeonWoo, baja ahora o sino ve despidiéndote de la televisión! —su amenaza, sirvió, ya que YeonWoo bajó a regañadientes.

Su pequeño hermano lo recibió con un puchero en los labios, y JeongGuk no hizo más que darle un beso en la mejilla enternecido, pero su hermano todavía lo miraba molesto.

—No puedes despertarte tan tarde, Hyung —refunfuñó con los brazos cruzados.

JeongGuk suspiró.—Tienes razón, Woowoo. Perdona a tu hermanito.

Entonces, soltó feromonas, dejando al aire libre su dulce aroma a lavandas.
Su hermano olió el perfume y suspiró con tranquilidad.

—Hyung —llamó el niño—. Lo siento por querer despertarte así. Sólo quería pedirte algo.

JeongGuk sonrió comprensivo. —¿Qué querías, Yeonnie?

YeonWoo sonrió emocionado. —¡Los regalos para navidad! ¡¿Ya puedo pedirlos?!