Una pequeña historia sobre un gran AMOR

Un beso.

Narra Alez

No quería que llegara el momento de verlo, no sabia como actuar, ¿Tenía que actuar como su novia cuando me recogiera? o ¿Se quedaría en el auto y yo solo subiría?

Esto me tenía muy loca, así que no quería que la escuela terminara, no necesitaba más conflictos en mi vida, pero como siempre pasa, cuando quieres que algo no se acabe es cuando más rápido termina y fue que en un abrir y cerrar los ojos ya había terminado la escuela.

La campana sonó y yo salí hacia mi casillero pero en el camino me encontré a mi mejor amiga Natasha.

-No me vas a creer el chisme que anda rondando- me dijo después de correr hacía mi.

-No lo se y tampoco me interesa- le dije en un mal tono.

-¿Pero a ti qué te pasa?- me pregunto.

-Lo siento, no me siento bien- le mentí.

-Bueno no importa aún así te contare y tu escucharas- me dijo muy animada.

-Pues como no me queda de otra.

-Andan diciendo que ¡¡Ed Foster esta en el estacionamiento!!! ¡¡El gran Ed Foster!!

-Ed!!!- grité- ¿Cómo sabes?- no podía creer que todo el mundo ya lo supiera y ya estuviera viéndolo y lo que más me preocupaba es que al final me iban a ver a mi, algo que no quería.

-¡Si! ¿No es increíble? ¿Qué estará haciendo aquí?- me pregunto.

No sabía si decirle la verdad, pues era mi mejor amiga, pero sólo lo había sido por algún tiempo (nunca he tenido muchos amigos) y no sabía que el y yo siempre hemos sido amigos desde pequeños, no era algo que me gustaba contar, pero gracias a Dios mi celular sonó en ese momento, era un mensaje de el.

“Sal ahora mismo, no se como es posible que los chismes corran tan rápido!!! Pero más de media escuela esta ahora viendo mi auto, pero esto es bueno, es el momento exacto para revelar nuestro “amor”, si no fuera mucha molestia podrías correr hacia mi y besarme?? Se que pido mucho pero tendrás un gran helado de recompensa”

Sonreí. El sabía perfectamente todo sobre mi, hasta las cosas por las que moría, ni mi madre sabía sobre mi obsesión sobre el helado. Y más que nada estaba feliz de que al fin sabia que es lo que tenía que hacer pero tenía miedo, no quería besarlo.

-¿Por qué tan feliz? ¿Quién es para que te pongas así por sólo un mensaje?- Me despertó de mi sueño Nat.

-Hay algo que tengo que decirte- sabia que se lo tenía que decir en ese momento ya que si no en un momento lo sabría y se enojaría conmigo. Pero sólo le diría lo que los demás saben, nadie sabrá la verdad, será un secreto entre los dos.

“Vamos, todos me miran extraño, di que si y corre hacía acá”

Me llego otro mensaje y tenía que contestarlo.

“Dos minutos, voy para allá XD”

-Ed esta por una sola razón.

-¡¡¡¿Sabes por qué esta aquí?!!!- gritó

-Estoy saliendo con el- dije

-¡¡¡¿Qué?!!!

-Cómo te dije, estoy saliendo con el, aún no es taaaaaan formal, pero lo estamos intentando.

-¿Por qué no me habías dicho?

No sabía que contestar, era algo en lo que no había pensado.

-Pues... porque... tu sabes...

-No, no se, dime.

-Pues es que apenas empezamos a salir, el no quería que la gente se enterara de que estaba saliendo con alguien y que después no funcionara, pero parece que ya quiere que el mundo se entere, ni yo sabía que iba a venir hoy, me acaba de mandar mensaje y también me dijo que me apurara porque lo están acosando, así que ya me voy, bye- le di un beso en la mejilla- Hablamos después.

En ese momento lo mejor fue no dejarla hablar, pues ya no sabía que inventarle y tal vez cuando todos se enteraran de esto la historia se cambiara.

Cuando camine hacia la puerta me di cuenta que todo el mundo estaba ahí, así que fui hacia la ventana que daba hacia el estacionamiento y me di cuenta de algo, nadie se acercaba a el, era como si le tuvieran miedo, el solo estaba recargado en su carro viendo su celular, aunque yo sabia que era solo para disimular,  lo conozco tan bien que se que lo intimidaban y bueno, quien no se intimidaría, toda una escuela viéndolo en un circulo al rededor de el. Decidí ayudarlo, así que intente entrar en el circulo, pero no había lugar por donde pasar, así que intente por el lado amable.

-¿Me das permiso?- le dije a la persona de en frente mientras le tocaba el hombro.

-¿Perdón?- dijo Sara, la tipa más popular de la escuela y obvio la que peor me caía, por qué tuvo que ser ella.

-Que si me das permiso de pasar- dije en un tono de odio.

-Si eres fanática de Ed y lo quieres conocer en persona tienes que escuchar los chismes a tiempo y llegar temprano niñita.

Odiaba que me dijera así, sabía que era por lo menos 10 cm más alta que yo pero éramos de la misma edad.

-¿¿Fanatica?? jaja- me reí en su cara- quiero pasar porque el viene por mi.

-Jajaja, ¿¿por ti?? Ni quien te crea eso- dijo acercándose a mi cara- pero no te preocupes, te haré el favor de conocer a tu ídolo.- volteo hacia los que estaban en frente de nosotras- Todos ustedes quítense, la que dice que es amiga de Ed va a pasar

Lo dijo en forma de burla así que todos se rieron pero aún así abrieron un poco el circulo para que pasara pero ahí no se iba a quedar esto.

-De hecho no soy su amiga, soy su novia- le dije a Sara mientras caminaba en medio de toda la gente.

Volteé a ver hacia Ed y me di cuenta de que estaba volteando a ver hacia mi y estaba sonriendo, así que todo lo demás no fue tan difícil, sólo sonreí y corrí hacia el, pero no podía besarlo, así que lo abrase.

-Te extrañe- me dijo al oído.

-Y yo a ti- le dije sin soltarlo.

-Esto es raro, todos miran

-Pues demosles más para mirar- quería que Sara no se burlara más de mi, que el mundo entero se diera cuenta de quien era yo y más que nada quería besar a Ed.

Así que lo hice, lo bese.

Narra Ed.

Me beso y fue increíble. La bese con profunda dulzura, disfrutando el néctar que permitía la superficialidad del beso, sus labios eran demasiado suaves, disfrute hasta del sabor de su respiración, me tome el tiempo del mundo para recorrer cada milímetro de sus labios. Luego me aleje delicadamente, dejándola con los ojos cerrados. Pude escuchar que todos estaban en completo silencio, hasta la caída de un alfiler se podía escuchar así que decidí darles más. Me abrí paso entre sus irresistibles labios, me apropie de ellos como si fueran míos. Mi lengua recorría su boca por completo. Mientras mis manos se pierden sobre su nuca y su cabello, donde sus manos deshacen mi espalda y mi cintura a cada roce.

Así pasaron unos pocos minutos que para mi fueron muy pocos, pero en ese instante ya no podía respirar. Quería seguir besándola, seguir tocándola, seguir junto a ella pero sabia que demasiadas personas nos estaba mirando y era momento de irnos, pero sabia que la tenia que besar pronto cuando estuviéramos solos, lo más pronto posible.

¿Me estaba enamorando?