De Londres a Dublín

19 2 0
                                    

Ya habían pasado exactamente dos meses desde que se habían conocido. Hoy era el primer día de vacaciones, el primero de Julio. Emily despertó de  a las ocho de la mañana, estaba muy emocionada, como era tradición pasar las vacaciones en Irlanda, toda su familia, la familia de los Burke; la familia de Carl y Drew, los Stephood; la familia de Margaret y desde este año, los Lippton, la familia de James.

Saldrían el primero de julio de Londres, todo el viaje era en tren por una tradición familiar desde hace décadas; el viaje de Londres a Dublín duraría tres días. Las cuatro familias estarían encerradas en un tren todo ese tiempo, aunque a decir verdad, el tren, se parecía a una cabaña muy acogedora y moderna. Emily empezó a empacar, terminó luego de una hora, en total su equipaje eran unas tres maletas grandes repletas de ropa, zapatos y demás y un bolso de mano en el que siempre llevaba un libro, su ipod y su celular.

Ya eran las cuatro de la tarde, el tren salía a las cuatro quince, ya todos estaban en él, solo faltaba Margaret, como siempre. Llegó justo a tiempo, sino, se hubieran ido sin ella – que no daría Emily para que eso fuera verdad. – Al estar en el tren este le hacía recordar al Expreso Hogwarts de Harry Potter, los compartimientos, los vagones, todo.

El tren tenía un diseño un tanto extraño, los vagones estaban unidos por unas puertas extrañas, y como Margaret se quedaba en el vagón de la derecha, y el vagón de la derecha, el último, nunca estaba ocupado, ambas puertas del vagón de Emily estaban cerradas.

Como todos los años, ella suponía que se quedaría sola todo el viaje en su vagón, pero estaba vez había un ruido extraño en el último vagón ¿Pero quién podría ser? No lo sabía, una caída y una queja respondieron a su pregunta.

¡James! ¿Estás bien? – le preguntó Emily abriendo la puerta para encontrarlo en el piso, sobre su maleta.

Auch. – se quejó James. – Creo que no… - dijo intentando levantarse. Era obvio que estaba fingiendo, pero Emily no se dio cuenta y se preocupó.

Iré a llamar a mamá. – dijo Emily saliendo del vagón.

No Em, solo necesito estar en compañía de alguien y me pasará el dolor, déjalo, no pasa nada… - dijo James para que Emily no fuera a buscar a su madre, ya que obviamente Brenda se daría cuenta de que estaba fingiendo.

Pero James, ¿Qué pasaría si te hubieras roto algo? – dijo Emily preocupadísima.

No seas exagerada Em. – dijo riendo. – Ven, ayúdame a levantarme por favor.

Está bien, pero tú eres el único responsable si esto llega a empeorar. – le dijo ayudándolo a levantarse y ambos se sentaron en la cama de James.

Y bien, ¿Qué quieres hacer milady? – le dijo James rodeándola con un brazo.

No lo sé, tú sugiere algo milord. – dijo ella con un suspiro.

Está bien, ¿Y si arreglamos todo aquí y luego vamos afuera a comer algo? Muero de hambre. – dijo James levantándose de un salto.

¡Oye! ¿No que estabas herido y necesitabas ayuda para levantarte? – dijo Emily fingiendo estar molesta.

Em, ¿Cómo yo, un caballero dejaría levantarse sola a una dama? – dijo ofreciéndole su mano para levantarse.

Estás loco. – dijo Emily riendo.

Admite que ya estarías aburrida si yo no hubiera venido con ustedes. – dijo con un tono superior.

Sí, sí, lo admito. – y era la verdad, porque el viaje en tren por tres días era lo peor de todos los años, porque Emily se quedaba los tres días sola porque Carl y Drew dormían todo el viaje, no sabía como lo hacían, seguramente tomaban algún tranquilizante o algo así.

Está bien, entonces, empecemos. – Emily fue a su vagón dejando la puerta abierta para seguir hablando con James. – ¿Quién se queda en el vagón siguiente? – preguntó James.

Adivina… - dijo Emily ordenando sus cosas.

¿Carl? – dijo James.

No… – dijo Emily.

¿Drew? – preguntó de nuevo él.

Tampoco. – dijo ella.

No me digas que… - dijo James creyendo que era Margaret la vecina de Emily la que se quedaba en el vagón izquierdo.

Si, ella misma, pero tú tienes suerte, no la escucharás roncar por las noches, yo sí. – dijo ella con una voz triste.

Pobre de ti Em… pero bueno, tú tienes el sueño pesado, así que no creo que la sientas. – dijo James riendo. En ese instante Emily acababa de ordenar sus cosas y se asomó por la puerta.

¡Oye! Yo no tengo el sueño pesado, tú no sabes despertar a la gente por las mañanas, es más, en mi defensa, ese día en el que terminaste en el placard, no había dormido muy bien y necesitaba dormir más. – dijo ella muy rápido pero James la entendió.

Está bien Em, si tu lo dices… bueno, vamos ya afuera que me muero de hambre. – dijo James invitándola a ir con su típica reverencia.

Bueno vamos. – dijo Emily riendo.

Estos días en el tren serán los mejores de todos los viajes anteriores, pensaba Emily.

Ella y James se pasaron toda la tarde riendo y comiendo, hasta que se hizo de noche. Como era de esperar, Margaret ya estaba roncando en el vagón de al lado, pero Emily pudo dormir muy bien ya que tuvo un excelente día, al fin se había divertido en tren.

Y como decía antes...

Al estar con James todo cambiaba.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 29, 2014 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

I'm here bitches.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora