3

1.9K 180 4
                                    

El pulso se le acelero. Pero no sabia distinguir el porque de aquello.
Bill Cipher se encontraba de pie frente a ella. Con ambos brazos a cada lado de su cabeza ocultando cualquier rastro de luz artificial en el lugar, dejandola entre la sombra que proyectaba su cuerpo.

- Esto toma tiempo Estrella fugaz. Pero he venido a comenzar con el trato. - murmuro de manera fastidiada.

Mabel agacho el rostro de manera involuntaria al sentir su aliento rosar contra su frente. "Esta demasiado cerca... puedo sentir su respiracion".

- Ustedes sacos de carne son demasiado extraños. - murmuro agachandose a su altura para acercar sus labios el oido de Mabel.
- Me gusta.

El rostro enrojecido de la niña le causo una extraña satisfaccion. Casi tan palpable como el dolor.

Mabel tomo un respiro profundo y alzo el rostro con determinacion, preguntandose como haria aquel demonio para ayudarla. Para cumplir su palabra.

- Eso es facil Estrella fugaz. - respondio a la duda mental de la chica. - Pero primero. -

Chazqueo los dedos y de manera inmediata se encontraron en un lugar diferente al espacio mental al que acostumbraba llevar a los contratistas.

Fearmid parecia ser un lugar mas comodo para el en aquel momento.
. . .

Dejo que su vista se acostumbrara a la oscuridad que rodeaba al rubio frente a ella. Y en cuanto se acoplo lo suficiente, los recuerdos de haber estado ahi durante el Raromagedon regresaron a su mente de golpe.

Retrocedio por instinto buscando refugio.

Bill sonrio.

En cuanto vio a la chica retroceder ante un vago flashback de recuerdos, muy gratos para el por cierto. Recordo el porque la habia llevado hacia su castillo.

La dimension de la demencia en la cual se encontraba auto-confinado era comoda, llena de locura y fiesta. Pero sin tratos ni pesadillas de las cuales alimentarse habia comenzado a ser un problema.

Por ello - Te ayudare con esas estupidas pesadillas a cambio de algo. Muy simple a decir  verdad. - le dijo. - Vamos. Toma asciento Estrella fugaz. -

Mabel se sento en la alfombra, evitando cualquier contacto con aquel horripilante sofa de piel humana.

- Me ayudaras con algo. - Dijo Bill de manera simple.

Una flama azul aparecio en su mano y una gema turquesa fue tomando forma ante los ojos castaños de Mabel.

- Supongo que recordaras esto. - Le dijo.

Y Mabel supo enseguida que era una gema identica a la de Gideon. Una que recordaba haber destruido.

- Es parcialmente correcto. Pero esta es mas poderosa. Inquebrantable. -

Mabel la tomo entre sus manos en un acto reflejo para evitar que cayera. - ¿ Que pretendes? Tu, nacho volador. -

Bill curvo su ojo visible en una sonrisa burlesca.

Sindrome ClaveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora