El llanto de la inosencia

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mamá perdonenos por ser fruto del pecado, mamá perdonanos por ser fruto del pecado, pero arrepentida más debes tú estar, por a la lujuria a verte entregado sin pensar, llora la sangre que quieras, o desquitate con nuestros cuerpos rasguñandonos con tijeras en la primavera, pero eso no repara nuestro pacto con el pecado.

Dios al derramar su sangre sobre la tierra mata los relojes, y el dolor es todo lo que oyes, los ojos de fuego se abren entre la tierra, solo se ve el horrible fruto de su eterna guerra, humano pecador, humano que proviene del horror, cristo te creo, pero el diablo te educado, tus ojos y demás sentidos manchados por pecados y odio, convirtiendo su hogar en un bodrio, oh santo cristo, oh santo padre, arde, arde, y ya es demasiado tarde, tiempo, tiempo, tiempo, ahora todo nuestros gritos es un lejano eco, guerra tras guerra, sangre de inocencia y de recién nacidos que mancha la tierra.

Dulce madre, dulce virgen, escuche las plegarias, salvenos del pecado, escuche nuestras plegarias, matenos y desaparezca en la tierra lo malo.

perdonanos madre, perdonanos dios, nuestro cuerpo hemos manchado con el pecado en siluetas de manos, el perdón no bastara para quitar nuestro rostro de vergüenza, nuestro rostro desfigurado, perdonanos madre, por ser el fruto del fuego y pecado, nuestra voz no es más que el molesto grito de un impuro, nuestro llanto y alarido no son mas que oraciones al fuego del infierno

cuentos de un niño con insomnioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora