Cap 3

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ACOMPAÑANTE

Tomys empezó a conversar con Saimon, ignoraron por completo mi orgullo de hombre para ser cruelmente cambiado al de una mujer, cuando menos se los esperen me vengaré de ellos...

—Bien Lun, te queda perfecto ese vestido, puedo decir que incluso mejor que la modelo que se lo puso, si en algún momento Saimon se despide puedes pasar por aquí y con gusto te daré trabajo, te trataré muy bien.— Su sonrisa era terrorífica, definitivamente nunca pasaré por aquí de nuevo.

—Bueno ya es hora de irnos, no queremos llegar tarde y la verdad mientras más rápido termine mejor, hoy salió un nuevo episodio de mi serie favorita.— Dijo Saimon mientras caminaba hacia la salida.

Solo quiero decir que este es el primer día de trabajo más extraño que he tenido en toda mi vida y a pesar de todo lo que estoy pasando, se está volviendo muy interesante, exceptuando los tacones, no entiendo como las mujeres pueden caminar con estas cosas, desde la oficina de Tomys hasta el auto de Saimon y ya siento que estoy caminando en agujas.

Nos subimos al vehículo y Saimon manejo unos 45 minutos en la carretera hasta estar casi saliendo de la ciudad, entramos por un camino de tierra con muchos árboles alrededor.

—Saimon... si no fueras mi jefe te diría que me estas secuestrando.

—No te preocupes, no lo estoy haciendo.— Sonrió y puso un poco de música con la radio, eso al menos me relajo un poco mientras llegábamos.




Era un edificio enorme, una mansión, un castillo, simplemente enorme... Los ricos deben de tener un adicción por las cosas grandes... eso sonó mal.

Bajamos del auto y Saimon me tomó del brazo ayudándome a caminar, por lo menos eso le agradezco, no quiero hacer el tonto cayéndome. Y como siempre, todo era hermoso, tonalidades de marrones y cremas por todas las paredes, columnas y ventanas elegantes con candelabros de vidrios colgando del techo, meseros corriendo de un lado al otro y personas sumamente hermosas, diría que parecen modelos si es que no son.

Me estaba preocupado por no poder hacer mi trabajo bien con todas estas personas importantes a mi alrededor. Pero lo que en verdad me empezó a preocupar fue cuando algunas personas, por no decir todas, se voltearon a verme, ya me estaba preguntando si notaron que soy un hombre. Estaba vistiendo una peluca de cabellos cobrizos largos con un poco de ondulados acomodados hacia un lado y un vestido rojo vino con detalles en negro brillante, tenía un corte que dejaba ver un poco mi muslo y mi pierna, unos tacones del mismo color, accesorios de piedras rojas, parecía la mujer de rojo por así decirlo además de que resaltaba mis ojos azules con gris, podría enamorarme de mi mismo.

—Señor Saimon, veo que trajo una acompañante muy hermosa esta noche, como se esperaba de ti, ¿No me vas a presentar?— Un hombre de unos posibles 28 años dijo en alemán mientras se acercaba a nosotros con una gran sonrisa, cabellos rubios un poco largos, con ojos jades y se podían ver unos tatuajes cuando estiro los brazos, oh Dios, aquí todos están buenos.

—Marckus, hombre, ¿Cómo estás? Hace mucho que no te veía.— Le devolvió el abrazo y me presento —Ella es... bueno.— Trato de contestar pero lo interrumpi.

—Luns, mi nombre es Luns, encantada de conocerlo Señor Marckus.— Le dije con mi mejor sonrisa y una voz un poco más fina, no quería que me descubrieran y a pesar de que estoy aceptando todo esto muy rápido te podría decir que es porque me adaptó muy bien a las situaciones y no es que no tenga orgullo ¡Si lo tengo! Pero situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas.

Esto Debe Ser BromaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora