Cap 8

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Saimon estaba en una de las habitaciones que poseía el avión, unas muy cómodas y totalmente equipadas, pensadas para la mayor comodidad del usuario o pasajero que la utilizaran.

A decir verdad, Saimon es una persona de pocas palabras, excepto con los amigos cercanos y aquellos que se ganan su confianza. Siempre pensando en que hacer para que, las personas que estén a su cuidado, se sientan, siempre, lo más cómodas posibles.

Hay que recalcar que la niñez de tan apuesto y meticuloso hombre no fue de lo mejor, fue algo más complicado de lo que parece.

Sus padres, al ser muy amigos de los padres de los hermanos, siempre le exigían que se comportarse y que actuará como una persona más mayor de lo que debería, a pesar de sólo tener una corta edad.

Los juegos, salidas, fiestas, conversaciones o salidas familiares  que, tal vez, si hubiera tenido, haría que sus sentimientos fuesen más fáciles de expresar. Por ello es que siempre trata de esconder sus emociones tras una sonrisa.

Es posible que alguna vez hayas estado en una relación en la que pones todo tu esfuerzo y dedicación, pero la otra parte no hace nada. Todos en algún momento hemos luchado con todas la ganas del mundo por hacer que una relación funcione, que su familia lo entienda, sin embargo, a ellos no les importaba.

Es muy difícil vivir con alguien que no pone de su parte para mejorar. Cuando esto sucede te desgastas emocionalmente y ves cómo las ilusiones que tenías, cada vez se hacen más inalcanzables.

Los sueños que tanto te esmeraste a que se cumplieran, simplemente se van desvaneciendo.

Pero llegó un momento en que, pensó, reflexiono y sobre todo se preguntó que si valía la pena perder cosas, que, tanto en el presente como en el futuro  le iban a afectar, positivo o negativamente.

Hasta que llego a la conclusión de que la gente no cambia, por lo menos su familia no. Como decía su padre, árbol que nace torcido jamás se endereza.

Así que se fue, inmediatamente cumplió la mayoría de edad, fue a estudiar al extranjero, alejándose de todo lo que conocía y adentrándose en un mundo semidesconocido.

Nadie supo de él en mucho tiempo, por lo menos en algunos años, hasta que fue a visitar a los hermanos, los cuales, a pesar de su corta edad, ya manejaban las empresas de sus padres, por lo menos una gran parte de ellos.

Saimon se acostó en la cama y se quedó observando al techo. Sin embargo, no todo es malo, no, de hecho, hace poco tiempo, Saimon encontró a alguien que concordaba con muchas de las cosas que a él le gustaba, era una persona que sabía escucharlo y que apreciaba incluso aquellas conversaciones que sólo estaban compuestas por silencio.

Aunque sólo hablaban por mensajes.

Sip, así es, Saimon se enamoró o por lo menos esta por caer en las redes del amor con un chico que nunca ha visto en toda su vida. Pero vamos, el amor no tiene límites...

¿Su nombre? Camilo.

Saimon busco su computador y lo prendió, posteriormente abrió una nueva conversación con su pequeño pelirrojo. Según lo poco que le ha dicho el chico virtual a Saimon de sus características físicas, es que tiene el cabello rojo, ojos aceitunados, piel de nieve y labios de cereza, ni muy flaco ni muy gordo, decente, es como se describió el chico.

CONVERSACIÓN

Saimon: Hola pelirrojo

Después de unos segundos, 29 especialmente, que obviamente no contó..., le respondió.

Esto Debe Ser BromaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora