Cap 5

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Escuche la alarma... de nuevo... pues obvio que sonará de nuevo, es un nuevo día.

Lo primero que me molesta es levantarme de la cama, ¡Imagínate! Mi camita, tan suavecita, pomposa, calientita y friita por algunos lugares, es un tortura para mi, ¡Un pecado!

Sin más remedio me levante, aunque la vagancia era mucha tenía que ir a trabajar, ya habían pasado 3 días después de haber visto al hombre que apode como Sr. Strange. Además de que me he vuelto una especie de "cuidadora, consejera, psicóloga" en mi departamento, bueno, en la empresa completa, ¡Incluso Saimon me dio una oficina propia ¡Sólo para responder las preguntas de todos! Nunca espere este tipo de trabajo...

Hice mis necesidades y me cambié lo más lento posible, siempre me quedaba parado frente al espejo unos 5 minutos, juzgando mi vestimenta, he recibido suficientes reprimendas de mi primo y de mi mama para no volver a salir con ropa deportiva al espacio exterior.

Cuando termine de arreglarme salí a la cocina a prepararme un desayuno, había comprado un confle de chocolate, esos que son en forma de bolitas y tienen malvaviscos,mmm..., delicius.

Después de mi exquisito desayuno, escuché como sonaba mi celular, lo cual significaba que ya me estaban esperando. Se preguntarán quién es la persona que me viene a buscar, pues es una compañera de trabajo que al parecer tiene una especie de obsesión por el yaoi, ¿Extraño verdad? No creí encontrar a otra persona con los gustos de mi madre, estoy seguro que se llevarían muy bien.

Hablando de mi madre les quiero contar que cuando le dije sobre el hombre del ascensor el fin de semana  se volvió loca, era la única manera de que poder definirla, me amenazó con que se lo tenía que presentar y me mandaba mensajes a cada minuto y ni se diga de las llamadas... Mi papá tuvo que quitarle el celular para que no pudiera contactarme por un tiempo... Increible.

Antes de salir de mi casa recogí los premios para los empleados, ¿Premios? Pues si, la adicción a mis postres llegó a tal extremo que Simon me obliga a hacerlos para utilizarlo como incentivos a los que trabajan más rápido o son más eficientes. Gracias a Dios me pagan por hacerlos... lo se, soy tacaño pero...Adivina si me importa.

Llegue hasta donde Aleh, así se llama.—Hola Aleh, buenos días.— Dije entrando al carro, ya dentro le di un beso en la mejilla.

—Buenos días Lun, ¿Trajiste todo, no te falta nada?—Me pregunto con una sonrisa mientras ponía en marcha el carro.

—Sip, sabes que reviso todo 30 veces antes de salir.—Dije sonriendo, ella sabe que se me olvidan las cosas rápidamente.

—Oki, ¿Tendremos mucho trabajo hoy también? Salió un nuevo capítulo de mi serie favorita y necesito verlo ya... mira, mis manos están temblando por las ansias.— Y efectivamente que están temblando, es una de las personas más extrañas que se pueden encontrar.

—No lo dudo...— Exprese.

Miraba por la ventana, Aleh tenia musica puesta en la radio pero lo suficientemente bajito para que pudiéramos hablar tranquilos. —Pero ya sabes que siempre hay mucho trabajo, somos de Ventas Extranjeras después de todo.

—Noooo, por eso odio trabajar...

Aleh viene de una familia acomodada, rica entre paréntesis, pero ella se pasaba casi el día entero encerrada en su habitación viendo yaoi, así que sus padres le dieron un ultimátum, o consigue un trabajo donde aporte algo en la casa o la mandan a otro país a trabajar en una de las empresas de su padre.

En verdad que no me lo creí cuando me lo contó pero cuando fui a visitar a sus padre ayer, obviamente les di un presente,—cofcofpostrecofcof,— me lo confirmaron.

Esto Debe Ser BromaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora