Aquella puerta se abrió luego de el paso de aproximadamente una hora, revelando que quien estaba tras dicha acción era ni más ni menos que Jack. El pelinegro dio un vistazo dentro de la habitación para ver dónde se encontraba Riley. La oji-azul no se había movido de donde se hallaba cuando Jack dejó el cuarto, sin embargo, había cambiado su posición y ahora se encontraba sentada en el suelo con las piernas contra su pecho y rodeando las mismas con sus brazos.
Jack se acercó a ella sin hacer ruido. Traía en sus manos varias bolsas de papel con el logo del McDonald's impreso en las mismas, las cuales dejó en el suelo mientras se agachaba junto a donde yacía Riley aparentemente dormida. Acercó su mano al rostro de la castaña, dudando un segundo sobre lo que iba a hacer a continuación, y posteriormente le picó la mejilla con su dedo índice.
—Oye, ¿Estás dormida? —cuestionó sin apartar su mirada de la contraria, y además ladeando ligeramente la cabeza. Acercó su mano una vez más, esta vez para acariciarle la mejilla con sus dedos de forma que éstos rozaran de manera sutil contra la mejilla de Riley en vez de darle un toque como lo había hecho anteriormente—. ¿Sabes? Allí hay una cama. Está limpia, y hasta mandé a que le cambiarán las sáb-- ¡Auch, auch, espera, eso duele!
Riley había despertado de golpe y le había agarrado la mano con brusquedad, para luego empezar a torcerle ésta mientras a su vez también se la apretaba. Le soltó mientras se levantaba y se alejaba rápidamente de él.
—No me toques, bastardo —dijo Riley en un tono amenazante. La mirada azulada de la chica se llenó de odio hacia el de cabellos negros, cosa que él notó enseguida y además le produció un sentimiento extraño en la garganta.
Riley se dirigió a la cama y se sentó en ésta sin apartar su mirada de Jack pues no confiaba en lo que él podría hacer.
—Tienes fuerza... —comentó mientras se miraba la mano. Abrió y cerró ésta para comprobar que estuviese bien, aunque al hacerlo uno de sus huesos tronó. A pesar de que aquello le alarmó, realmente no le dolió.
Sin levantar su rostro, dirigió la mirada a Riley, encontrándose con aquellos ojos azules y además con su ceño fruncido—. Te traje comida, y para que veas que no tiene nada, comeré contigo.— Dijo sin más.
—¡No me importa! Nada me asegura que lo que comas tú está bueno y lo que coma yo está envenenado o con somníferos —respondió Riley.
—Puedes elegir lo que quieras de lo que hay. ¡Es más! Hasta te dejo que me escojas lo que quieres que yo coma. Pero que sea rápido, traje Sundaes y se van a derretir ahí—. Se le oía bastante confiado y seguro de sus palabras, aunque realmente no sabía cómo lograr la confianza de la chica.
—No quiero nada —mencionó la ojiazul desviando la mirada. En sí tenía razón en que no tenía hambre, sin embargo, el olor de la comida rápida dentro de las bolsas se había esparcido por la habitación y le hacía querer comerla, mas, era más grande su orgullo y desconfianza por lo que se trató de reprimir a ello.
—Como desees —respondió Jack encogiéndose de hombros para luego empezar a revisar las bolsas que había traído en busca de los helados. Al encontrarlos tomó uno junto a una cuchara plástica para luego quitarle la tapa que traía éste para evitar que se derramara estando dentro de la bolsa.
Sin más, empezó a comerse el helado. Le gustaba el sirope de chocolate que el susodicho traía, especialmente porque la opción contraria a éste era uno de fresa que para su gusto algunas veces sabía a medicina; de esa que le dan a los niños con la excusa de que sabe bien cuando no es así realmente.
Riley de vez en cuando le miraba de reojo con aquel odio latente de por medio. Por su mente pasaban vagos pensamientos sobre cómo sería matar al joven con sus propias manos. Ya hasta había empezado a morderse las uñas por frustración, a su vez tratando de calmar sus ganas de ir a devorar todo lo que el pelinegro había traído.
Luego de algunos pocos minutos, Jack se terminó el helado y se puso a buscar en las bolsas otra cosa que le provocase comer. Finalmente sacó una hamburguesa de pollo mientras cierto pensamiento llegaba a su cabeza, el cual no se reprimió de expresar—. ¿Sabes? Como no sabía si te gustaban las hamburguesas de carne o de pollo, traje varias de ambas —mencionó mientras le quitaba a la hamburguesa el papel que la envolvía. Posteriormente, le dio un mordisco a la misma, la cual seguía tibia y eso le agradaba; no tanto como el sirope del Sundae, pero le agradaba.
—¿Y a mí que me importa? —cuestionó Riley de forma retórica y con cierto carácter tosco mientras dejaba de morderse las uñas para que sus palabras se entendieran. Al terminar de decir aquella frase, volvió a sus acciones anteriores; morderse las uñas. Interiormente estaba maldiciendo a Jack de todas las maneras que se le ocurrían, pues sabía que lo que él decía era para que incitarle a comer.
—No sé~ —respondió para luego continuar comiéndose la hamburguesa. Había captado que la pregunta de Ray no era una que pudiese responder realmente, pero igual no iba a dejar ésta en el aire para permitirle tener la última palabra.
Una vez terminó de comerse la hamburguesa, hizo bolita el envoltorio y dejó este en el suelo, junto a las bolsas. Buscó unas papas fritas, para luego empezar a comerse éstas sin decir palabra. Sus ojos se dirigieron de forma rápida a Riley unos microsegundos, para luego concentrarse en lo que estaba comiendo. Simplemente buscaba ver las reacciones de la castaña.
—¡Agh! ¡Dame! —mencionó Riley ya harta desde la cama, estaba sentada en la misma de modo que abrazaba sus piernas. Su mirada estaba fija en él, con el ceño fruncido conjuntando para formar una expresión de molestia en su rostro. Aunque había pedido que le diese de la comida no se había movido de donde estaba.
Jack sonrió victorioso nada más oírle. En cuanto notó que ella no tenía intenciones de moverse, se levantó de donde estaba, para luego agarrar las bolsas con la comida y dirigirse a ella. Dejó estas al lado de Riley y se sentó a la orilla de la cama sin sacarle la mirada de encima.
Su sonrisa antes mencionada se había transformado en una pequeña sonrisa de lado. Poco después, Jack siguió comiéndose lo que restaba de sus papas.—Deja de mirarme o te saco los putos ojos —mencionó Riley mientras tomaba una hamburguesa, no se fijó de qué era esta pues no le tenía importancia. Simplemente la desenvolvió y empezó a comérsela.
Su orgullo era tanto que no demostraba que en serio estaba muriéndose por comer la dichosa hamburguesa. La estaba comiendo como si no fuese la gran cosa y con aquella actitud de que no le importaba aunque por dentro estaba deleitándose con el sabor que ésta poseía.
—Bueno~ —respondió Jack, para luego desviar su mirada hacia otro lado. A pesar de ello, de vez en cuando le miraba de reojo unos segundos, cosa que Riley realmente no llegaba a notar a causa de que las gafas oscuras de Jack encubrían aquellas miradillas.
Cuando se terminó las papas, se recostó en una pared aún estando sentado en la cama. Sacó su móvil y se puso a jugar el mismo jueguito de antes, con la diferencia de que trataba de no hacer nada al perder ya que sabía que eso le molestaba a ella. Hasta le silenció el volumen al teléfono para que ella no pudiese quejarse esta vez. Luego de unos minutos se aburrió –O se molestó de tanto perder. Cualquiera de las dos opciones, es válida– y terminó guardando el móvil al no encontrar otra aplicación que le entretuviera sin consumirle los datos móviles.
Dirigió la mirada a Ray, para luego finalmente romper aquel silencio que les había envuelto.
—¿Por qué una chica tan linda estaría en una pandilla? —preguntó ladeando levemente la cabeza con curiosidad mientras esperaba una respuesta concreta de parte de la ojiazul.
★゜・。。・゜゜・。。・゜☆゜・。。・゜゜・。。・゜★
╮( •́ω•̀ )╭
Si tardamos en publicar es que a N1kak0 se le acaban las ideas fácilmente y yo (Ghost Phoenix) quería quemarle las neuronas en que pensara(?).
Ahora cí, cjau.
Nota de N1kak0: Realmente Phoenix no me quema las neuronas porque sino la meten presa por maltrato animal (ง •́ω•̀ )ว (Acostúmbrense a ver mis pinches notas porque usualmente edito los capítulos luego de que Phoenix los sube y se me da por querer agregar weas alv). Ahora sí x2, bOi
Phoekak0✨❤
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❭❭Lost In You❬❬ Vol.Ⅰ
RandomJack D'Angelo, un muchacho de 18 años de edad que por cuestiones de trabajo se ve obligado a secuestrar a una chica perteneciente una pandilla, la cual le debe algo a su grupo. Riley Logan, 17 años de edad. Cae con la mala suerte de ser tomada de re...