Capitulo 1- El brillo de sus ojos.

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Es el año 1905 en León (Nicaragua).

Mi nombre es Ramón Montoya, acabo de cumplir 18 años... En mi familia, lo único que falta, es el dinero. Por que por parte, de mis humildes padres, jamás nada.

Relato está historia, en primera persona.

Para que sepan, en carne propia los echos de esta historia.

Iba caminando, por un campo cercano a mi casa... Recogiendo nísperos para mi mamá.

Eran aproximadamente las 08 a.m el sol brillaba, los pajaros cantaban, el dia ideal. Había recorrido 2 km, mi canasta estaba casi llena. En un momento dado, levanto la mirada, y veo un pañuelo rosa prendido a una rama...

De curiosidad me acerque y lo recogí, para luego oír trotes a la distancia, hacia mi dirección. En ese momento gire, y observe la silueta de lo que parecía ser una chica...

En cuanto mas clara se volvía la silueta, mejor apreciaba su apariencia. Soy alguien timido, y al estar frente a una presencia femenina honestamente estaba, ansioso y muy nervioso.

-Ella: Disculpé ese pañuelo que sostiene me pertenece. (Sonríe)
-Ramón: (Voz entre cortada) Em, oh si, acabo de encontrarlo tomé.
-Ella: Se lo agradezco, es usted muy amable. (Sonrisa) (Mientras se pierde en el horizonte de aquel cielo celeste)

Wow. No encuentro la definición exacta, para describir lo que sentí al mirarla. Sus ojos eran Azules, con una mirada que representaba la inocencia y a la ves la fortaleza.
Su voz... Angelical. Su sonrisa era un mar de paz, en el cual quería sumergirme. 

Pero solo soy un humilde hombre, una chica de su clase jamás se fijaría en alguien como yo.
Solo pierdo el tiempo. Mejor iré a casa ya la voy a olvidar.

[01 a.m]
Con solo la iluminación de una pequeña vela, observo el oscuro silencio mientras pienso en ella.
¿Que me está pasando? Jamás antes había tenido una sensación igual.
Fueron los mejores 10 segundos de mi vida, me siento un poco patético, al estar pensando en alguien que ni siquiera conozco. Además ella ni siquiera debe acordarse de mi.
Ya la olvidaré en algún momento.
Es cuestión de tiempo... (sopla la vela) 

[09 a.m]

Jamás en mi vida desperté tan tarde, mi madre se molestará si no me levanto pronto.
[Va hacia la cocina] [Sus padres sentados]

-Papá: Es tarde hijo, hay mucho trabajo que hacer.
-Ramón: Lo siento papá, anoche no pude dormir bien
-Papá: ¿Así? 
-Ramón: Es que las ratas hacían mucho ruido.

Amo a mis padres, pero no voy a contarles la verdad. Me sentiría aun mas patético.

[Desayuna y sale de su humilde casa]

Una vez más me encuentro en este campo, recolectando todo tipo de frutas... Y voy a admitirlo con la gran esperanza de volver, a ver a esa hermosa chica... Pero no creo que pase.
Pasan las horas llevo 4 km hoy no fue un buen día, mi canasta esta por la mitad... Y a este campo solo le queda 1 km.
Estoy caminando por el campo, ya casi terminando... En el último árbol estoy viendo a una persona.
Voy a acercarme solo por curiosidad...
Mientras más me acerco más familiar, se me hace su silueta. Mi mente me dice que solo es una persona más, pero hay algo en mi que me dice... Que debo seguir hasta ver quien es.
Finalmente la tengo enfrente...
[Toca su hombro]
-Ella: (Sorprendida) ¡Ay! es usted, lo siento me asusto.
-Ramón: (Sonriendo con rubor) Si lo lamento yo por asustarla... Mi nombre es Ramón mucho gusto.
-Ella: [Inclina su muñeca para estrechar su mano] Mucho gusto, me llamo Sandra.
-Ramón: Oiga disculpe mi atrevimiento, ¿usted es de por aquí?
-Sandra: ¡NO! (Riendo) pero hay muy buenos frutos en este campo.
-Ramón: Oh vaya, ya veo por que mi canasta esta por la mitad (Riendo)
-Sandra: (Sonrie) Y ¿usted es de por aqui?

THE LOVE DEADWhere stories live. Discover now