Camaleón

Capítulo IX

Tres días después, 8:37pm. Sergio se encuentra en el departamento haciendo ejercicios físicos.

Sergio. ...trece - catorce - quince - dieciséis...

Suena el timbre.

Sergio. ¿Estudios nocturnos en la primera noche estando afuera?

Vuelve a sonar el timbre.

Sergio. Ya voy, ya voy.

Abre la puerta y está Daniela, vestida de trabajo.

Daniela. Hasta que abrís.

Sergio. Ho-hola, ¿Daniela? ¿Estudios, ahora?

Daniela. No, ¿acaso no vino Érika hoy?

Sergio. Sí, pero tenés guardapolvo y gafete...

Daniela. Es que acabo de salir. Y vine, como habíamos planeado.

Sergio. No pensé que sería el primer día, además, no trajiste la comida.

Daniela. Llega en media hora.

Sergio. ¡Ah, perdón!

Daniela. ¿Me vas a dejar pasar?

Sergio. Sí, sí. ¡Por favor!

Daniela. Ah... pensé que me tendrías toda la noche, o hasta que venga el chico delivery de la pizza.

Sergio. Entonces es pizza.

Daniela. ¡Sorpresa! Jaja

Sergio. Jaja

Daniela. ¿Qué hacías en tu primera noche fuera del manicomio?

Sergio. Algo de ejercicio, hasta que viniste.

Daniela. ¿Y antes?

Sergio. Y bueno, llegué a las 11am, almorcé, llegó Érika, dormí hasta las 4.30pm, jugué con la consola y los ejercicios.

Daniela. ¡Qué interesante!

Sergio. Ey, no puedo salir de acá.

Daniela. Y sí, yo acabo de salir del laboratorio. Tampoco tengo una vida muy movida.

Sergio. Ves... no te burles de este pobre reptil. En tu casa, ¿te espera alguien?

Daniela. Sí, todas las noches me espera Claudio, con tanto amor siempre.

Sergio. ¿Claudio?

Daniela. Sí, hace tres años que está en mi casa.

Sergio. No sabía que tenías una relación con alguien.

Daniela. Nuestra relación es fuerte, por poco llora cada vez que voy a trabajar, y se llena de alegría cuando me ve volver. Siempre me demuestra su querer, duerme a mi derecha...

Sergio. Bueno no quiero saber tanto.

Daniela. ¿No te gustan los gatos?

Sergio. Ah, es un gato -suspira-.

Daniela. Perdón, no lo había dicho. Es mi gato, lo llevé desde que era una gatito que acababa de terminar su tiempo de mama.