Camaleón

Capítulo XV

Comunicador de oído. Cortando la electricidad en 3, 2, adentro, ¡adentro!

Sergio. Listo. Estoy bajando las escaleras.

Comunicador de oído. Ahora como lo hiciste acá. En 3, 2, ahora.

Sergio. [Susurrando] Hay 4 guardias jugando al truco, no veo que estén muy atentos.

Comunicador de oído. ¿Sólo 4? Faltan 3.

Sergio. Entendido. Sigo el trayecto con más atención.

Comunicador de oído. Si los encontrás usá...

Ni siquiera termina de decirlo y el efecto de invisibilidad deja de funcionar. Justo delante de él se encuentra con uno de los tres guardias faltantes quien lo golpea en la cara tumbándolo al casi dos metros atrás. Sergio estando en el piso patea las piernas del guardia pero no lo hace caer, el fortachón pisotea a Sergio pero logra esquivar el pisotón y se le abre la oportunidad de patear la entrepierna del grandulón ya que este abrió sus piernas, el guardia baja la guardia para tomarse la entrepierna, es en dónde Sergio se levanta y con un golpe fuerte y certero noquea al gran hombre. Al caer el hombre detrás de él estaban los dos siguientes.

Avanzan hacia Sergio los dos restantes, sin titubear. Sergio se deja hundir al suelo dejando que los guardias pasen de largo, pero antes de que puedan reaccionar a ese movimiento, Sergio los agarra del cuello de la camisa haciéndolos caer de espaldas al piso golpeando sus cabezas y quedaron quietos ahí.

Sergio. Volví ¿qué decía?

Comunicador de oído. Que uses el inmovilizador de choques eléctricos para que no te golpeen.

Sergio. Ah eso. Para la próxima.

Comunicador de oído. Supongo que estás delante de las dos puertas de las que hablamos hoy, una es de madera y la otra es de metal con una cerradura de huella dactilar.

Sergio. Ya entré por la de madera.

Comunicador de oído. A tu derecha hay una barra, en uno de esos vasos seguro debe de haber alguna huella.

Sergio. Sólo la puerta tiene protección, ya entré.

Comunicador de oído. No lo teníamos así. Ya adentro es fácil, en un cajón hay papeles, hay que quemarlos ahí, que no salgan de ese lugar.

Ya en CICA, luego del excelente desempeño de Sergio y que todo haya salido bien. Sergio llega y en su casillero encuentra una nota. Agarró la mochila, salió del edificio, encendió la moto y aceleró al entrar a la Ruta Nacional 12.

En ese momento CICA perdió contacto con otro Larramendia. Sergio se adentró en la búsqueda de su origen, de por qué a él le toca vivir eso. Muchas interrogantes en su cabeza...