Aquí estábamos. Caminando en un lugar del parque, el cual era poco concurrido y el silencio abundaba en cada paso. Habíamos pasado por unos raspados antes de empezar la caminata.
Observé a Lowell de reojo, se encontraba sumergido en sus pensamientos. No tenía idea de que pasaba por su mente. Llevé una cucharada a mi boca y decidí inspeccionar el lugar.
Era un hermoso atardecer, caminábamos por un lugar donde los árboles se situaban a cada costado del camino, y algunas bancas los acompañaban. El aire soplaba y las hojas caían de los árboles, moviéndose en diferentes direcciones.
—Este lugar es tan plácido —hablé soltando un suspiro.
Lowell se giró a verme y asintió.
—Caminar por lugares así me gusta. Me ayuda a relajarme, liberar un poco el estrés o pensar. Más que todo para pensar.
— ¿Y en qué piensas?
—En ti.
Fruncí el ceño y desvié mi vista hacia el vaso que sujetaba, todavía seguíamos caminando. ¿Pensaba en mí? ¿Qué clase de pensamientos?
Acabamos nuestros raspados y depositamos los vasos en un basurero.
Su voz hizo que volteara a verlo.
— ¿Te apetece seguir caminando?
—Hasta completar todo el recorrido y si mis pies ya no dan para más tendrás que cargarme.
El pelirrojo sonrió de una forma que me pareció hermosa. Miró hacia otro lado como si estuviera pensando o decidiéndose en hacer algo.
Luego de unos segundos en silencio Lowell cogió suavemente mi mano, tomándome desprevenida su cálido tacto. Dirigí mi vista a nuestras manos unidas y dejando de lado lo aturdida que me encontraba, la sujeté con firmeza.
Sonrió levemente y continuamos caminando.
—Para de hacer esto.
— ¿Qué cosa?
Hice una mueca con mi boca y miré al frente.
—Ser tan lindo. Leah diría que la carne es débil, pero en mi caso el débil es mi corazón —Solté una pequeña risa—. No quiero equivocarme, no otra vez. No deseo dar demasiado y recibir poco. Aún sigo levantando los pedazos, no quiero... —Suspiré.
Dio un apreton a mi mano, animandome a mirarlo.
—Sigo aquí y me quedaré si así lo deseas.
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Espacios coloreados |Completa|
RomanceEl amor era una mierda. O como prefería describirlo Layla: Gris. Un jodido color gris. Harley era el causante de ese concepto, pues la había enviado a la friendzone incontables veces. Luego de su regreso a la ciudad siendo parte de una banda en asce...