Capítulo 33 | Insípidas Impresiones

6.9K 572 27
                                    

Lo primero que hice cuando llegué al apartamento fue arrojarme al sofá. Lowell acarició mi cabello y prometió volver en veinte minutos. Lo último que quería era estar sola.

Cuando el pelirrojo abandonó el lugar las lágrimas comenzaron a correr por mi rostro. ¿Cuándo habíamos dejado de ser una familia unida? El tiempo transcurría y los buenos recuerdos que vivimos juntos parecían lejanos. Solté un sollozo, detestaba ponerme nostálgica cuando lloraba, debido que ocasionaba que el río de lágrimas fuese imparable.

Escuché la puerta abrirse, me enderezé y limpié mi rostro con la mangas del suéter. Puso algunas cosas en la pequeña mesa del centro y se sentó a mi lado.

Sentía su mirada puesta en mí, no quería mirarlo, no cuando acababa de llorar.

-Layla -dijo con suavidad.

Debatí un poco antes de verlo. Sus hermosos ojos inspeccionaron mi rostro por unos segundos. Sus pulgares se movieron con lentitud, borrando el último rastro de lágrimas.

-No pude optar por una cosa, por lo que traje el batido de tu preferencia, el raspado que siempre ordenas y unas cuantas frituras.

Una sonrisa apareció en mi rostro.

- ¿Intentas animarme con comida, pelirrojo?

- ¿Funciona? -Esbozó una linda sonrisa.

-Por supuesto.

Los días pasaron, había quedado en salir con Harley, puesto que la pequeña castaña tenía una invitación de cumpleaños de una amiga y Drew tuvo que llevarla, a regañadientes, pero lo hizo.

Salí del ascensor y comencé a tararear una canción de los Blanks. Era un bello día, sobretodo por el buen clima. Abrí la puerta y dejé caer mi mochila al lado de ésta. Un fuerte olor golpeó mi nariz, uno que ya conocía, provocando que arrugara el entrecejo.

- ¿Violet? -Elevé una ceja cuando la vi sentada en el sofá con su celular en mano.

Ella levantó la mirada y me inspeccionó, su rostro reflejaba seriedad absoluta que logró descolocarme. Ni siquiera el pelirrojo me veía de ese modo.

-Layla.

Fue lo único que dijo. Lo único. Volvió a teclear en su celular.

- ¿Dónde está Harley? -pregunté mientras decidía donde sentarme.

El olor de la pelinegra comenzaba a darme dolor de cabeza. Tomé asiento en uno de los sillones individuales. Esa vez ella no volteó a verme.

-Fue a hacer unas compras.

- ¿Hace cuánto se fue?

Se encogió de hombros.

-Unos cinco minutos, tal vez -respondió cortante.

Miré hacia otro lado y suspiré. ¿Por qué no me dijo que ella estaría aquí? Me hubiese ahorrado el viaje y la presencia de la chica. Al parecer Harley tardaría en volver, no creía soportar tanto, mucho menos con ella cerca.

Sabía que la estaba juzgando antes de conocerla, tal vez debería darle una oportunidad. ¿Por qué no?

- ¿Qué tipo de música prefieres?

Fijó su vista en mí. Violet parecía ser tan carente de humor que hacía preguntarme si reía de vez en cuando.

- ¿Sabes? Las camisas de mujer tienen los botones a la izquierda. Las de hombre a la derecha. Ahora observa la tuya y dime si encuentras algo raro.

Elevé una ceja, me encontraba pasmada por la forma en la que había evadido mi pregunta. ¿Mencioné algo sobre dar oportunidades? Al diablo con eso.

-Me encanta esta camiseta -señalé sin una pizca de humor.

-Tienes un gusto tan... Excéntrico -comentó de una forma burlesca.

Respiré hondo en un vano intento de tranquilizarme.

-Deberías aprender a controlar tus cambios de humor -habló.

- ¿Disculpa? Tú no me conoces.

-Me bastó con ver la forma en la que trataste a mi novio aquella noche. Dejaste en claro tus sentimientos hacia él -Me miró de un modo significativo-. Lo único que diré, Layla, es que no pienso perderlo.

El enojo comenzó a invadirme y tuve unas inmesas ganas de responderle de una forma para nada agradable, pero no pude hacerlo ya que Harley apareció por la puerta, con una enorme sonrisa.

¿Qué clase de novia se había conseguido mi mejor amigo? ¿Acaso había perdido el juicio? Definitivamente así era.








Sígueme en Instagram: @kell_casther

Espacios coloreados |Completa|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora