Camina por el pasillo del avión hasta bajar del mismo, yo le sigo lentamente, analizando su espalda. No es ancha como la de un nadador, ni la de un futbolista, es mas delgado ,"tilico" diria yo. Comienzo a ver todo de el, como su cabello cae rozando su cuello, como su camisa le queda enorme , y sus pantalones son ligeramente grandes.
Llegamos a la puerta y pasamos todo el relajo de revisión y documentación. Vuelve a tomar su teléfono y marca al mismo numero al que había marcado anteriormente.
-Miguel, ya estamos. Vale, te espero. Hey, viene una amiga con nosotros. Ok. Adiós.- cuelga el teléfono y me mira, con sus malditos ojos verdes -Nos recogerán allá afuera. ¿Tienes piso ya?
-Si, bueno, algo así... Por las afueras de la ciudad.
-Vale te llevamos a donde sea. - Sonríe sin preguntar mas.
-Gracias. Y perdón por lo de antes, debes de entender que soy nueva en esto...
-¿No has besado a nadie?
-A ningún Youtuber famoso que conocí en avión, serias el primero.
-Comprendo- Vuelve a sonreirme.
Juguetea con su equipaje, le da vueltas y gira sobre las llantitas. Al ver que un auto se acercaba a nosotros levanto la mano sonrió y hasta pego de saltos. Un muchacho joven dentro del auto nos saludo con la mano y junto de el otro muchacho mas barbudo que todos los presentes.
Subimos en los asientos traseros del auto y comienzan a hablar entre ellos.
-Ruben, ¿como te ha ido?
-Pues...
-Vale tio, que te extrañé.
-Yo a ti Miguel créeme.
-Vale y ¿quien es ella? - me miran por el espejo y les sonrió
-Soy Agnes, mexicana, vengo a estudiar.
-Hola Agnes, yo soy Miguel Angel, pero me conocen como Mangel y este peludo de acá- Estira el brazo pegándole al hombre junto a el. - Es cheto- continua manejando. - ¿A donde te llevamos?
-A casa- Dice Ruben cortante -Llevanos a mi departamento, yo de ahi la llevare a su piso.
Me quedo boquiabierta, este chico seguro me viola. Nerviosa acepto, sin tener otra opción. Comienzo a pellizcarme las manos mientras ellos siguen hablando. Escucho puros balbuceos.
Miro por la ventana, todo es tan diferente. La gente, las vestimentas, los carros, las calles... Es un nuevo mundo.
-Agnes- interrumpen la la lluvia de pensamientos. -Ya estamos por llegar.
Paran el carro, cada quien abre su puerta y salen. Soy la ultima. Estoy abrumada.
-Ven, te llevare a casa. -Dice Ruben subiendo a un nuevo auto, color rojo.
-Hasta luego Agnes, espero volver a verte. -Me sonríe Miguel Angel, y Cheto solo se limita a estirar la mano y sonreír.
-Nos veremos. -Me despido y subo al auto rojo de Ruben.
Mi departamento estaba bastante lejos de donde nos encontrábamos. Por lo menos estuvo manejando una media hora hasta llegar a los suburbios, después estuvimos buscando a pie la dirección de mi piso. Comenzó a oscurecer, había una inmensa luna sobre nosotros, una luna española.
Saque mi teléfono celular y marque la ruta para llegar mas rápido.
-Creo que nos perdimos...-Susurre y luego reí
-Es bueno, así conoces el lugar.- se quita la gorra y se pasa sus largos dedos por el pelo. Se acomoda el copete y vuelve a ponerse la gorra y estira su mano hasta la mía. -Dame eso, te llevare a casa.
Le entrego el teléfono con el mapa dibujado en la pantalla y la ruta marcada en rojo. Comienza a reírse como un loco después de analizar el mapa.
-¿Que sucede? -lo miro confundida
-Tu sígueme.
Comienza a andar rápidamente por la calle. De pronto para justo en frente de un edificio de unos cuatro pisos.
-Estuvimos en frente todo el tiempo. -Sonríe.
-¿Es en serio?- comienzo a reírme también. -Supongo que eso es todo Ruben. - estiro mi mano y el la estrecha dulcemente.
-Hasta luego Agnes. Volveré a verte pronto, ¿cierto?
Asiento con la cabeza y le dirijo una sonrisa dulce. Y me mira, por una ultima vez con sus malditos ojos verdes, expectante, esperando una respuesta, esperando algo mas. Me acerco lentamente a su rostro, ambos cerramos los ojos, deposito un dulce beso en su mejilla.
-Adiós.
-Hasta luego.