SEGUNDA PARTE
29/10/18
–Bien, gané. Otro otro.–Me decía Lisa sonriendo, mientras acercaba su rostro hacia el mío.
Y finalmente le di el beso que tanto esperaba.
–Ya, no quiero jugar más a este juego, es el único en el que pierdo siempre...–Me quejé cruzando mis brazos y haciendo puchero.
–Ni que el castigo fuera tan malo...–Dijo y no pude evitar comenzar a reír, para ir a abrazarla por detrás, pararme de puntillas y besar su mejilla.
–Te adoro.–Hablé más bajo, y sentí como sus cachetes se movieron dándome a entender que había sonriendo.
Lalisa, llegaste a mi vida para darle un giro que parecía imposible de darse.
Finalmente luego de estar varios segundos o minutos abrazándola por detrás, decidí salir de esa zona confort que acababa de crear y pararme frente a ella.
–¿Te tienes que ir verdad?–Pregunté, pues me di cuenta que tenía una mueca de tristeza/preocupación.
–Sí, lo siento Nini.–Movió su cabeza un poco así quedando mirando al suelo.
–Hey, no te disculpes. Ya sé que no decides si te quedas o no, y además no puedes quedarte para siempre aquí.–Terminé de decir eso y realmente me arrepentí de lo mal que lo expliqué.–D-Digo si, si puedes, es decir ay, Dios, ojalá si, pero bien, no, porque tus padres y...–La textura de sus labios en mi frente me distrajo del lío de palabras que yo misma acababa de crear.
–Tranquilízate, había entendido desde un principio.–Echó unas carcajadas, y yo fruncí el ceño.
–¿Y entonces por qué no dijiste eso antes?
–Porque seguramente te ves linda sonrojada y nerviosa a la vez.–Respondió y automáticamente me sonrojé (Sí, incluso más) Me mordí el labio y tomé de sus manos, chinchando de ellas hasta que ella casi cayera sobre mí para poder besarla de nuevo.
Al sentir sus labios de nuevo sobre los míos no pude evitar que aquellos latidos de los que siempre les hablo, vuelvan a sonar cada vez más fuertes y más rápidos, es como poner en pausa el mundo para concentrarme solamente en Lisa y sus labios.
Pero como sabemos, las pausas siempre terminen, así que nos separamos solamente un poco, chocando frentes, sintiéndonos la respiración, rozando narices.
Tú y yo encajamos a la perfección.
–Te acompaño hasta tu casa.–Rocé todo su brazo con las yemas de mis dedos hasta llegar a su mano y tomarla.
Ella asintió y me sonrió.
Y en ese camino que veía casi todos los días, ese camino que tenía todos los días las mismas cosas, los mismos colores, las mismas casas, ese camino tan aburrido y normal era mi camino favorito. Era mi momento de paz, era el camino donde podía unir mi mano con la de Lisa, un camino donde estoy con ella, o un camino que hago para verla a ella, todo por ella, y siempre para estar con ella.
–Jen.–Escuché su voz, y dejé de enredarme en tantos pensamientos para volver a la realidad. Volteé la cabeza para mirarla y la observé, sus pelos se movían suavemente hacia atrás por la pequeña brisa que había, sus labios estaban rosados y su piel pálida, como siempre.
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as she sees | jenlisa
Fanfiction¿Crees imposible que una chica ciega tenga el rango de colores más alto que el de una chica con vista normal? Bueno, vengo a sacarte la duda con la historia de Lisa y Jennie, dos chicas que luchan contra la homofobia en un país conservador. Dos chic...