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TERCERA PARTE

14/11/18

Es desesperante estar así, mirando al techo, con mis manos sudadas, mi cabello despeinado, pensando y replanteándome una y otra vez si aceptar la propuesta de Lisa.

No quiero mentirme a mi misma así que si, acepto que tengo miedo, pero siendo sincera es por culpa de mis padres y sus malditos estereotipos de mierda.

–Jennie, ¿No quieres decirle a mis padres que
eres mi novia?–Mis pies frenaron cuando escuché aquellas palabras.

Ya que nuestras manos iban entrelazadas, nuestros brazos se movían al compás de nuestros pasos, pero este movimiento paró al mismo tiempo que mi cuerpo, y casi mi corazón.

–Lisa-a sabes que m-me costó solo presentarme como amig...

–JenJen, lo sé. Sé que no se te será fácil, pero creo que es lo mejor que podemos hacer. Mis padres merecen saber que Jennie Kim es mi motivación, mi rayito de sol. ¿Lo pensarías?

–Sí, lo pensaré.–Una tímida sonrisa se formó en su cara. No puedo evitar tomar sus mejillas entre mis palmas y apretarlas un poquito.

Y bien, ahora lo estoy pensando. Lisa hasta ahora ha hecho muchas cosas por mí. Ella siempre está, mis padres saben sobre nosotras, fue expuesta en páginas por mi culpa, lo mínimo que puedo hacer es concederle este favor.

"Mis padres merecen saber que Jennie Kim es mi motivación, mi rayito de sol"

Inhalé fuerte y eché un gran suspiro. Abrí mi closet y le eché un vistazo a ese lugar donde está toda la ropa que mi madre siempre me envió, ropa cara, ropa elegante o lo que sea.

Luego vi la ropa elegida por mi, mis hoodies largos, mis jeans negros. ¿Debo ser yo misma o debo ser una elegante? ¿O tal vez una mezcla?

¡Vamos Jennie solo vas a hablar con sus padres!
Sacudí mi cabeza y tomé un hoodie amarillo un poco holgado, jeans negros y vans.

Y luego de unos minutos de estar peinándome y mirándome al espejo decidí ir hacia su casa.

Mis piernas temblaban en el camino y para nada eran novedad mis manos mojadas debido a la transpiración provocada por mis nervios.

Mi corazón quería salirse cada vez más de mi pecho a medida que me acercaba a la casa de los Manoban. Lamentablemente no puedo ni describir la cantidad de mezcla de sentimientos que tuve cuando vi aquel lugar que se había convertido en mi hogar.

Tragué saliva y me paré en frente a la puerta, y a pesar de todo sonreí, porque sé que Lisa quiere esto, y estoy orgullosa de que ella quiera decirlo y que no tenga miedo.

Toqué la puerta y ella abrió. Realmente me quedé en mute unos segundos, mirándola y observando su mano atrapando la reja. No sabía que decir.

Annyeong.–Dije sonriendo.

–¿Qué estas haciendo aquí?–Habló en voz baja, supongo que no quería que la escucharan. A los segundos tenía una pequeña sonrisa formada en su rostro, que a pesar de haberla visto hace poco, la extrañaba.

as she sees | jenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora