FRIENDS, shumdario.

OO8

15 de mayo 2017

— Buenas tardes, señora Shum — Matt le sonríe a la mujer detrás de la puerta.

— Oh, buenas tardes Matt — la señora Shum responde mientras de hace a un lado para dejarlo pasar.

Matthew entra tímidamente y espera que la mamá de Harry cierre la puerta para volver a hablar

— ¿Harry está en casa? Debemos terminar de hacer un trabajo para literatura — el chico de ojos verdes explica mientras levanta el libro que tenía en las manos.

— Sí, él está en su habitación con Shelby, probablemente estén poniéndose al día. Ya sabes dónde está su dormitorio, cariño — la mujer de rasgos asiáticos le sonríe amablemente y se va hasta la cocina.

Matt hace una mueca pero aún así sube las escaleras, sabía que a Harry le gustaba Shelby desde hace ya tiempo y él escuchó cuando Harry le decía a Dom que hoy le diría todo.

Claramente Matthew esperaba llegar antes de que eso sucediera pero su mejor amigo siempre había sido muy hiperactivo y era obvio que lo haría todo cuanto antes.

El chico llegó a la puerta de la habitación, se debatía entre golpear y luego entrar, golpear y esperar o sólo volver más tarde. Bueno, también estaba en su mente hacer el trabajo solo con ayuda de Alexandra pero le había prometido a Harry que lo harían juntos sí o sí.

Respiró profundamente y tocó la puerta, desde afuera se podía escuchar milk and cookies de Melanie Martinez, la cantante favorita de Shelby, sólo eso hacía que a Matt se le revolviera el estómago. Más sabiendo que Harry detestaba Melanie Martinez, decía que era chica estaba endemoniada.

Al no escuchar respuesta, Matt se decidió a abrir la puerta. Después de todo, él había golpeado, ¿no?

Apenas entró a la habitación vió como Shelby estaba sentada a horcajadas arriba de Harry mientras se besaban apasionadamente y el chico la sostenía de la cintura.

Los ojos de Matthew se aguaron un poco, dió unos pasos para atrás y cerró con fuerza la puerta haciendo un gran ruido que provocó que los adolescentes se separan asustados. A Matt no le importó el hecho de que Harry gritaba su nombre, ni el hecho de que la señora Shum le preguntaba a gritos qué le había pasado, sólo salió de la casa corriendo y sin ganas de volver.

A la mierda el trabajo, lo haría solo.