Es el primer viernes del mes y, por lo tanto, el primer partido en Devenford, no me apetece demasiado ir, pero lo hago. Me bajo en la parada de autobús 16 y camino unos metros hasta llegar al instituto de Brett.Nunca he estado aquí, así que decido seguir a una pareja de adolescentes hasta llegar al campo de lacrosse. Falta muy poco para que empiece el partido, por lo que las gradas están ya casi al completo aunque, gracias a Dios, logro encontrar rápidamente un sitio en el que sentarme.
Minutos después el partido empieza, el público está animando a sus equipos correspondientes pero yo me limito a observar la jugada con aburrimiento aunque a ratos me pongo a jugar con el móvil y ni siquiera le presto atención al partido.
El árbitro señala el final del partido y espero a que pase el bullicio de gente antes de marcharme yo también. Miré antes el horario de los autobuses y hasta dentro de dos horas no pasa ninguno, así que prisa no tengo.
—Pensé que no habías venido —me dice Brett al cruzarme con él cuando estoy a punto de salir del campo.
—Pues ya ves que sí. Aunque de haber sabido que no iba a haber autobuses hasta dentro de dos horas no hubiese venido.
Brett se ríe de mí, aunque para inmediatamente en cuanto le miro mal.
—Si me esperas, puedo llevarte a casa.
—No, no hace falta.
—Te prometo que tarda más el autobús en llegar que yo en cambiarme de ropa —bromea haciéndome reír.
—No te quiero molestar.
—De acuerdo, voy rápido a cambiarme —dice ignorando completamente lo que acabo de decirle—. Espérame en las gradas —termina de hablar y se marcha casi corriendo.
Vuelvo a dirigirme a las gradas y me siento en una de ellas mientras espero a Brett.
[Narra Brett]
Me doy una ducha rápida en los baños de los vestuarios para quitarme el sudor de encima, me seco y me pongo la ropa limpia que traía en el macuto.
En cuanto termino me dirijo de nuevo al campo de lacrosse. No tardo en encontrar a Mía en las gradas.
—¿Nos vamos? —pregunto llegando a su lado.
—Oye, te digo de verdad que no me importa esperar al autobús.
—Y yo te digo, también de verdad, que no me importa llevarte a casa.
—¿No te vas a dar por vencido, verdad?
—No —contesto sonriente.
—Está bien, tú ganas —dice levantándose y cogiendo su bolso.
Caminamos en silencio hasta mi coche.
—¿Tienes hambre? —pregunto mientras me siento en el asiento del piloto y me abrocho el cinturón— Podemos ir a algún lado a cenar.
—No, gracias. Seguramente mi madre haya dejado algo preparado para cenar.
—Está bien —digo y arranco el coche.
Durante el camino el silencio se apodera de nosotros, solo hablamos para indicarme por donde tengo que coger para llegar hasta su casa.
—Ahí es —me informa señalando una de las casas y aparco justo enfrente—. Gracias por traerme.
—De nada. Por cierto, el viernes que viene hay otro partido.
—Lo que buscabas con la apuesta era matarme de aburrimiento, ¿verdad? —se queja y yo niego con la cabeza.
—No tienes ni idea —digo sonriendo.
Mía me mira con los ojos entrecerrados, como si yo estuviese ocultando algo y ella tratase de descubrir lo que es. Pero se rinde pronto, porque cambia de expresión y se quita el cinturón.
—Brett, esto no abre —dice refiriéndose a la puerta.
—Empuja con fuerza. A veces se queda atascada, tengo que arreglarla.
Mía empuja la puerta ayudándose de su hombro y finalmente consigue abrirla.
—Buenas noches, Brett —se despide una vez que ha salido del coche.
—Buenas noches —le contesto y espero a que entre en su casa para volver a arrancar el coche y marcharme.
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Apuesto por ti | Brett Talbot - Teen Wolf
Fanfiction[Terminada] «Apuesto por ti». Una frase hecha que Mía suele usar con sus amigos, pero que Brett Talbot se toma al pie de la letra, dando paso a una apuesta entre ambos. Copyright © Todos los Derechos Reservados Por favor, no copiar, adaptar o tra...