Hogar dulce hogar, en el pasillo de la universidad, caminando con la cara que de seguro necesita algún productor para filmar una peli zombie.
¿Quien se duerme a las tantas de la noche y se despierta a las cinco porque su amiga a estado follando con descontrol hasta el extremo de hacer a uno llorar por el ruido de sus malditos gemidos? Yo.
En ese instante debería recibir el premio a la persona más paciente del mundo, porque en vez de ponerme a gritar como de costumbre, salí de mi apartamento y me fui caminando en la calle hasta las tantas, cuando regresé y me preparé sin importarme el modo en el que lucía.
-Wow, realmente esperaba verte bien para mí después tú de descubrir lo hermoso que puedo ser realmente- Señoras y señores, e aquí a Aron Madson siendo el idiota que es.
-Que pena, yo no me hago lucir para idiotas- sonrío con ironía.
-Realmente necesitas un polvo enserio- dijo mientras tocaba mi hombro- No se puede ser tan amargada siendo así de hermosa.
-Gracias?
- Oh descuida, sólo lo he dicho para que aparentes lucir bien cuando te ves realmente como un zombie. - Y se fué dejandome en el pasillo mientras se reía a carcajadas.
Ese día no podía estar mucho mejor..
***
Pasadas ya las horas, tengo que volver a mi apartamento, tengo planeado ir a visitar a mi tía que vive a manzanas o cuadras de mí.
Llevaba tiempo sin ir a verla y ella por su enfermedad no alcanzaba venir a visitarme como era anteriormente.
-Donde se supone que vas? - Es la voz de Lena mientras cierro la puerta de mi apartamento.
Lo último que quería hacer en ese momento era ponerme en comunicación con ella, no después de haber caído de nuevo en brazos de ese bisexual Antoni o como mierdas se llame.
Giró sobre mi eje y me dispongo a subir al elevador.
- No me hablaras? Enserio??- paró frente a mí, impidiendo que se cierren las puertas.
- Mejor vé por donde has venido y no obstruyas mi camino.
Lo sé, he sonado ruda, pero vamos, la situación lo amerita. ¿Quien regresa de la noche a la mañana con el tío que te ha engañado? Está claro que yo no.
Se aleja después de mi comentario, y me permite ir después, ya hablaremos más tarde.
***
Aparco mi automóvil, frente al edificio de Margaret, no acostumbro decirla tía, es como una hermana para mí, y el que no se lo diga tampoco es como que le molestará.
Ding-ding - hago sonar el timbre.
- Ya vaaa- la escucho gritar desde el interior.
Abre la puerta y..
-Taylor!!!- me abraza y yo la devuelvo el gesto efusiva.
-Margaret, cómo andas?? - preguntó mientras nos alejamos.
- Todo bien mi niña, todo bien, la enfermedad sigue pero mi cuerpo no se deja vencer, cada día mejorando.
Sonrío.
- Me alegro por tí.
- Pasa, no te me quedes allí en la puerta como si fueras un huésped chiquilla.
¿Mencioné que la encantaba darme apodos?? Así es, Margaret es una de las pocas personas que hasta ahora, siguen considerando que todavía tengo cinco años.
-Y cómo va pequeña?? hacía mucho no venías por aquí.
- La universidad, teniendo en cuenta que este es mi último año.. mucho estrés y ganas de querer terminar.
