Anestesia✝

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Prólogo.

•Flashback•

2 años antes. Londres, Inglaterra.

-Aileen Benson, tienes que estar lista ahora. Tienes 15 minutos para arreglarte. Se supone que deberías estar lista hace más de 10 minutos, si no estas a tiempo te iras en el autobús. - Desperté gracias a la voz de mi mama. Bufe para mi misma.

Me levanté a duras penas de mi cama, para darme una ducha rápida. Me cambie lo más rápido que pude y me arregle el cabello húmedo, ya que no tenía tiempo para secarlo. Cuando estaba a punto de irme mi vista choco con el recordatorio que tenía pegado en la pared.

"8 de octubre. 1 año de novia con Connor Dunccan"

Lo mire sin parpadear y me fije en la fecha de ahora en mi celular; 8 de octubre. Hoy cumplía un año con mi novio, y con lo despistada que soy lo había olvidado.

-¡Aileen, no te lo vuelvo a repetir! -Grito mi mama. Ignore el recordatorio y baje.

-Hija, que cara. - dijo al verme - ¿Se te ha olvidado algo?

¿Qué acaso era un libro abierto donde todas mis emociones se reflejaban con facilidad? Pues sí, eso parece.

-Hoy cumplo un año de novia con Connor y se me ha olvidado - respondí.

-Siempre de despistada, ya lo arreglarás.

Me dirigió hacia el auto, y nos fuimos. ¿Qué le iba a decir?

-Vamos hija, bájate y pásatela bien - me dijo, sonriente.

-Claro, adiós mama. - Baje del auto, ella sólo me hizo un gesto que decía "Me voy, me dices como te fue al rato" y se fue.

Lo primero que note al estar frente al instituto fue que toda la atención estaba puesta en alguien, yo.

Maldita sea. Maldita sea.

Entré con mucha seguridad en mi misma, en busca de mi mejor amiga Adrianne Jenhsen. Al fracasar en encontrarla mi vista dio con el chico que me tenía suspirando día con día. Y lentamente me fui acercando a el.

-Connor, gracias por haber estado todo este tiempo conmigo yo...- comencé a decir.

-Aileen, escucha yo, tal vez quiera arreglar las cosas esta noche. -me dijo, distante.

-¿Qué cosas? - pregunte mientras hacia una mueca ya que no entendía nada.

-¿Recuerdas la cena de esta noche?- Joder. La había olvidado.

-Uhm, si. -respondí.

-Sólo ve, Aileen. Por favor. Feliz aniversario mi amor. Te veo esta noche. - Bien creo que ya se arregló todo. Suspire.

-Esta bien.

Las clases pasaron rápidas al estar pensando en su raro comportamiento que no me di cuneta cuando mi mejor amiga se sentó en el asiento de a lado.

- Chica, ¿estas bien? - pregunto.

-Claro - conteste.

-Escucha, sea lo que esta pasando está bien. Y si es por tu novio tranquila, ya sabes que tiene el campeonato de fútbol y esta estresado.

Tenía razón.

Al llegar a casa me tumbe para cobrar aire. Luego de unas horas me metí a duchar, y me puse un lindo vestido que no había usado. Me arregle lo bastante bien y baje a esperarlo. Mama y mi hermano estaban ahí, y no sabían que decir cuando me vieron.

-Te ves hermosa hija, esta va a ser una noche inolvidable - dijo con alegría - no podrás sacarse de la cabeza esté día.

-Gracias mama - sonreí.

Al cabo de un instante el timbre de la puerta había sonado. Y me prepare para irme, antes de que mama me detuviera.

-Te cuidas, mi niña.

-Claro, adiós. - me despedí, mi nerviosismo se ha de notar hasta los otros planetas. Y seguro esos enanitos verdes se han de estar burlando de mi desde el espacio. Uf. Salí y ahí estaba el, como siempre de guapo, sonreí y me subí al auto.

-Hola, Connor.

-Hey, bebe, ¿lista? - se dirigió hacia mi.

-Lista.

Arranco y eso era la gloria. Al llegar nos sentamos en una mesa y al terminar la cena me indico que saliéramos a la terraza, era hermosa. Mucho. En un instante creí que podía ser perfecto.

Tranquilízate. Respira. Está todo bien.

-Aileen, debo decirte algo.

-Lo que quieras. -Sonreí.

-Escucha. La vida no es un cuento de hadas. -me dijo.

-¿A qué te refieres? Tu eres mi príncipe - conteste.

-Pues, tu no eres mi princesa. Estoy terminando contigo - ataco.

-¿Entonces todo esto era una broma? - dije mirando sus ojos, que estaban muertos.

-Siempre lo fue, y no me arrepiento de eso. Fuiste muy idiota para darte cuenta, ya sabes, estaba aburrido y tu eras una buena distracción. -me dijo, sin sentimiento alguno en su voz.

-¿Sólo fue eso? ¿Jamás sentiste nada? -

-Claro que sentí algo. Sentí poder. Verte destrozada por mi era lo mejor. Ver que me rogabas era aún mejor. Pero verte aquí, con ambas cosas exigiendo una explicación la cual no esperabas escuchar, es más divertido que eso. Jamás me importaste.

-¿Mientes, verdad? - Se me secó la garganta.,

-Jamás lo haría. No siento nada. Absolutamente nada. -Dijo el, dejándome sola.

Me había roto el corazón, y me dejo los trozos tirados en el suelo. Esperando que yo de ilusa los levantara para seguir con vida.

"Esta va a ser una noche inolvidable. No podrás sacarte de la cabeza esté día"

Después, sentí que moría, sentí que olvidaba como respirar.

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