Goal Artist ➪ Captain Tsubasa

CAPÍTULO CINCO

—¡Y ese fue otro gol! —exclamó el comentarista con entusiasmo—. ¡El fútbol total en su máxima expresión! La defensa del Ajax parece estar completamente perdida; ¡no hay manera de detener esto!

Karel, sentada en el césped, respiraba con dificultad. Observaba la pelota en la red con incredulidad. Era la segunda vez que Utrecht les marcaba en menos de veinte minutos. Todo el equipo, incluido el cuerpo técnico, había subestimado este partido. La decisión de alinear a todos, menos a Brian —la indiscutible estrella del equipo—, parecía ahora un error fatal.

El "fútbol total" del Ajax, tan alabado y temido, hoy se veía desmoronado ante un rival que nadie había tomado en serio.

Karel se puso de pie con esfuerzo, sacudiendo las piernas mientras trataba de despejar su mente. Pero no podía, todo lo que había pasado semanas atrás la tenían de esa forma, pues para colmo, este era su primer juego después de una suspensión de dos encuentros. Las críticas habían llovido sobre ella: "irresponsable", "impulsiva". Y aunque intentaba concentrarse en el balón, su mente seguía tropezando con lo mismo una y otra vez: Gino, más porque el portero ni en escribirse se había dignado. 

¿Él también estaba aplicando el contacto cero?

El árbitro pitó, y el juego continuó. Karel corrió, pero sus movimientos eran torpes, sin la precisión característica de su estilo. Un pase largo llegó hacia ella, y aunque normalmente habría controlado el balón con elegancia, esta vez se le escapó de los pies. Un abucheo leve se oyó desde las gradas, mezclado con murmullos desconcertados.

Ella volteo, incluso sus "fanboys" se encontraban callados, no decían nada pero tampoco la alababan.

—¡Karel, despierta! —gritó Ruude, quien rara vez le levantaba la voz, pero el desconcierto en su mirada era inconfundible.

Karel alzó la mano en un gesto de disculpa, pero sabía que no era suficiente. E incluso en todo el partido ella no fue suficiente.

—¡Cambio en el Ajax! —anunció el comentarista con tono grave—. Sale Karel Cruyfford, quien hoy no ha mostrado su mejor versión, y entra su hermano, la gran estrella del equipo.

Karel caminó hacia la banda con la cabeza baja, sintiendo las miradas de todos sobre ella. Mas le pesaba ese momento ya que ella portaba la banda de capitán, antes de salir se la entrego a su hermano, quien la abrazo y simplemente le susurro "Esta bien, lo hiciste bien."

Pero cuando llego al banquillo las opiniones eran diferentes, el entrenador no dijo nada, pero su expresión era clara: decepción. Karel ni siquiera intentó argumentar, sabía que había fallado. Se sentó en el banco de suplentes, ignorando las palmadas de consuelo que algunos compañeros le daban en el hombro.

—No estás en el partido, Karel. ¿Qué pasa contigo? —le susurró Joost, el tercero al mando del cuerpo técnico, pero Karel no respondió. Apenas y levantó la mirada.

Desde la banca, observó cómo a Brian, en cuanto tocó el balón, la dinámica del Ajax cambió por completo. Brian lideró un contragolpe, repartiendo pases con precisión. En menos de cinco minutos, el equipo recuperó la posesión y comenzó a presionar al Utrecht.

—¡Y ahí está Brian! —exclamó el comentarista—. Parece que el Ajax finalmente ha despertado. Qué visión, qué control... ¡Este jugador es un genio en el campo! ¡La verdadera torre de control de los Paises Bajos!

Karel sintió un nudo en el estómago al escuchar la ovación de las gradas. Ella sabía que Brian era excepcional, pero no podía evitar compararse. 

El gol del empate no tardó en llegar. Un tiro perfecto desde fuera del área, directo al ángulo superior, que dejó al portero del Utrecht sin oportunidad alguna.