Capítulo 6.

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Mire el lienzo en blanco frente mis ojos y miles de ideas invadieron mi cabeza para pintar sobre el.

A mi derecha estaba Dest concentrada dibujando a el hombre araña y a Iron Man ¿besándose?, negué lentamente mi cabeza divertida, ella era una loca fanática de los ships gays.

Nos encontrábamos en la clase de arte de la señorita Lux, ella tiene 42 años, tiene muchos tatuajes en sus brazos y una personalidad refrescante que endulza a todos.

Mire de nuevo mi lienzo y tomé un pincel para poder empezar a pintar las ideas que venían a mi cabeza.

Mis ojos estaban fijos en las rayas de pinturas hasta que una figura a través de la ventana llamó mi atención.

Aidan se encontraba parado saludándome con una mano y una enorme sonrisa, al notar que capto mi atención señalo la puerta con unas de sus manos he hizo señas para que saliera de la clase. Tome una hoja y escribí que faltaban 20 minutos para que terminara y al mostrarsela rodo sus ojos y señalo con más insistencia la puerta.

Decidí preguntar para salir afuera y ver qué es lo que quería, al notar que es lo que estaba haciendo me sonrió con victoria y se dirigió a Dios sabe dónde.

Luego de decirle a la profesora que tenía que ir al baño me dirigí a un pasillo y vi al pelinegro parado apoyado sobre una pared y a los costados de sus pies había bolsas con cosas adentro.

-Se puede saber para qué me llamaste- dije mirándolo con el ceño fruncido.

-Este tiempo he notado que te gusta pintar y no creo que tengas que hacer algo interesante o leer algún libro porno así que - levantó las bolsas del suelo y sacó una lata de pintura- ¿quieres ayudarme?-preguntó con una sonrisa ladeada y un tono juguetón.

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-YA DEJA DE TIRARME PINTURA- grito Aidan y la risa brotó de mi garganta al ver las manchas púrpuras en su rostro.

Estábamos cubiertos de pintura de todos los colores, yo sostenía una brocha llena de pintura púrpura en mi mano y Aidan me miraba con fastidio y diversión al mismo tiempo.

-Ay, pobrecito, la nenita no quiere que la ensucien- dije con tono burlón para tirarle mas pintura.

Una gota cayó al lado de su ojo derecho, se limpio con el dorso de la mano y me miró con la sonrisa de Cheshire.

-No digas que no te lo advertí dulzura.- dijo para luego tirar la brocha de pintura al suelo y salir corriendo en mi dirección.

Virgen santísima de las milanesas, el chico era condenadamente rápido.

Mis piernas se trabaron y casi caigo cuando salgo corriendo en la otra dirección contraria para escapar.

Por favor piecitos de pollo, ¡no me fallen ahora!

Escuche la risa de Aidan detrás mío y sus pasos acercándose cada vez más.

-ALEJATE, YA NO QUIERO JUGAR MÁS- suelto entre risas y mientras corría vi el desastre que estábamos haciendo.

Se supone que solo pintariamos un mural de flores en el patio del hospital y cuando menos nos dimos cuenta estábamos teniendo una batalla de pintura.

-TE LO ADVERTÍ Y QUISISTE SEGUIR JODIENDO- dijo mientras tomaba más impulso- PREPÁRATE PARA SENTIR EL PODER DE UN ROSS.

Se abalanzo hacia mi con un gruñido y se resbaló en el suelo logrando que lo pueda esquivar. Solté una risa he intente correr hacia la derecha pero atrapó mi mano y me dio media vuelta para quedar pegada a su torso lleno de pintura, no perdió tiempo y empezó a hacerme cosquillas por todo el torso mientras yo soltaba chillidos diciendo que parara.

La última canción. (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora