- Te pregunté si estabas bien?
- Eh, si, estoy bien...
- Pues no lo parece...
-Tuve un mal día, en realidad, tuve un pésimo día...
- Pues no ayuda en nada que este llorando como niña en el césped del campus.
- Haha, lo sé...
- Espero que tú día mejore, nos vemos.
- Gracias...
¿"Haha, lo sé"? Es lo único qué se te ocurrió niño tonto?
Podías haber dicho tantas cosas, pero sólo dijiste "Haha, lo sé"?
Maldito cerebro, no sirves para nada!.
Mientras me levantaba del césped, y secaba mis lágrimas, me di cuenta que ya era bastante tarde, porque ya había oscurecido, me dispuse a ir a mi dormitorio, sólo para encontrarme con una escena totalmente grotesca!!!
Mi dormitorio estaba abierto!
Qué es lo que sucede aquí? Por qué la puerta de mi cuarto está abierta?
Y de repente, un joven de 1.85 de alto, pelo negro como la noche, cuerpo de dios griego, sale de mi habitación y carga una caja que se encontraba en la puerta, e ingresa a mi dormitorio.
Yo quedé en shock, estoy perplejo, mis no puedo creer lo que mis ojos esta viendo, simplemente no lo puedo creer...
- Disculpe?
- Dime?
- Se podría saber qué está haciendo en mi dormitorio?
- Pues tal parece que ahora somos compañeros de habitación.
- Qué!?
- Pues sí, el decano me asignó esta habitación...
- Específicamente pedí una habitación para mi sólo...
- Lo siento, pero ahora vas a tener que compartirla, TE GUSTE O NO!
-....
Mientras nos quedamos en silencio, me pude dar cuenta de varios detalles en el cuerpo de este joven:
1.- Tiene dos tatuajes, uno en el cuello y uno en la muñeca.
2.- Sus ojos son color avellana.
Y lo más importante, se le marca tremendo paquete en sus skinny jeans!!
- Amigo, mis ojos están aquí arriba...
- Eh, lo lamento, qué decías?
- Olvidalo, simplemente te vas a tener que acostumbrar a vivir conmigo.
- Bueno...
Y así terminamos la plática, el se fue de la habitación hacia su coche para terminar de bajar el resto de sus cosas, yo simplemente me quedé en la habitación, pensando en este nuevo muchacho, hay algo que no mi cerebro no logra procesar del todo, tengo un compañero de habitación pero...
En eso el misterioso joven regresa con dos cajas, y me pide que por favor me quite del medio para que el pueda pasar.
- Bueno, por esta noche, tendremos que compartir la cama, hasta que la Universidad me entregue la mía....
- Qué!? Compartir la cama!?
- Exactamente, no pienso dormir en el suelo....
- Claro qué no, tienes razón, lo siento si me porte un poco agresivo contigo... Realmente no estoy acostumbrado a interactuar con muchachos...
- Tranquilo hombre, nos puede pasar a todos.
- Podrías decirme tu nombre?
- Soy Sean, un placer...?
- Michael, el placer es todo mío...
Bueno, Michael, espero que seamos buenos amigos.
Mi corazón se empezó a acelerar, no sabía el motivo, simplemente pasó, quizás algo químico, el aroma de Sean, o aquel cuerpo musculoso, provocaba en mi, pensamientos impuros...
- Bueno, es viernes, voy a salir, nos vemos joven.
- Adiós...
Y nuevamente, como todos los días, estoy solo en mi habitación, lo único que me queda es ver Netflix y comer.
3 am *Suena la puerta de la habitacion*
- Quién es? Pregunté.
- Soy yo!
- Quién?
- Sean, podrías abrirme la puerta por favor?
- Dame un segundo... *Se pone pantalones*
Abrí la puerta, tan sólo para encontrarme con un joven completamente ebrio, con la camiseta rota y el pantalón cubierto con cerveza.
- Qué te pasó?
- Nada, estoy bien... *se tambalea y cae en mis brazos*
En ese momento no supe que hacer, no sabía si apartarme o abrazarlo.
- No me siento bien, donde est...
Y me vomita encima!
- El baño? Le respondo.
- Lo siento.
- No te preocupes...
- Podrías llevarme al baño?
Como se le ocurre preguntarle eso a un joven de 60 kg, con fuerza limitada para abrir una botella de pepsi!?
- Lo intentaré...
Lo llevo arrastrando hacia el baño, me quito la playera cubierta de vomito y el se queda en el piso de azulejo, vomitando mares de comida y alcohol, una escena bastante grotesca diría yo.
- Deberías bañarte...
- No me puedo mover...
- Yo te ayudo (esto se va a poner bueno)
Le quitó la camiseta, las zapatillas, el pantalón...
Por dios santo! En mi mente sólo podía pensar en el paquete que estaba viendo, parecía salido de una película pornográfica.
- Qué pasa?
Yo no sabía que decir, así que simplemente le dije que me acababa de dar cuenta que me había vomitado encima.
- Lo lamento mucho...
- No te preocupes, ahora vamos a bañarte...
Lo metí a la tina y lo bañe, al final tuve que quitarle los calzones para poder hacer bien mi trabajo " Hahaha, si claro".
La verdad, tener a un hombre desnudo en la bañera, con las proporciones físicas y con ese aparato reproductor tan inmenso, no es fácil de digerir para un chico gay de 22 años.
Terminé mi labor, lo lleve a la cama y se quedó completamente dormido, tuve tiempo de admirar su hermoso cuerpo desnudo, y pude ver unas cuantas cicatrices en sus muslos, tenían una forma circular bastante particular, pero lo que más me llamaba la atención era su pecho, el tatuaje que tenía en el cuello era tan sólo una pequeña parte de una obra de arte que más adelante voy a describir con mas detalle.
Entre al baño, me bañé rápidamente y entre a la cama con ese dios griego desnudo y alcoholizado, y al sentir su cuerpo desnudo con el mío, lo único que mi cerebro me puede decir es que es el indicado.