Capitulo 1

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Años 2011. El Facebook

Hace una semana abrí el Facebook y encontré un cartel que decía: "Eijiro desea ser tu amigo en Facebook".

"¿Eijiro? ¿Qué Eijiro?" Pero cuando ve su foto en la computadora, empiezo a recordar...1998. Sexto año de la Escuela U.A. "Hago clic" con el mouse en la opción: "Confirmar". Encuentro a todos mis compañeros de la secundaria en su Facebook. Algunos subieron una foto. Otros anexaron la de un perro, y otros, nada. Dejaron esa extraña silueta "cibernética" vacía.

Los agrego como amigos a mi Facebook. Comienzan las inscripciones en mi muro y en el de los demás, como cuando nos dejábamos mensajes en la pizarra de la secundaria.

En los muros se ven frases como "¿Se acuerdan del maestro Toshinori?" "Yo lo veo a veces en el supermercado, vive a dos cuadras de mi casa". Y después, la oleada de opciones: "me gusta", que dejan todos en cada comentario.

Uraraka propone reencontrarnos. Pasaron trece años...Yo dudo, pero finalmente escribo en mi muro: "Ofrezco mi casa para la reunión de reencuentro".

Y asi, por simple clic de mi mouse, hoy estoy corriendo como loco de un lado a otro de la casa, ordenando todo, como mi playera esta al revés.

-Ya es tarde!, solo me cambio de ropa y listo- les digo a Uraraka y Iida, que llegaron antes para ayudarme a preparar la mesa.

El timbre de mi casa suena con furia, como si quisiera demoler las paredes.

Uraraka tira un peine por los aires y grita:

- ¡Atrápalo Iida! ¡Péinate un poco ese cabello que lo traes todo alborotado! -

Entramos y salimos por todas las puertas de la casa como hormigas cuyos túneles fueron sacudidos por una pisada humana.

Me miro al espejo. Un resto de comida quedo pegado a mi nariz como un insecto y me lo quito con una toallita húmeda.

El timbre vuelve a sonar, esta vez con la secuencia rítmica de una canción que escuchábamos de chicos.

Abro la puerta.

"¿Sera Kacchan?" - es lo único que pienso todo el tiempo.

A través de las rejas de mi casa veo unas siluetas. Llegaron tres compañeros juntos. En sexto también eran inseparables, como tres muñecos amalgamados con un pegamento. Denki, Mina y Sero. Apenas los reconozco. Denki por lo que veo a cambiado su apariencia, su cabello era completamente amarillo con un rayo en uno de sus mechones. Mina se a tatuado los ojos color negro, se ve aterrador, pero le queda bien, y Sero lo recordaba más flaco pero se nota que ha hecho bastante ejercicio estos últimos años.

Mi corazón late tan rápido que me agito solo por correr unos metros a abrir la reja de afuera. Todos nos saludamos con un beso, embriagado por los tres perfumes diferentes, recuerdo cuando fue la primera vez que nos saludamos con un beso.

-¿ Se acuerdan ese cumpleaños en el que decidimos empezar a saludarnos con un beso?- arrojo esa pregunta al aire para romper el silencio.

- Ja, ja, ja. Si. Que idiotas, ¿No?- dice Denki y lo miro con un gesto de agradecimiento por haber colaborado con la demolición del muro que levantaron los años.

- Idiotas no- dice Iida - , solo tímidos, una palabra que los chicos de ahora no conocen.

- ¡Uy, no hables así! Que me haces sentir de la edad de mis padres. Todavía somos jóvenes- dice Seromas serio de lo esperable para un comentario tan inocente.

- ¡Ahora me acuerdo! Empezamos a saludarnos con un beso en un cumpleaños de Katsuki - recuerda Mina en voz alta.

Escucho la palabra "Katsuki" y ya no puedo prestar atención a lo que están diciendo.

Veo bocas que se mueven pero no termino de comprender lo que dicen.

Solo se dibuja en mi cabeza sus rasgos, y me pregunto una y otra vez si vendrá...

De pronto regresan a mi un ejercito de recuerdos de la niñez, como fantasmas invencibles que traspasan mi cuerpo...

1998. Sexto año

Kacchan entra al salón como un torbellino, ya que su gran cabellera rubia ceniza llamaba mucho la atención de varios.

-Deku! Lo hiciste de nuevo- me grita.

Me quedo callado, no sé de qué me está hablando.

-Preparaste la misma clase especial que yo!- insiste

-¿El de el mejor héroe de los tiempo?-

-¿Y cuál otro hay?

-Hubo muchos, no se...

-¿Estas bromeando?

-¡Ey, ey!- interviene el maestro como si esos dos monosílabos conformaran su único vocabulario- , ¿Qué pasa joven Midoriya? ¿Otra vez molestando al joven Bakugo?

-No - respondo bajito- , yo solamente...

-Siéntate, y hoy no saldrás al recreo.

Me siento. Todos me miran. Sero y Denki se ríen a escondidas. No se si se ríen de mí, o de alguna broma privada como era común en ellos.

Camino hacia mi pupitre. Uraraka me sigue con la mirada. Es mi compañera de banca, y solo ella sabe lo que pasa de verdad.

Kacchan se sienta en el pupitre de adelante, con Kirishima, como siempre. El le dice algo en el oído. No se si es algo referido a lo que esta pasando o le habla de otra cosa. Se rieron tantas veces de mis desventuras que ya no les llaman la atención, lo toman naturalmente, como un cambio climático.

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