Parte 15: Aquella tarde

92 17 0
                                    

Aquella tarde

Sus manos eran suaves, le causaba escalofrió cuando recorrían su columna, sin duda sabía lo que hacía, tocaba puntos demasiado erógenos en Jiyong y con sus reacciones era más que claro que estaba disfrutándolo. Poco a poco el sillón comenzó a ser incomodo por lo que optaron por la alfombra, donde podían moverse más libremente, y fue entonces que esa chispa se encendió por completo, dejando a ambos envueltos en placer.

Para Jiyong las caricias fueron lujuria, su cuerpo solo deseaba placer, un simple escape del pasado, del presente... de lo que seguía.

Lástima que termino hiriéndole más, tanto como si cada roce, beso, toque, le recordara de manera cruel lo que había sido su primera vez, cuando por fin supo que era el momento indicado de amar a alguien y de ser amado.

Esa noche ese alguien lo trato como si fuera lo más preciado, que disfrutaba de tan solo mirarlo, ese que con besos marco su propiedad. Seungri, quien lo enamoro de manera inevitable, sin dejarlo pensar, atándolo sin alguna otra opción, porque a pesar de la sorpresa, muy dentro de su corazón... siempre había sentido algo por él.

Despertó desconcertado pues no estaba en su cama, esta era más grande y fría, solo una sábana lo cubría, tampoco estaba en su habitación claramente porque las paredes eran azules... y esa escena ya era conocida. La única ropa que tenía era su bóxer, se levantó desganado buscando su camiseta, la cual no encontró, tuvo que colocarse una sudadera que estaba tirada en una silla... ¿a dónde había ido su ropa? ¿Tanto habían bebido anoche?

La noche anterior cuando había terminado de empacar para el vuelo de ese día, decidió salir a tomar algo a cualquier bar, y eso fue lo que hizo, solo que no planeaba encontrarse a alguien, ni que comenzaran a conversar o mejor dicho coquetear, ni acostarse con él y mucho menos pasar la noche en su casa.

Abrió la puerta dejando entrar un olor a comida, al parecer estaba cocinando, camino a través del pequeño pasillo adornado con fotografías y algunos reconocimientos, llego hasta la cocina que ya conocía de solo aquella vez que paso la noche allí, el día que peleo con Seungri... bueno uno de esos días.

—Toma eso, lo necesitaras —dijo entregándole una taza con café y una aspirina, mientras continuaba calentando tortitas en el microondas.

—Gracias —respondió bebiendo de la taza y mirándolo un momento, hasta que el otro se detuvo a tomar su taza y mirarlo de vuelta con una expresión muy enigmática— Soo, sobre anoche... —comenzó Jiyong a aclarar un poco las cosas, tal vez y esa expresión era de ilusión, quien sabe.

—No necesitas explicar nada —respondió interrumpiéndolo con una ligera sonrisa.

—Lo siento —bajo la cabeza en señal de disculpa, de verdad que se sentía mal por hacer aquello.

—Yo soy quien lo siente, sé que estuvo mal traerte aquí —comenzó a explicar evitando la mirada de Jiyong que ahora se encontraba intrigado— sé que tus sentimientos por él no se irán, lo pude ver anoche en el bar... sin embargo no me importo —esta vez bajo la mirada denotando tristeza— parecía que buscabas escapar y estabas bastante dispuesto, yo solo...

—Yo soy quien debe disculparse por portarme como semejante idiota —desde aquella última vez que se vieron necesitaba decirle eso, no arreglaría nada, pero al menos se sentiría más tranquilo— no quise lastimarte, solo estaba confundido... aún sigo confundido —si había vuelto a sus brazos eso solo demostraba debilidad, y que seguía siendo el mismo de la última vez. Y Jiyong quería dejar de comportarse así.

—Hay una diferencia, esta vez sabes lo que sientes solo que no sabes cómo decirlo —lo miro directamente a los ojos analizando su reacción al escuchar la verdad, mientras él solo mecía lentamente el café en su taza— y necesitas decírselo, porque a veces no solo demostrarlo es suficiente, si es que lo amas claro —esa última frase tuvo el mayor impacto en Jiyong, él sabía que lo amaba, solo falta decirlo— si eso que sientes es fuerte, debes hacerlo cuanto antes, puede ser tarde —tenía razón, y por más que le doliera dejarlo ir así, sabía que jamás podría ni siquiera acercarse a importarle tanto como Seungri.

...

Luego de salir de casa de Soohyuk fue hasta su departamento para terminar de arreglar las cosas antes de salir rumbo al aeropuerto, la maleta estaba lista, pero tenía que limpiar los platos, desconectar las cosas, revisar por milésima vez su lista por si se dejaba algo, porque eso era un poco común. Se distrajo un momento cuando Jack le estaba llamando, lo cual le sorprendió porque ellos estaban en Seúl.

—¿Sí?

—Jiyong-ah, ¿qué tal todo? —respondió Jack bastante animado.

—Bien, ya alistándome para el vuelo, ¿ustedes?

—Descansando un momento, oye, estamos organizando una cena mañana por la noche ¿puedes? —era bastante extraño que le llamara solo para preguntar eso.

—Claro, ¿solo tú y noona?

—Y algunos de los chicos, ya sabes para pasar el rato —una extraña sensación se apodero de él, sabía que entre los chicos seguro estaba Seungri, era otra oportunidad que no planeaba desaprovechar, ya había sido lo suficiente idiota como para arruinar las cosas, esa vez...— ¿Ji?

—Sí. Si, aquí estoy, está bien entonces, hablamos más tarde que tengo que irme —mintió, aunque no del todo ya que si tenía que hacer algo más.

—Vale, buen viaje Yongie —al colgar la llamada ya solo le quedaba terminar e irse.

Con todo listo y ya en el avión justo a tiempo, despegó rumbo a Seúl, sería un vuelo muy largo, demasiado tiempo para pensar y lo mejor que podría hacer era dormir. Pero eso solo le afectaría al jet lag, así que comenzó a jugar un poco con la laptop para distraerse, pero no lo lograba, seguía creando los posibles escenarios en la cena.

Podía pedirle que hablaran antes de la cena, o después. Incluso podía ir a verlo a su nuevo departamento... si supiera donde quedaba.

Pocas veces le tocaba lugar junto a la ventanilla y esa era una ocasión, se recargo en la misma para observar las nubes. Eran inmensas, dispersas, se veían suaves. Esto poco a poco estaba relajando su mente, estaba logrando desconectarse un poco de todos sus problemas, ese efecto tenía la naturaleza en él.

Calma.

"—Hace mucho que no vamos a la playa —comenté mientras comíamos en un restaurante cercano a casa, como siempre respetando nuestra rutina.

—Podemos ir luego —me respondió medio sonriéndome, la verdad es que me molestaba que aplazará así las cosas cuando se trata de disfrutar un poco.

—¿Qué tal ahora mismo? —me aventuré a que tal vez aceptara.

—Tengo cosas que preparar aún, además tenemos que probar las últimas pruebas de Seunghyun hyung —excusas, como siempre el trabajo le importaba más, al final ya debería de estar acostumbrándome, era su forma de ser.

—Vale... —respondí cabizbajo, no podía negar que me jodía demasiado el hecho de que no se esforzara un poco más, creí que una relación era de dos personas, aquí solo soy yo buscando hacer algo juntos más que trabajo o dormir juntos.

Al final solo fui yo saliendo de casa rumbo a la playa más cercana, estaba agotado y no físicamente, algo con Seungri estaba mal y al parecer solo yo soy quien lo notaba.

Una tarde solo en la playa, podría decirse que mi vida era interesante, pero no, se estaba volviendo bastante monótona... y detestaba ser así.

—¿Te importa si me coloco aquí? La playa está muy llena —asentí un poco distraído, un chico bronceado, alto, castaño, y claramente simpático extendió su toalla sentándose casi a mi lado en la arena— Soohyuk —dijo estirando su mano para saludarme.

—Jiyong —respondí sonriendo y saludándole, se veía amigable, por lo que entablamos muy rápido una conversación."

Y esa simple tarde cambio en todo sentido la vida de Jiyong, con el hecho de conocerlo se dio cuenta de muchas cosas que en ese momento no le importo dejar, luego de un par de salidas más con Soohyuk supo bien lo que ese chico buscaba y de nuevo no le importo, dejándose enredar por todas aquellas palabras bonitas y juegos, que no hicieron más que desatar ese lado aventurero en Jiyong... sin darse cuenta del inmenso daño que estaba creando.

El avión había aterrizado, era momento de regresar a su realidad y dejarse de recuerdos como ese, que no le ayudaban en nada, más que en llenarse más de iniciativa para dejar todo eso atrás y olvidar sus errores. Porque solo así podría enfocarse en recuperar eso que perdió, o tal vez solo intentarlo.

Y la negatividad regresaba de la nada.

Como solía ser - BIGBANG ver.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora