PARK JIMIN.
Todos los días después de llegar de la Universidad, me pongo a jugar con mi 'MASCOTA' por decirlo así, ya que lo rescaté, y es un lobo, un enorme lobo, y enserio que es enorme, pero por alguna razón no es agresivo conmigo, todos los días me esta esperando en la parada de autobús, algo muy peligroso de su parte, ya que si lo ve alguien, pueden hacerle daño por temor a que él los lastime a ellos, así que estoy intentando hacer que mejor me espere en el patio trasero de mi casa.
-Si quieres verme, tendrás que esperarme aquí en casa, no quiero que me esperes en la parada porque te pueden lastimar, así por favor quédate aquí. -le di una galleta de perro, paso alimentándolo que se acostumbro a las galletas de perro.
Recibí un ladrido de su parte, para después jadear con la lengua afuera, juraría que también estaba sonriendo.
-Sabes que eres el único amigo que tengo y no quiero que te pase nada malo, porque la gente de este tiempo es muy mala e insensible, no tendrán piedad cuando te lastimen.
Volví a escuchar su ladrido, lo único que hice fue sonreír, deje mi mochila y mis libros en el césped y me senté en este, para jugar un rato con este muchacho, que aún no se como llamarlo. La tarde iba bien, súper tranquila, hasta que llegó, como de costumbre, borracho hasta los pies, y podía escuchar sus pasos torpes por la cocina, los cubiertos cayendo al suelo por sus torpes manos dormidas, yo me quede afuera, no quería entra, odiaba estar a su lado cuando el llegaba en ese estado. Mi decisión de no entrar seguía presente, pero escuche un portazo y la voz enojada de mi padre.
-¡PARK JIMIN, VEN AQUÍ AHORA MISMO!
El animal soltó un gruñido, le hice un gesto para que se quedara ahí mientras yo entraba a ver que pasa. Al entrar lo primero que recibí fue una bofetada de parte de mi padre, estaba molesto y creo que ya sabía porque.
-Mi dinero ¡¿DÓNDE ESTÁ?! -Me tomo fuertemente del cuello-
-S-Sólo saqué un poco, necesitaba hacer las compras -Me estaba apretando tan fuerte que las palabras no me salían.
-¡Ese no es mi problema, era MI dinero! ¡Y tú lo gastas para alimentar a esa bestia que tienes de mascota! ¡Esto se acabara aquí!
Me soltó y tomo un cuchillo de la mesa y se estaba dirigiendo a la parte trasera de la casa, donde estaba el, lo primero que hice fue agarrarlo de las piernas y tirarlo al suelo, gran error de mi parte, porque al levantarse me golpeo la cara con el pie, y luego me empezó a patear el estómago, una de esas patadas me dejó sin aliento por varios segundos, cuando lo miré, tenía el cuchillo alzado, apunto de clavármelo, pero el lobo se le lanzo encima mordiendo su brazo, con eso pude levantarme con dificultad y salir corriendo de la casa.
No sabia a donde me dirigía, solo estaba corriendo, en eso siento que algo me jala de la playera, me doy vuelta y era el, mi mascota, me estaba jalando, yo lo seguí, me guió hasta el bosque, me dejo ahí y salió corriendo de nuevo, se estaba dirigiendo a donde mi padre, que estaba siguiéndonos, se le lanzo otra vez, pero mi padre le clavo el cuchillo en una de sus patas, pude escuchar el chillido que soltó, y yo como un cobarde me aleje corriendo, adentrándome más al bosque.
Llevaba un buen rato corriendo, no sabía si me seguía o no, y no me importaba, para mi mala suerte, otra vez, me tropecé y caí al suelo, golpeándome la cabeza con los pies de un árbol, estaba muy mareado y no podía levantarme, y sentía mis ojos pesados y mi vista borrosa, y en eso escucho alguien pisando las hojas secas. Ya no escuche nada más, y ya no vi nada mas.
Cuando mis ojos se abrieron, y ya no me sentía mareado, me di cuenta que estaba en una cama, o mejor dicho, estaba en una habitación, que no era la mía, me levante de inmediato y me asome por la ventana, y lo que vi, fueron solo árboles, ni siquiera escuchaba los autos. Me estaba poniendo nervioso, no sabia donde estaba, no sabia quien me trajo, y no sabia si estaba seguro.