Me sorprende la forma en la que la vida pueda cambiar de un día para otro, sinceramente pienso que estás cosas así todavía no puedo creerlas, primero era un chico con una agitada vida por causa de mis padres, y después me veo envuelto en un tipo de guerra de hombres lobos y mitad lobos.
lo único que quiero ahora es tener una vida tranquila con los chicos, sin tener que estar escapando, sin que yo sea un fugitivo, pero tampoco puedo revelar la identidad de los chicos, y menos la mía por solo dejar de ser buscando por las autoridades, si tan solo pudiera entregar al hombre que realmente mató a mi madre, sería todo más fácil.
Y hablando del bastardo... Estaba delante de mi, mirándome con tal arrogancia que me dan ganas de arrancarle la garganta.
-Desde un principio creí que no podrías controlar tu poder, pensé que acabarías con tu vida, pero viéndote ahora me doy cuenta que tienes la misma fuerza de voluntad que yo, bueno, no tanta, ya que aún tienes piedad de tus víctimas. -Soltó una sonora carcajada, burlándose de mi.
-Créeme que no tengo ganas de ser un maldito bastardo como tú, prefiero ser como soy, antes de convertirme como tu.
-Ay hijo..
-No soy tu hijo.
-¿Pensarás seguir siendo el mismo después de matar a tus propios amigos, e incluso a tu querido novio? -Se cruzó de brazos y me miró con una sonrisa maliciosa en sus labios.
Lo miré confundido sin entender a lo que se refería, pues claro que no iba a entender, no sería capaz de matar a los chicos y mucho menos a YoonGi, la etapa de no poder controlar a la bestia que tengo dentro, ya había pasado.
Bueno, mi confusión se fue a la mierda después de sentir un pinchazo en mi cuello, sentía como un líquido doloroso y espeso pasaba por mis venas, no pude sostener más mis piernas cayendo de rodillas al suelo presionando mi pecho. Mis recuerdos de aquel lugar donde había asesinado a varias personas volvieron a llenar mi cabeza, hasta volverse todo de un color carmesí, sentía como yo estaba desapareciendo mientras que la bestia dentro de mi se hacia presente otra vez.
-¿Q-Qué me hiciste? -Mi voz era realmente débil.
-Pues, acabo de liberar a la verdadera faceta de ti querido hijo, no des las gracias, y espero que un día vengas por mi y te unas a mi causa para acabar con todos ellos.
Y se fue, dejándome ahí, por más que intentaba controlarlo, no podía, esa cosa se había vuelto más fuerte que yo, mi conciencia se desvanecía, mi cuerpo era usado al antojo de esa cosa, tenía miedo, y demasiado, esta cosa era capaz de acabar con los chicos, y me ha costado demasiado no matarlos, comencé a llorar, si, a llorar, muy marica de mi parte, pero ¡ES QUE NO PUEDO MANTENER A ESA COSA DENTRO DE MI CUERPO!
Pensé en irme hasta poder volver a la normalidad, pero todo se fue a la mierda cuando escuché la voz de SeokJin y de TaeHyung, me levanté como pude y caminé, no sé a donde , pero tenía que alejarme de ellos antes de que uno termine muerto.
-¡JiMin! ¿Por qué te alejas? ¿Sabes lo preocupados que estabamos por ti? PEnsé que te habían llevado. -SeokJin comenzó a acercarse a mi, pero mi mano le mando un golpe, dejando una gran marca de mis garras en su brazo derecho.
-Por favor~ Aléjense de mi~ No puedo mantenerlo dentro.
-JiMin ¿Pero de qué hablas? -TaeHyung intentó parar el sangrado del brazo de SeokJin, mientras me miraba con horror.
-A esta cosa~ Sólo aléjense de mi~
Y eso fue lo último que pude decir antes de desvanecerme por completo, él se había apoderado de mi cuerpo, y esto iba a acabar con la muerte de alguien.
Tenía la sensación de estar desmayado, podía escuchar todo a mi alrededor, pero no podía abrir mis ojos, y mucho menos controlar mi cuerpo, escuchaba gritos, demasiados, escuchaba como la carne se desgarraba en mi cuerpo, tenía que salir, tengo que controlar esto. no quiero que ninguno acabe muerto. Mi mente se fue a un sueño profundo mientras que esa criatura usaba mi cuerpo a su antojo. En aquel sueño estaba mi madre, cantando en la cocina mientras preparaba mi desayuno, y estaba mi padre, en la mesa leyendo los papeles de su trabajo, se veían tan felices, que por un momento no estaba consiente de que estaba en un sueño, extrañaba a mi madre, la extrañaba demasiado. Mi madre al verme de pie junto a la puerta me miró, para luego sonreírme con tristeza.
-Aún no has despertado.
-¿Qué? -La miré confundida.
Me dio una fuerte bofetada tirandome al suelo, me toqué la mejilla para luego mirarla sorprendido. Me tomó de los hombros mientras ella lloraba y comenzó a sacudirme con fuerza.
-¡No dejes que esa cosa acabe con las personas que amas! ¡Despierta de una vez!
Y ahí sentí una fuerte corriente por mi espinal dorsal al recordar que esa criatura estaba usando mi cuerpo, así que cerré mis ojos con fuerza.
-Vamos JiMin, despierta, despierta, despierta ¡DESPIERTA DE UNA MALDITA VEZ HIJO DE PUTA! ¡CONTROLA A ESA COSA! DESPIERTA!
Mis padres comenzaron a desvanecerse y todo se volvió oscuro, mis ojos comenzaron a abrirse de nuevo dejandome ver los arboles del lugar ¡Lo hice! mi vista comenzó a aclararse y no me gusto lo que estaba viendo, había sangre, NamJoon estaba apoyado de un arbol apretando su brazo, los demás estaban amontonados, pensé lo peor, pense que YoonGi estaba lastimado de gravedad o alguno de los otros chicos, pero eso se fue de mis pensamiento al verlos a ellos amontonados, e incluso estaba ChanYeol y JiHyun, entonces ¿A quién estaban ayudando? esperen, ahí falta alguien, no es NamJoon ya que estaba apoyado en el árbol, si no que, ay por dios.
Me acerqué rapidamente alejando a los chicos los cuales me miraron con terror, fijé mi vista al suelo y me di cuenta que el que estaba tirado era mi padre, estaba totalmente demacrado, me arrodillé y tomé su cabeza apoyandola en mis piernas, el me miró con ojos moribundos y me sonrió débilmente.
-No te asustes, se que no fue tu intención. -Mis lágrimas comenzaron a caer en un mar de llanto.- Sé que había prometido estar contigo y ser un verdadero padre para ti, pero lamento no cumplir con mi promesa.
-N-No digas eso, esa promesa sigue en pie. -Me miró triste, ahí comprendí que su fin estaba llegando- De verdad lo siento, no quería hacerlo, no pude controlarlo.
-No te preocupes por eso, te entiendo. -Acarició mi mejilla- Ahora estaré con tu madre y podré disculparme por el daño que les hice a ambos, te quiero hijo, siempre serás buena persona.
Y eso fue lo último que dijo antes de botar su último suspiro, sentía como mi pecho se comenzó a apretar fuertemente, no podía respirar bien, mis lágrimas no paraban de salir, no podía creer que maté a mi propia familia.
-¿Por qué no me detuvieron? -Miré el suelo.
-No podíamos, no podíamos detenerte sin hacerte daño. -HoSeok me miró.
-¡ENTONCES PORQUE NO ME MATARON! ¡TUVIERON QUE MATARME! ¡ASÍ ÉL AÚN ESTARÍA CON VIDA AHORA MISMO!
Maté a la única parte paterna que he tenido en toda mi vida. Y todo es culpa de ese bastardo que me engendró, pero de esta no se salva, esta vez, yo mismo lo buscaré y lo mataré
¡Lo mataré!