**24**

405 25 4
                                    

Llegamos a su casa, es grande, linda y muy acojedora.

-No hagas ruidos, mis hijos están en casa -dice en mi oído.

¡Mierda coño! Va ser imposible asesinar a éste y quemarlo aún más complicado,  tendré que solo darle un rico y sexo ardiente para que vuelva por más y luego matarlo.

La asesina de maestros #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora