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Leisha

Se acerca a mi, me mira y sonríe.

-Eres tan hermosa -dice mirándome a los ojos.

-Gracias -digo algo nerviosa y me acerco para besarlo.

Nos besamos muy apacionadamente. El sube encima de mi, me acaricia sin apartar sus labios, se siente rico, éste Men está ganando su salvación.

-¿Me das permiso para hacerte mía? Prometo no hacerte daño -dice mirándome a los ojos.

-Claro -digo mirándolo como una tonta.

Sonríe y deposita sus labios en mi cuello, de verdad que siento que voy a morir de placer, es tan rico cada rose.

Nos desnudamos sin ninguna prisa, aunque de verdad que odio la lentitud.

Toda tela fue a parar a suelo, sube encima de mi, y siento su miembro entrar.  Se mueve de adentro a fuera, ésta vez mis gemidos no son fingidos.

Me encanta todo de él, excepto que tiene novia, tengo ya deseos de conocerla y tal vez comprarle un viaje a la gloria.

Finalmente me toca a mi tomar el control y subo encima de él, coloco sus manos sobre su cabeza y empiezo a mover mi trasero de arriba abajo, muy rápido, él suelta sus manos de las mias y me sostiene de mi trasero, me nalguea y me ayuda a moverme.

Luego de un buen rato candente, terminamos y él se ofrece llevarme a casa.

La asesina de maestros #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora