Llegué a la oficina tarde, Rita estaba fumando en la entrada con Pascal pero yo fui directamente a hablar con el nuevo jefe, Jason. Sí, mi supervisor había ascendido y todos nos habíamos cambiado de oficina y yo quería ser el siguiente en ascender. Aguanté sus reproches por el retraso, no era la primera vez en lo que iba de mes, y salí afuera a fumar con el resto.
Graham llegó tarde y a medio vestir, ni siquiera saludó a Rita. Al pasar de largo me di cuenta de que ella no estaba bien, pero Pascal ni se había fijado.
-Buf, Ryder. El otro día fui de churrascada con los colegas de mi pueblo. Mira, trece pavos cabeza, no más. Y había mucho vino, tendríamos que ir nosotros un día-dijo Pascal con su peculiar acento.
-Yo me apunto-dijo Rita apagando el cigarrillo.
-Yo también entonces-respondí.
Graham volvió afuera a fumar y Rita le cogió por la americana preguntando si podían hablar, pero él apartó su mano con brusquedad y la obligó a volver dentro.
-¿Qué me he perdido?-pregunté.
-Déjalo-respondió Graham con desdén.
-Bueno, chicos. Hoy positividad a tope, ¿sí?***
-Mira, ahí está Ryder. Coméntaselo-dijo la voz de Fabianna a mis espaldas.
-Ryder-dijo Rita con un tono mucho más dulce-, ¿tú estabas buscando piso por aquí, no?
-Sí.
-Fabianna y yo pensamos que si vivimos juntos nos saldrá más barato, ¿qué te parece?
-Vale, podríamos mirar sí...-dije acariciando mi perilla.
-Perfecto, yo me encargo-dijo Fabianna esbozando una sonrisa.
-Oye, ¿alguien sabe porqué no ha venido Cavan?-dijo Mark cabreado por la falta de profesionalidad, siempre se cabreaba cuando alguien se ausentaba sin avisar.
-El teléfono da apagado-dijo Pascal.
Miré a Rita que parecía haberse acordado de algo.
-Yo sé dónde está-me dijo en bajo.***
Fabianna, Rita y yo fuimos a mirar un piso al día siguiente. Junto a nosotros vivirían Annie y Ellia también.
El piso era lo suficientemente grande para todos y nos habíamos puesto de acuerdo a la primera. Rita y Fabianna escogieron habitación después de que yo lo hiciese, sólo faltaba Ellia para firmar el contrato y el piso sería nuestro.
No tenía ni idea de cómo podía salir aquello, pero por primera vez estaba tranquilo.
-Gracias por todo, Don Paco-le dije estrechándole la mano.
El hombre medio calvo sonrió y concertamos una cita para firmar el piso al día siguiente.***
Estaba trabajando, hacía demasiado calor aquella tarde y entonces recibí una llamada de Rita.
-Dime R.
-Estoy en zona con Cavan.
-¿Ha pasado algo?
-Sí, me ha dicho que viene a pasarse unos días con nosotros porque iba a mudarse con Pascal y todavía no han encontrado piso.
-Supongo que cabremos todos... ¿Cuántos días van a ser?
-Según él dos semanas. ¿A ti te parece bien?
-¿Y a ti?
-Supongo que sí, se pasarán rápido.
-No pareces convencida...
-Es que últimamente no me parece el mismo, Ryder...
-¿Qué quieres decir?
-Nada, es una tontería. Nos vemos en casa, ¿no?
-Sí. Allí estaré.***
Cavan se había instalado en casa. Por las noches se oía cómo se lo montaba con Fabianna. Tenerle allí me gustaba, así no era el único tío. Pero a veces requería demasiada atención y todos estábamos con nuestros problemas, era una época difícil. Por momentos parecía que era como un niño y otras veces daba un cambio tan radical que asustaba, realmente creo que la realidad estaba permanentemente distorsionada en su cabeza.
-Ryder, en unos días me voy a casa de mis padres a pasar allí el verano-dijo Annie interrumpiendo el hilo de mis pensamientos.
-De acuerdo-le dije sin prestarle demasiada atención.
Ella hizo solamente una maleta, por lo que entendí que volvería tarde o temprano. Pero yo no podía seguir engañándome a mí mismo.
Unos gritos se escucharon desde el pasillo.
-¿Por qué siempre ocupas el jodido baño durante horas?-gritó Rita golpeando la puerta.
-Déjame tranquilo-dijo Cavan al otro lado.
-Es la última vez-respondió ella.
-Rita-le dije mientras la seguía hasta su habitación-. ¿Qué pasa?
-Ese imbécil, siempre hace lo mismo. Quería prepararme para ir a ver a Graham.
-Pensaba que lo habíais dejado.
-Es complicado...
-Usa mi baño, total no vamos a ducharnos ahora.
-Gracias, Ryder.
A partir de ese momento se tomó la licencia de usar mi baño siempre que Cavan hacía de las suyas, por lo menos se evitaba una guerra.
Volví a la habitación, Annie ya estaba metida en cama y eran apenas las siete de la tarde.
-¿Duermes ya?-pregunté encendiéndome un cigarrillo.
-Estoy cansada.
-Vale, entonces.
No me apetecía discutir con ella ni echarle nada en cara, en unos días se iría y ya no tendría que preocuparme más por mantenerla.
Me dirigí al salón y encendí la Play, el juego era lo de menos pero sé que me pasé muchas horas viciando. Rita vino al salón cuando terminó de arreglarse, estaba muy guapa aunque ni se lo imaginase y se acercó a la ventana observando que ya era de noche. Creo que realmente esperaba ver el coche de Graham allí aparcado.
-¿Cuándo viene Graham?-pregunté.
-Pronto...
-¿No habíais quedado a las diez?-dije mirando el reloj cerciorándome de que ya pasaba de la hora.
-No importa estará ocupado. Vendrá enseguida. Verás-dijo nerviosa.
-Juega conmigo mientras, te explico.
En ese momento Cavan nos interrumpió pidiendo que le prestásemos atención, como si no lo hiciésemos siempre.
-Eh... chicos, voy a pillar hierba, ¿alguien quiere?-preguntó.
Negué con la cabeza, Rita miró el teléfono.
-Estoy cansada...-susurró-, pues sí. Sí que quiero. Voy contigo.
-¿Y Graham?-inquirí.
-Dame tu parte, tú espera aquí-dijo Cavan.
Ella asintió y se tumbó en el sofá mientras jugábamos.
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El traidor que llevamos dentro
Non-FictionCuatro amigos se ven implicados en la muerte de su compañero Cavan, todos parecen tener parte de la culpa pero nadie parece tener claro quién es el asesino.