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Las horas habían transcurrido, y los 4 jóvenes de aquel grupo tan unido platicaban tranquilos en la cena
No hablaban de nada relevante, solo decían si podían ir a algún lugar a hacer sus típicas bobadas de amistad

—¿Que les parece ir a un bar?—Dijo el de cuencas vacías recibiendo algunas miradas de desacuerdo

—Esos lugares no me llaman, además solo hay Alfas—Dijo Edd cruzando los brazos mientras hacía un puchero

—Ja, ¿Lo dices por qué eres el único no Alfa en esta casa?—Hablo de nuevo el de cuencas vacías, mientras volteaba a ver a Tord, penando de que este era un Alfa y tal vez estaba interesado en ir a algún bar
—Tu qué dices Tord?

El Noruego volteó a ver a su amigo, pues este no sabía que responder
El no era un Alfa
No lo sé Tom. . .—
No sabía si en realidad era una buena idea ir a un lugar lleno de Alfas

—¿Por qué no? ¿Acaso un Alfa tiene miedo?—Dijo el británico con su típico tono de burla

—¡N-NO! Solo es que. . .—
No le quedaba otra opción más que aceptar la propuesta de su amigo alcohólico
El Noruego decidió responder rápido, si tardaba en hablar haría que el momento sea algo sospechoso
—Solo que. . . No estaba seguro si un bar me llegaría a entretener—Dijo el Noruego con un tono de voz seguro, haciendo que suene más creíble ante los oídos de sus amigos

—¿Y tu irás Matt?—Preguntó el castaño oscuro hacia su amigo el narcisista

—¡De ninguna manera! No pienso estar rodeado de un montón de animales, además no pienso dejarte solo Edd—Dijo bastante decidido el narcisista, mientras comía de su cena

—Supongo que solo seremos tu y yo Tord—

«Después de que estos cenaran se prepararon para salir a él frío sereno de la calle nocturna, ambos “Alfas” con sus poleras de colores, Rojo y Azul»

Que podría salir de malo, dijo así mismo el Noruego, pues había olvidado que estaba en estaba de Celo

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Los dos jóvenes caminaban por la calle, mientras la luna iluminaba su camino, después de un rato de pura caminata y nerviosismo de parte del Noruego llegaron a su destino
El bar

—Llegamos Tord—Dijo el de cuencas vacías con una gran sonrisa en el rostro, pues solo quería llegar y tomar como nunca en su vida, no le importaba amanecer con una gran jaqueca en la mañana

En la puerta del bar se encontraba un guardia, un Alfa con su físico bastante trabajado, éste sólo dejaba pasar a Betas y Alfas, pues en ese bar era prohibido que los omegas entrarán para que estos no fueran abusados por los demás, los únicos omegas que podían entrar eran los que se encargaban de bailar para el público

—Entremos—Replicó de nuevo el de polera azul
Cuánto estos iban a entrar el guardia los detuvo para asegurarse de las jerarquía de los dos Jóvenes, a lo que estos darían de respuesta que son Alfas

—Pueden pasar—Dijo el guardia mientras miraba dudosamente al Noruego, pues sintió un poco su olor de Omega, aunque  terminó por ignorarlo

Continuará.

¿Yo? ¿Un Omega? (RE ESCRIBIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora